Yael/Yael ©

El primer resultado.

Ya ha pasado un mes desde aquel día en que me declare Gay.

Logre formar parte de aquel grupo de chicas, me gane rápido su confianza a excepción de Nailea quien no estaba convencida al 100% de mi declaración, ella acostumbraba a mirarme fijamente, con una mirada tan firme y fija que se sentía desde lejos. Por otra parte, con Anahí me ponía a platicar de chicos, ella siempre tenía de quien hablar, al inicio me sentía extraño al decir "o si tiene buenas nalgas" o "mira esos músculos", con el paso de las semanas empecé a dominar el fingir que me gustaba un chico, era fácil, sólo tenía que escribirlos como si fuera a una mujer cambiando ella por él.

Con Enid me ponía a cantar en los ratos libres o cada que ella comenzaba una melodía que conociera, hacíamos nuestros conciertos en media clase de Diseño o en las de Música.

Con Dulce era hacer pura travesura, con ella obtuve el primer citatorio de toda mi vida escolar, aquel día llevamos una botella de dos litros llena de agua y con ella mojando a todos nuestros compañeros y aún maestro quien finalmente nos llevó a la dirección en donde terminamos tirando el resto del agua por un descuido mío sobre el escritorio del director. A partir de ese día siempre que sucede algo en el colegio lo primeros sospechosos somos nosotros, y de algunas si somos responsables.

Pero, sin duda alguna, de la que más amigo me hice fue de Monse, con ella he hecho travesuras, he cantado y descubierto una de las mejores voces de México, Carla Morrison, con ella he compartido mi gusto por el séptimo arte, sin duda Monse se convirtió en una de mis mejores amigas, en ocasiones me hacía dudar si realmente quería sólo una amistad con ella.

Un día, mientras comíamos en la mesa de costumbre, una mesa ubicada a un costado de la cancha de fútbol, las escuché hablar acerca de una pijamada que se llevaría a cabo en la casa de Monse, yo sólo escuchaba y trataba de no interrumpirlas, y entonces paso lo que menos esperaba.

-Oigan, ¿y si invitamos a Yael?- Propuso Monse volteándome a ver, las demás se vieron entre sí.

-A mi me da igual- dijo Nailea cruzándose de brazos y recargándose sobre el respaldo de su asiento.

-Bueno, y ustedes chicas- insistió Monse, ellas intercambiaban miradas, no les convencía la idea de tener a un hombre entre ellas en una habitación solas, -Vamos será divertido, acuérdense que el es Gay, es como si fuera mujer, hay que hacerlo contar como una, Vamos.- siguió insistiendo.

- Pues si sería chido cantar con el antes de dormir- dijo finalmente Enid- Estoy de acuerdo, que valla.

-Mmmmmm, podríamos hacerle una broma a tus padres o vecinos, me gusta la idea- dijo Dulce.

-Bueno, no nos iría mal una amiga más- terminó Anahí.

-¡Genial!- celebró Monse,-Yael, ¿Si puedes asistir verdad? Mañana a las 7 en mi casa, Di que sí irás por favor- dijo tomándome de un brazo como acostumbra hacer cada que quiere convencerme de algo.

Yo estaba tratando de recuperar el aire, no podía creerlo, estaba siendo invitado a una pijamada de chicas, como una chica, al fin esto de hacerse pasar por Gay estaba dando resultados. Me límite a asentir, con la mirada perdida en el vacío de un botellón de agua que se encontraba en la mesa de enfrente, Monse exclamó de alegría y me abrazo, las demás sólo se reían de lo ridícula que Monse se veía, yo la rodee con un brazo y disfrute del rico aroma de su cabello, su delicioso olor a chocolate.

⭐⭐⭐

Fue complicado convencer a mis padre de que me dejaran quedarme a dormir en la casa, tuve que decirle que era cumpleaños de un amigo y que organizó una Lunada junto con otros amigos y nos desvelaríamos jugando Xbox. Papá no estuvo muy convencido, pero mamá le dijo que sería bueno para abrir mi círculo social, lo que me ayudó a que mi padre me diera el permiso.