Desperté justo antes que el sol, el aire frío de la mañana pasaba por los pequeños agujeros del mosquitero de las ventanas, las inmunes negras como el carbón se aproximaban y amenazaban con un día lleno de lluvia, y no fue de esperarse, apenas dadas las 8 de la mañana el agua callo con furia, el viento sopló con rabia, y la basura de la calle volaba por los aires, uno de los árboles de los vecinos se vino abajo, destruyendo la casa del pobre perro que corría por la cuadra asustado, un pájaro, se estrelló contra mi ventanal, un techo de aluminio de alguna casa volaba por los aires y amenazaba con caer sobre alguien y asesinarlo. El clima estuvo así durante todo el día, dadas las 4 el viento se calmó, pero la lluvia aún seguía dando batalla. Nailea pasó por mí por eso de las 5:15, para esa hora sólo caían pequeñas gotas de lluvia, pero las nubes seguían amenazantes en el cielo, me despedí de mi madre, y subí al auto con Nailea, era un Matiz, modelo 2015, color verde y sus asientos estaban ya muy deteriorados, el clima apenas enfriaba, al volante iba un chico, como de unos veintitantos años, pos sus ademanes al mover el volante y ver por los retrovisores, supuse que era Gay, aún lado del asiento del copiloto se encontraba Nailea, con la mirada hacia enfrente y con los pies sobre el asiento, aún lado de mi se encontraba una pareja, uno encima del otro, dandose de besos que hasta parecía que se devoraban entre ellos, anduvieron así durante gran parte del camino, yo miraba por la ventana los desastres de la pequeña tormenta, veía la gotas recorrer la ventana del automóvil, veía las ramas de árboles que se vinieron abajo con el viento, unos cuantos metros antes de llegar, el chofer hizo un frenon, pues un carro se le atravesó y casi chocaba con él, el chofer se quejó como toda una señora, lo cual dejo más que claro su orientación sexual, mientras que la pareja acaramelada de mi lado se vio interrumpida, Nailea solo se acomoda a en su asiento, miraba como la pareja intentaba regresar a lo suyo pero aquella interrupción tan estrepitosa les quito la magia, el chico de dio cuenta que los miraba y me lanzo una mirada cazadora, yo sonreí e intenté no quedarme callado.
— ¿Ustedes tienen mucho amor que darse verdad?— le pregunté con la voz un poco temblorosa.
—Sí, intentamos averiguar hasta donde es el límite, llegar al final.— dijo besando nuevamente a la chica que aún estaba sobre de él, la tomó de la cintura y la ayuda a sentarse bien en el asiento, se acercó a mí y me estiró la mano— Me llamo Eric—
—Yael— le dije estrechando su mano — ¿Cuánto llevan juntos?—
—8 años— dijo en tono presumido —Y aún no me es suficiente—
—Wow, es mucho tiempo, ¿Cómo se conocieron?—
—En una convención como a la que vamos, yo soy Gay y ella es Lesbiana. —
—Wow, espera ¿Qué?— dije tratando de entender lo que decía.
—Sí, un día yo vine a la convención vestido de mujer, pues ya me habían aceptado como Gay y quería sentir lo que era vestir ropa de mujer, y entonces conocí a un chico, me enamoré de él al instante, y él me empezó a corresponder, cada que salía con él me vestía de mujer, pensaba que si tal vez descubriera que era hombre se alejaría de mí, entonces un día, lo lleve a mi casa, él empezó a acariciarme, yo lo besé, y se dieron las cosas, al momento de detenernos a ver nuestros cuerpos desnudos sobre el sofá, descubrí que él en realidad era una ella, y ella que yo era un él, nos miramos, pero eso no importó, estábamos completamente enamorados, me incline sobre ella, la besé y la penetre, aquel sería el inició de la mejor historia de amor que jamás había imaginado que llegará a vivir, en ocasiones ella toma el papel del hombre y yo el de la mujer. —
—Wow, que historia, entonces, si se llegarán a casar ¿Quién usaría el vestido y quien el esmoquin?—
Eric se me quedó observando, el auto se detuvo y Nailea anunció que habíamos llegado, el piloto y copiloto fueron los primeros en descender, la pareja de Eric salió primero por la puerta que se encontraba a un lado de ella, Eric le siguió el paso y yo detrás de ellos, mire la entrada del sitio en donde se llevaba a cabo la convención, las banderas gay ondeaban en sus astas, un letrero con letras doradas decía "Bienvenidos", la entrada estaba tapada por un par de sábanas rojas escarchadas, todos entraron, me quedé mirando la machada pensando en lo que estaba a punto de hacer, Eric se quedó conmigo, me dio un pequeño golpe con su codo en el brazo y me señaló con los ojos que mirara hacia abajo, bajé la mira y vi entre su mano un anillo fino de plata, con una piedra azul en el centro, posiblemente un Zafiro, lo mire con una sonrisa.
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Yael/Yael ©
AcakAlguna vez se han preguntado ¿Qué pasaría si entro a mi nuevo colegio y miento diciendo que soy Gay? Bueno pues esto es lo que paso por mi mente cuando me hice a quella pregunta. Aquí les narró la historia de un chico de preparatoria quien al no te...