Capítulo 36.

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Narra Temari.

Estábamos camino al restaurante en él qué había echo la reservación Shikamaru, estábamos en silencio, era cómodo no sabia de que hablar con él estaba muy nerviosa.

Cuándo llegamos, nos llevaron a una mesa al fondo, dónde no había nadie, era cómodo pero también era raro.

– ¿Qué ordenarás?.

–No lo sé.. –Tome él menú.

Íbamos en preparatoria y nos comportábamos cómo sí fuéramos adultos, digo aún no lo eramos tanto.

Supongo que eramos un poco más maduros qué los demás, aún qué para él todo era un fastidio.

Sonreí por mis pensamientos y decidí ordenar.

Vi qué Shikamaru pareció entender y llamo a la mesera.

– ¿Qué les gustaría ordenar?.

La mire, pero ella a mí no, sólo miraba a Shikamaru.

–Yo quiero un Rissoto. –La mire seria y después hice una mueca.

– Bueno yo pediré un pollo a la parmesana. –Respondío con un gesto de fastidio.

Quería reír.

– En un momento se los traigo, ¿Quieren algo de tomar?.

– Yo sólo agua.

– ¿Y usted, joven?. –Lo miro casi comiéndolo con la mirada.

– También agua.

La mesera se fue.

–Ella te comía con la mirada.

– Lo sé, también vi qué estabas celosa.

– ¿Así?, yo no soy celosa. –Respondi con seriedad.

–Pues a mí no me pareció eso. –Río.

–Ump.

No dije nada más y lo miré.

– Bueno, bueno ya al final de él día te diré algo.

– ¿Algo?, ¿Qué?.

– ¿No oíste qué al final de él día?, aveces no entiendo a las mujeres.

– Lo l-lamento ya esta bien... "Al final de él día" – Repetí con tono burlón.

Él río, minutos después llego la mesera.

– Sí se les ofrece algo más me lo piden. – Sólo miraba a Shikamaru y le giño un ojo.

Esa mesera estaba por acabar con mí paciencia.

– Sí, lo sabemos ahora dejamos sólos. –Respondi con irritación.

Ella me miro.

– Sí, señorita.

Volte los ojos, ella se fue y iba comenzar a comer, pero.

– Ves como sí éstas celosa. –Río.

–No lo estaba, deberías comer.

Dije y comencé a comer, él intento toda la comida intentar quitarme él enojo, aún qué yo le decía qué no estaba enojada él pensaba qué sí, pero sinceramente no lo estaba.

Cuándo salimos de él restaurante comenzamos a caminar y empezamos a charlar de lo qué tenia planeado su familia para su empresa.

Yo pensé qué Shikamaru iba a ser él qué ayudaría a Naruto o a Neji en las empresas, lo cuál no era así, ya qué él tenía pensado estar dirigiendo su propia empresa. Claro aliada con la de sus amigos.

También me dijo qué podríamos unir nuestra empresa con las de ellos, pero no quería decidir nada a menos qué las chicas estuvieran de acuerdo, a lo cual yo no estaba tan de acuerdo y no sabia por qué.

Después de platicar un rato de todo eso, caminamos y nos detuvimos en un parque. Había muchos niños ahí, pero él no les prestaba atención a ellos, en cambio yo sólo los miraba.

– ¿Sabes?, Me encanta cuándo estas celosa, te ves más bonita de lo qué ya eres.

Me sonroje, pero no lo miré.

– No estaría celosa de alguien cómo ella. –Dije con seriedad.

Pero la chica era como 3 años mayor qué yo, era muy bonita, ¿A quién quería engañar?.

– Ump, ella era muy bonita, ¿Lo notaste, no?, debí pedirle su teléfono.

Me senté en una banca que estaba cerca, estaba enojada, pero ¡ahg!.

– Entonces deberías regresar y conocerla, corre ve.

Dije con indignación.

– Lo vez. –Río– Te vez preciosa de nuevo, bueno más aún de lo qué ya.

Me sonroje un poco, y lo mire.

– ¡Basta Shikamaru!.

–Te vez aun más bonita sonrojada.

– Hmp.

Respondí, era lo único que podía decir estaba tan avergonzada.

– Oye. –Me hablo.

– ¿Eh?– Respondí aún con mi sonrojo.

–¿Quieres ser mí novia?.

Valla sí estaba sonrojada, ahora estoy más qué roja, es cómo sí mí cara estuviera completamente pintada de Rojo, ahora le tenía qué responder con mis nervios al mil.

– Se qué es un poco pronto tal vez, pero enserio quiero qué tú estés conmigo.

Sonreí.

–No..

– ¿Qué?.  –Vi su cara de sorpresa.

–No... Es demasiado pronto, ¡Claro qué quiero ser tú novia y quiero estar contigo... Siempre!.

Él suspiro aliviado.

– Pensé qué tú "No" era definitivo... –Río nervioso.

– No te haría algo así. –Reí– ¿O sí?.

– ¡Oye!, no juegues con mí mente, ya es suficiente con todas estas emociones qué siento.

– Esta bien, esta bien, lo siento.

Me disculpe.

– Acepto tus disculpas.

Reímos y nos levantamos de la banca en la qué estábamos, comenzamos a caminar y me llevo a casa.

Cuándo llegamos, iba a entrar a la casa.

– Bueno, entrare.

–S-Sí. –Rasco su nuca.

Me acerqué a él y lo bese.

–Gracias por este día, enserio. –Le Sonreí.

Me volvió a besar.

–Gracias a ti, ahora entra, vamos.

—Lo haré.

Entre a la casa con una sonrisa y subí a mí habitación.

Fue un día realmente grandioso.

Todo cambia. [NARUTO] [TERMINADA Y EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora