Al día siguiente me había quedado en la cama hasta tarde, no dormida, si no pensando en lo que había pasado ayer. Rode por la cama soñando en lo que había pasado sí mi teléfono no hubiera sonado en ese momento.
Lan entró a mi habitación minutos despues para decirme que mamá ya se había ido al trabajo y que necesitaba que fueramos a comprar la despensa, asi que despues de que desayunara y cambiara mi simple pijama por un simple vestido, salimos directo al supermercado en el auto de Lan.
- Y como estuvo ayer? – preguntó despues de que terminara de reir por uno de sus tontos comentarios que yo complementaba con ocurrencias estúpidas.
- Estuvo bien. – conteste sin querer darle demasiada importancia.
- Solo bien?
- Si.
- ___________, tu misma lo dijiste, fuiste a cenar con el chico más lindo que conociste en tu vida. – trato de imitar mi voz pero solo consiguió una rara y aguda voz haciéndome reir.
- Lo fue pero, que quieres que te diga?
- Trato de besarte? – pregunto en un intento de parecer casual y sin importancia pero sabia que él no preguntaba ese tipo de cosas porque si.
- Que? Claro que no! – mire hacia la ventana para esconder mi rubor.
- Me alegra. Y como estuvo el presidente?
- Como estuvo?
- Si. – lo mire sin entender de lo que hablaba.
- Ya sabes, cuenta chistes malos igual que cualquier adulto, o es un amargado igual que el abuelo.
- El abuelo no es amargado!
- Contigo no pero lo es.
- No digas eso.
- Ya, contestame.
- Pues… - recordé sus platicas. Era como cualquier presidente, hablaba de lo que había hecho, lo que había costado y lo que quería lograr. – nos conto sobre lo que ha logrado en su puesto.
- De verdad? – me miro sin creerlo. Asentí. – ese un gran tema para tener con dos adolescentes.
- Lo se! – reimos. – pregunto donde trabaja papá… - murmure despues de callarnos.
Se quedo callado por un momento.
- Y tu que le dijiste?
- La verdad.
Me volteo a ver un segundo.
- Y el que dijo?
- No lo sé, no parecía sorprendido. – me encogí de hombros.
No dijo nada solo miro al frente y arrugo la frente.
- No crees que es raro? – pregunto después unos minutos.
- A que te refieres?
- Dices que no parecía sorprendido y con mucha razón, es el presidente y es un pueblo pequeño con la misma gente de siempre. Todos se enteran de todo.
Pensé en lo tonto que fue creer que su pregunta había sido intencional. Claro que sabía sobre papá. Era un hombre conocido por ser amable y completamente entregado a ayudar a cualquiera que lo necesitara. ¿Donde había quedado mi sentido común?