"Yo"

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-Hey, viniste, por un momento pensé que no vendrías- dijo Monse acariciando su cabello.

-Yo pensé lo mismo, los taxis no pasaban, y los que pasaban iban ocupados - dije acercándome a ella.

-Menos mal que si llegaste, temía tener que comer todas las palomitas yo sola- dijo ocultando la mirada.

-Jamás te dejaría hacer eso- la tome de la barbilla y le levanté el rostro, sus ojos me miraron y sus mejillas se enrojecieron -Nadie como más palomitas que yo.-

Ella sonrió y me acaricio la mejilla-Eres un tragón-

Le guiñé el ojo, ella me observaba con una sonrisa, una voz detrás de mí interrumpió aquel momento, era Natalia.

-Wow, ustedes dos tranquilos estamos en la vía pública- dijo alzando la voz, la mire alertado.

-Eso no da gracia, Yael es Gay, y a ella no le interesa conseguir pareja.-dijo Anahí quien venía en compañía de Nailea.

-Si Nailea, fue un mal chiste- le reclame, ella sólo se rió.

-¿Y otras dos?- cuestionó Monse.

-Enid castiga, Dulce seguramente se quedó dormida- explicó Anahí si apartar la vista de su móvil.

-Ni modo, entonces vamos a comprar los boletos de una vez- propuse.

- Si, ¿Cuál vamos a ver?- cuestionó Monse.

-oh, oh, una romántica, hay una que trata de una chica que se enamora del hijo de un plomero- dice Anahí apartando por fin sus ojos del móvil.

- Ña, aburrido, veamos una de ciencia ficción, esa en donde hay una guerra entre planetas y tienen que defender al universo de un terrible mal- dice Nailea con emoción.

-O vaya- exclame.

-Mejor veamos una que tenga de todo, como esa del grupo de chicos que descubren una piedra mágica en un edificio embrujado, la cual cumple tus deseos más obscuros- propuso Monse.

Pareció agradarles la idea. Ya que terminamos comprando boletos para esa película que llevaba por nombre "The Magic Secret", compramos el combo de palomitas y entramos a aquella sala que estaba escrita en nuestros boletos. Nos sentamos en nuestros lugares y esperamos a que la película comenzará. Los primeros minutos de la película nos enganchó en ella, nadie en la sala hacia ningún ruido, Monse miraba la pantalla maravillada, Nailea se mordida los dedos del suspenso y Anahí se emocionaba por cada escena romántica que se presentaba, yo miraba con inquietud aquella obra maestra, no podía creer como habían conseguido meter tantos géneros en una sola película, y hacerla funcionar. En una escena de la chica recorriendo por la casa de uno de sus recuerdos, recargue mis manos sobre el asiento de la butaca para poder acomodarme en la butaca, y entonces sentí aquel mismo calor que sentí cuando Monse acaricio mi mejilla, había posado mi mano sobre la de ella, me quedé inmóvil, ella voltio discretamente hacia su mano y después me miró, yo seguía viendo la pantalla inmóvil, retiró su mano y entonces pude respirar de nuevo, me acomode bien en mi butaca y tome aire de nuevo, deje mis manos a mis costados, debieron de pasar unos cuantos minutos cuando sentí su mano buscando la mía, no pude resistirme y se la entregué, nos tomamos de la mano y no nos soltamos durante el resto de la película.

Cuando las luces se encendieron de nuevo retiré mi mano con prisa de la de ella, ella volteó a verme pero desvíe mi mirada hacia el vacío, sólo quería que no me viera y se diera cuenta de lo que realmente sentía, de la verdad.

Salimos de la sala, Anahí y Nailea platicaban emocionadas de la película, Monse no dijo palabra alguna, me uní a la conversación de ellas dos dejando a Monse atrás sola con sus pensamientos. Caminamos unos cuantos metros hasta llegar frente a una tienda de telas, nos detuvimos y nos miramos.

Yael/Yael ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora