Capitulo 43.

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Cuando escuche su voz, su linda y melodiosa voz. Extrañaba escucharla y me daba demasiada alegría saber que ya estaba mejorando. Agarre su mano fuertemente y le di un beso en la frente.



-No me iré a ningún lado, siempre estaré contigo.- seque mis lagrimas y me despedí por un rato de ella, mis hijos querían pasar a verla.



Me quite la bata del hospital junto con el cubre bocas y salí de aquella habitación con mucho mejor animo que con el que había entrado.



-Voy yo, papa.- Clara sin pensarlo dos veces, entro con las manos temblando para poder verla. Me quede fuera de la habitación esperándola.


Narra Clara.



-Mama, perdóname, creo que ni siquiera me di cuenta que te lastimaba con mis palabras o acciones. Por favor, no te vayas de nuestras vidas, necesito aun mucho de ti. Yo se que a veces los padres tienen decisiones importantes que tomar y yo no tengo porque meterme o tomar partido.- mantenía abrazada a mi madre, casi estaba recostada con ella, ver a uno de tus padres estar al borde de la muerte, era algo que no le deseaba a nadie. Me había comportado mal con ella.- No quiero perderte mama, por favor no nos dejes. Te amo con mi vida, solo lucha para poderte salvar y tener tu sonrisa deslumbrante todos los días.-Acaricie su cabellera larga y me baje de su cama con sumo cuidado, si me la arrebataran de mi lado, me iría con ella. El amor de mi madre era único y no podría vivir sin ella.




-Te amo, mi amor.- la voz rasposa de mi madre se escucho por toda la habitación y yo solo sonreí feliz de poderla escuchar.




-Yo mucho mas, mama. Te espero en casa para que te recuperes.- bese su mejilla y salí de ahí. Odiaba los hospitales, eran demasiado fríos y solo traían tristezas, no desearía estar nunca aquí.



En mi recorrido las lagrimas empezaron a desbordarse de mis ojos, yo podía demostrar que era fuerte, pero en realidad era todo lo contrario. Los padres es el regalo mas preciado de Dios y ahora mas que nunca lo he entendido.





-Todo estará bien, enana- mi hermano fue a mi encuentro y me enfunde en un abrazo. Lo necesitaba. Segundos después sentí unos brazos mas fuertes cubrirnos y me sentía completa, ahora solo faltaba el otro pedazo de mi corazón, mi madre.





Los deje a solas y me fui a sentar, necesitaba pensar. Muchas veces nosotros como hijos no nos ponemos a pensar en como se van a sentir nuestros papas cuando no estamos de acuerdo con ellos o que a veces simplemente no los queremos ver. Todo mundo tenemos nuestro corazón y tanto el de los padres como el de los hijos se lastima con mucha mas facilidad. Vida hay una y por eso hay que aprovechar cada segundo de ella a lado de nuestros seres queridos. Nunca sabemos cuando es el ultimo adiós.

Matrimonio a cambio de Engaños II (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora