Yael/Yael ©

La Carta

Llegué temprano a la escuela, deje la mochila en mi lugar y me fui a platicar con unos compañeros quienes me pedían que les diera detalles de la pijamada, trataron de convencerme argumentando que si lo hacía me ayudarían a buscar un novio, me negué, después de un rato me dieron ganas de ir al baño. Sentí que tarde una eternidad en el baño, pues al regresar, Nailea, Monse y Anahí ya habían llegado, me senté con ellas a platicar sobre la pijamadas, ellas aún reían de mi gran cambio de look aquella noche, Nailea por primera vez había dejado de observarme, está vez miraba a una nueva compañera que había llegado ese mismo día, después nos enteramos que se llamaba Mónica, aquella compañera estaba sentada en la esquina frente al escritorio del maestro, por lo que su rostro expresaba, no estaba de buen humor.

Enid entró por el portal del salón junto con Dulce, ambas venían riendo, saludaron a las demás chicas y a mí, nos sentamos en círculo y seguimos platicando, Enid me presumió de una nueva canción que había escuchado en su fin de semana.

-Vamos, saca una libreta para que apuntes la letra, que ahorita la tengo bien fresca.- dijo Enid dándome un empujoncito.

Tome mi mochila y la abrí para sacar una libreta, al meter mi mano sentí un especie de sobre, no recordaba a ver metido un sobre a mi mochila, observé dentro de la mochila y efectivamente, había un sobre, voltee a ver a mis amigas, ella a no se había dado cuenta tan de nada, Enid estaba tarareando la canción, saque el sobre y Nailea volvió a prestarme atención.

-¿Que llevas ahí Yael?- pregunto en voz alta, todas las chicas voltearon a verme, yo sólo sonreí con el sobre en la mano.

-Oh, una carta, ¡Yael tiene una carta!- dijo emocionada Dulce.

-¡Léela, léela!- ordenó Anahí.

Las mire, todas esperaban a que abriera aquel sobre que había aparecido en mi mochila, bueno que puede tener de malo. Desprendía la parte de arriba del sobre y saque una hoja de color verde, la carta tenía un marco dibujado a plumones de una secuencia de corazones y guiones. Tome la hoja y la leí para mis amigas que escuchaban atentas.

"Nunca olvidaré aquella mañana de inicio de semana en que te vi por primera vez, el sol hacia que tus cabellos se volvieran claros y tus ojos brillaran tanto que se convirtieron en mis luceros de todas las noches, no paso un solo día sin pensar cuando sería el momento de atreverme a decirte todo lo que me has hecho sentir con sólo verte, y hoy ha sido ese día, espero algún día devolverte todo este sentir. Con cariño y nervios. Yo."

Un silencio se formó en el salón, las chicas miraban atónitas.

-¿Yo?, ¿Quién carajos es Yo?- dijo Monse interrumpiendo el silencio -Cómo se atreve a dejar como remitente "Yo". Como si fuera tan fácil saber quién es "Yo"-

-Tal vez es esa la idea, que no se entere aún quién es.- concluyó Anahí.

--¿"Yo" será mujer o hombre?- pregunto Nailea.

-obviamente será hombre si Yael es Gay.- concluyó Dulce.

-O es una chica que no se ha enterado aún que Yael es Gay.- propuso Enid.

-Cómo sea, eso no le da derecho de...-

-¿Sucede algo Monse?, de pronto te notamos algo exaltada.- interrumpió Nailea.

-No, nada, sólo es eso del remitente, ahgg, da igual, ¿Qué piensas hacer Yael?- dijo Monse tomando un poco de aire.

-No sé, supongo que averiguar quién es "Yo", y...-

-¿Le vas a responder?- cuestionó Anahí formando una sonrisa de emoción.

-No lo sé, yo nunca he escrito una carta para alguien, yo...-