Cuando escuche su voz, su linda y melodiosa voz. Extrañaba escucharla y me daba demasiada alegría saber que ya estaba mejorando. Agarre su mano fuertemente y le di un beso en la frente.
-No me iré a ningún lado, siempre estaré contigo.- seque mis lagrimas y me despedí por un rato de ella, mis hijos querían pasar a verla.
Me quite la bata del hospital junto con el cubre bocas y salí de aquella habitación con mucho mejor animo que con el que había entrado.
-Voy yo, papa.- Clara sin pensarlo dos veces, entro con las manos temblando para poder verla. Me quede fuera de la habitación esperándola.
Narra Clara.
-Mama, perdóname, creo que ni siquiera me di cuenta que te lastimaba con mis palabras o acciones. Por favor, no te vayas de nuestras vidas, necesito aun mucho de ti. Yo se que a veces los padres tienen decisiones importantes que tomar y yo no tengo porque meterme o tomar partido.- mantenía abrazada a mi madre, casi estaba recostada con ella, ver a uno de tus padres estar al borde de la muerte, era algo que no le deseaba a nadie. Me había comportado mal con ella.- No quiero perderte mama, por favor no nos dejes. Te amo con mi vida, solo lucha para poderte salvar y tener tu sonrisa deslumbrante todos los días.-Acaricie su cabellera larga y me baje de su cama con sumo cuidado, si me la arrebataran de mi lado, me iría con ella. El amor de mi madre era único y no podría vivir sin ella.
-Te amo, mi amor.- la voz rasposa de mi madre se escucho por toda la habitación y yo solo sonreí feliz de poderla escuchar.
-Yo mucho mas, mama. Te espero en casa para que te recuperes.- bese su mejilla y salí de ahí. Odiaba los hospitales, eran demasiado fríos y solo traían tristezas, no desearía estar nunca aquí.
En mi recorrido las lagrimas empezaron a desbordarse de mis ojos, yo podía demostrar que era fuerte, pero en realidad era todo lo contrario. Los padres es el regalo mas preciado de Dios y ahora mas que nunca lo he entendido.
-Todo estará bien, enana- mi hermano fue a mi encuentro y me enfunde en un abrazo. Lo necesitaba. Segundos después sentí unos brazos mas fuertes cubrirnos y me sentía completa, ahora solo faltaba el otro pedazo de mi corazón, mi madre.
Los deje a solas y me fui a sentar, necesitaba pensar. Muchas veces nosotros como hijos no nos ponemos a pensar en como se van a sentir nuestros papas cuando no estamos de acuerdo con ellos o que a veces simplemente no los queremos ver. Todo mundo tenemos nuestro corazón y tanto el de los padres como el de los hijos se lastima con mucha mas facilidad. Vida hay una y por eso hay que aprovechar cada segundo de ella a lado de nuestros seres queridos. Nunca sabemos cuando es el ultimo adiós.
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Matrimonio a cambio de Engaños II (Borrador)
Любовные романыLa vida de los dos había cambiado con el tiempo, Jessica era una excelente abogada, cuidando de sus hijos. Christian, seguía siendo el mismo que siempre. Amaba y cuidaba a sus hijos, pero había unos cuantos secretos que le escondía a Jessica y a su...