El ruido del agua burbujeando, hirviendo y escapándose como vapor por debajo de la tapa de la olla con un molesto silbido de por medio le alertó, corrió a revolver el arroz y se quemó al hacerlo con demasiada fuerza, terminó con el dedo herido posado sobre sus labios; rápidamente una mano ajena le tomó de la muñeca y pidió suavizar la herida, despertando en el más bajo dos círculos bordó en sus pómulos. Tragó saliva al ver a Namu en semejante postura, situación. Tan sutil, tan delicada: cerraba los ojos y amoldaba su boca a la yema, a los bordes y la uña, besando con suavidad, humedeciendo levemente para acallar el ardor y las molestias. SungGyu notó qué tan largas eran sus pestañas, eran preciosas y descansaban sobre la piel morena cómodamente, acariciando la piel de una forma que él buscaba implementar, porque eso era una de las tantas cosas que a SungGyu le despertaba: el chico quería vivir trazando líneas sobre el cuerpo del lobo, dejando rastros de fuego y a la vez apenas palpando, como la caricia de una pestaña sobre los pómulos, como la del viento calmo del verano en el que se habían conocido.
El dolor pasó, WooHyun abrió un ojo y le sonrió con picardía, dedo aún retenido entre sus labios. El más bajo giró el rostro avergonzado y siguió cocinando, buscando latas de arvejas o lentejas para acompañar; abriendo las alacenas, se encontró con una temblorosa y enorme tela de araña con el bicho bien en el medio. El cuerpo en sí sería más pequeño que la uña del dedo meñique, pero sus patas compensaban en un largo descomunal, espantado al pelirrojo que gritó espantado y cayó sentado al frío suelo.
Namu se agachó extrañado, miró al arácnido indiferente y tomó una hoja de papel de cocina: se escuchó el ruido del bicho siendo aplastado dentro de su puño, del papel. SungGyu contuvo una arcada y se tapó la boca mientras el moreno pisaba el pedal del cesto de basura, tirando la araña y con ella gran parte de su tela. Luego de lavarse las manos, se las tendió para ayudarlo a levantarse. Ya erguido, SungGyu se mantuvo cabizbajo, agradeciendo en tartamudeos: era una mañana sencilla, simple y normal...pero tener de vuelta a WooHyun era la gloria, era el máximo estado de éxtasis que sinceramente necesitaba.
La respuesta al "gracias" fue una mano pasando por su cabello rapado a los costados, sintiendo la extraña y nueva textura. Los ojos negros que encontró al levantar la cabeza no brillaron, sino que se sumieron en la más...hermosa...oscuridad. Sí, la única oscuridad que le gustaba a SungGyu era la de los ojos de WooHyun, porque servían como puertas a su ser, un camino rápido y corto que se sabía de memoria y le servía para comprender al más joven a la perfección, siempre, a él y a sus sentimientos. O al menos la mayoría de las veces.
Se quedaron así hasta que el agua volvió a burbujear violentamente; antes de que SungGyu bajara el calor de la hornalla, WooHyun se adelantó para apagarla por completo y apresar al humano contra el refrigerador, acción que por algún motivo que desconocía, le encantaba. Ya más cerca y con la esencia de un SungGyu nervioso pero expectante en el aire, Namu suspiró en sus labios entreabiertos que esperaban un beso que nunca llegó, porque el lobo ya sentía falta de sostén en sus rodillas con sólo seguir la línea de su mandíbula, grabando en su memoria aquel rostro que tanto había extrañado.
La puerta fue golpeada nuevamente, SungGyu dio un respingo y WooHyun torció la boca en disconformidad, saltando en el lugar y quejándose como un niño pequeño y quisquilloso.
—¿Por qué tarda tan poco? —rezongó—. Mándala a la otra punta del pueblo.
—Lo siento, te prometo que ahora se lo digo. Ve a esconderte —le tranquilizó, manos sobre el pecho, sintiendo el calor que tanto le había hecho falta.
Namu levantó una comisura y corrió al cuarto a esconderse nuevamente en el armario, detrás de las camperas hecho una bola y tapándose con un pulóver. Ovillado, escuchó la puerta abrirse y una corta conversación, tacones resonando y bolsas siendo dejadas en el piso o la mesa: la madre de SungGyu no estaba lista para saberlo; ni que su hijo estaba deprimido por la falta de un chico ni que ése chico en realidad no era nada más ni nada menos que un lobo que se escabullía por su ventana en las noches.
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❥BONES: Wolf & Beauty | ➳[WooGyu~MultiShipp]
Fanfiction⇊FAVOR DE LEER⇊ ↝**AVISO IMPORTANTE**↜ ↬¡TENGO! la ¡AUTORIZACIÓN! de su autora original, JHS_LCFR, la cual le doy las gracias por ¡PERMITIRME! adaptar su obra original, BONES (Wolf & Beauty), al WooGyu/MultiShipp. ↬Por lo tanto, esta historia NO me...