Capítulo 16.

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–¿Vas a decirme por qué?

–No lo entenderás, Ethan.

–Mira, no solo vine a ver como estabas, Abraham me pidió que, si podía, me dijeras la verdad de porqué lo hiciste. –Me miró un segundo y siguió. –Y si crees que no lo entenderé, lo acepto, pero deberías dejar que al menos lo intente.

Me quedé en silencio después de escucharlo y agache la cabeza. –Lo sé.

–¿Quieres que te deje sola?

–Gracias por preocuparte, Ethan.

Se inclinó un poco y dejó un beso cálido en mi frente. –Te quiero.

–Y yo a ti.

Caminó hasta la ventana y, antes de saltar, me regaló una última sonrisa. Lo vi desaparecer de mi vista, esperé un poco hasta sentir que ya no podía verme ni escucharme, entonces me cubrí por completo con la frazada.

–Maldita culpa.

–¿Culpa? ¿Fue por eso? –Me sobresalte al escuchar su voz, no esperaba que estuviera aquí tan pronto. No me quité la frazada de encima, no quería confrontarlo.

–¿Por qué diablos no tocas?

–Oh, claro. –Bufó. –Dejame tocar ¡la maldita ventana!

–Odio tu sarcasmo.

Lo escuché tomar aire y suspirar lento, creo que esta parado frente a la cama, quizás podría estar junto a la ventana todavía, la verdad es que no lo se con certeza, sólo soy consiente de su intensa mirada sobre mí, a la espera de que me descubra.

–¿Me dirás la verdad? Lo único que quiero es ayudarte, Kacey, siempre voy a estar aquí para ti.

–No se cómo decirlo.

–Puedes empezar por decirme desde cuándo.

–Primer año.

–¿Por qué empezaste a hacerlo?

No quería entrar en detalles así que opté por una respuesta simple. –Problemas.

–¿Y ayer?

Él ya sabe la respuesta, solo está esperando a que la confirme. –Por Nick. Por su muerte realmente, me sentí muy culpable porque él no me conocía. No tenía que pelear por alguien a quien no conocía de nada, tenía que ver crecer a su hijo en vez de morir por mí.

–¿Cómo lo sabes? –La sorpresa fue evidente en su voz.

–Su comportamiento, era bastante obvio...

–Kacey, escúchame, eso no fue tu culpa ni la de nadie.

No pude evitarlo, estallé en lágrimas silenciosas que terminaron por mojar mis sábanas. –¿Entonces por qué siento que sí? Daisy lo dijo...

–¿Es por Daisy? –Se paró frente a mí, gracias al hueco que mantengo para respirar no podía sólo fingir que no lo veía. Se agachó hasta estar a mi altura, mirándome. –Kacey, cariño, eso no fue tu culpa, de verdad.

Aunque se que trata de ayudar, no entiendo porqué intenta que cambie de parecer. Diga lo que diga, sé que es mi culpa. Lo siento, por mi culpa no podrá conocer a su hijo, todos han venido a decirme lo mismo, a excepción de Jacob, nadie lo ha visto desde ayer.

No ven que ahora sus palabras no me hacen nada, en este momento no puedo meterme en la cabeza que no fue mi culpa, al contrario, cada minuto que pasa parezco más segura de que es mi culpa.

Muy posiblemente Jacob me este odiando ahora mismo, yo también me odiaría. Perdió a su hermano, por lo que sé eran realmente unidos y yo hice que lo mataran.

Peligro. |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora