Capítulo 23.

3.7K 208 4
                                    

Sentía que los días iban pasando y conforme eso sucedía yo aún seguía sin reaccionar. Me daban de comer, apenas y podía masticar y tragar todo lo que ingería. Me sentía tan débil y adormilada que dudaba que pudiera concientizarme.

Christian no se despegaba de mi lado, Matt, Clara siempre venían a verme y platicarme de como les iba en la escuela. Su día como había acontecido. Mi suegra, amigos y mis padres se la pasaban noche y dia a mi lado. Cuidándome, esperando alguna reacción por mi parte para hacerlos saber que todo estaba bien.

En algunas ocasiones oía al doctor y por lo que el decía todo estaba avanzando de maravilla. El riesgo no desaparecía hasta después de tres meses de gestación, es cuando el feto ya esta fuera de todo peligro y yo puedo continuar con mi vida normal. Aún no sabia por cuánto tiempo yo iba a seguir de esta manera, pero solo esperaba que no fuera demasiado.

-Mi amor, extraño que estes a mi lado, regañándome, amándome y durmiendo conmigo. Necesito que respondas pronto.- como siempre mi esposo hacía todos los días, tomo mis manos entre las suyas y las apretó. Hubo una descarga eléctrica en mi cuerpo con ese simple gesto, que lo mismo hice yo, lo apreté. No fue un apretón demasiado fuerte, pero si para que el supiera que estaba bien y consciente.- me has dado la señal que he estado esperando durante estos dias, se que ambos están luchando por sobrevivir. Quiero ya tenerte a mi lado, para que nunca jamás puedas irte. Te cuidaré como una flor, con todo el cariño y amor que se debe de tener.- dentro de mi sonreí por sus palabras, habían cambiado a mi marido por alguien mas romántico y atento. Quería ya reaccionar y darle uno de esos besos que lo puedan dejar sin respiración.- mi vida ya es tuya y solo espero ya que despiertes para que toda este pesadilla se acabe, quiero ver crecer tu barriga y volverme a enamorar de tu luz cuando estas embarazada.- me dio un beso mas en mis labios y se fue cerrando la puerta.

Ese día termino y consigo vinieron otros mas, cada ves que alguien entraba, se encargaban de hacerme saber lo importante que era para ellos en sus vidas. Una de esas palabras que mas me hicieron reír, fueron las de Marck, que con suerte lo dejaron pasar.

-Mujer ya debes de despertar, todos los que están afuera, esperan que toda esta pesadilla se acabe. En especial tu marido, que con un poco de suerte pude entrar a verte. ¿Puedes creer que aún tiene celos de mi? ¿Porqué tu hombre no tiene mas confianza y seguridad en si mismo? Estoy casado y créeme que aunque seas una mujer hermosa y hayamos sido novios en la escuela, mi vida ya es de Cristal. Te extrañamos y mas tu sonrisa, despierta pronto, pequeña.- un beso en la frente y se fue.

Oír que Christian era un total posesivo y que aun no superaba lo de Marck, me hacía reír e imaginar las miradas que mi marido le ha de estar haciendo a él. Abby, mi querida nana también había venido a verme y a hacerme recordar la niñez que con ella pase. Tantos momentos que la gente me hacía recordar o me contaban. Quería ya mi vida de regreso, poder estar con mis hijos, disfrutar de la vida, el embarazo. Mi familia y sobre todo estar en casa. La verdad había perdido la noción del tiempo y no sabía cuántos dias pasaban, si eran semanas o quizás meses. Me estaban dando una dosis de medicamentos algo fuertes, pero al parecer ya iban a bajarle para que yo empezará a reaccionar.

En uno de esos días, ya todos habían venido a verme, la puerta de la habitación escuche y como unos tacones resonaban por todo el lugar. Un perfume de mujer llego a mi nariz y después su voz me dejo congelada.

-Jessica.- aquella voz que odiaba y ya no era lo mismo. Esa misma mujer era Lucía.- Es una tristeza que estes de esta manera y que aún no reacciones.- su tono irónico y sarcástico me estaban dando unas ganas de voltearle la cara de un bofetadon.- En todos los periódicos estas, diciendo que estas embarazada y algo grave. Una lastima si algo malo les ocurriera a ambos- no entendía nada de esto y menos su actitud.- Al final te quedaste con Christian y yo me quede con una persona a quien no amo, siempre has tenido lo que quieres. Nunca me has caído bien, pero no pienso tampoco desperdiciar mi vida haciéndote cosas. Tu padre siempre ha sido un buen aliado, pero eso es otro tema del que después vamos a hablar.- su mano se poso en mi abdomen y yo solo rogaba por que se fuera de aquí. ¿Quién se creía para decirme todo esto? ¿Qué era todo esto que me estaba hablando?- Soy estéril y por eso odio que vuelvas a estar embarazada, disfrutando una etapa que yo no puedo y nunca podré. Mi odio por ti nunca se ha ido, por mi púdrete tú y tu familia.- unas palmaditas mas en mi abdomen y se fue cerrando la puerta.

Matrimonio a cambio de Engaños II (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora