Los minutos pasaban y yo seguía como boba mirándolo, cruzada de brazos y recargada en la puerta de cristal. Supe que ya era suficiente cuando Rosa me miraba algo intrigada.
-Buen día.-hable mientras entraba del todo a la habitación y aquel hombre misterioso me dejaba ver su cara.
Atractivo es, tenía una barba de tres dias, sin verse mal. El cabello café claro y a un largo adecuado. De tez blanca y con unos ojos color miel, casi tirándole a verde. Muy atractivo el hombre. Se metió las manos en los bolsillos y paso la lengua por sus labios, mirándome de arriba a abajo. En estos momentos me sentía una mujer desnuda ante el y con ese pensamiento me dieron ganas de huir a mi habitación y ponerme algo mas tapado.
-Buen dia, señorita.- acortó los pasos que nos separaban y se planto a unos cuantos centímetros de mi.
-¿A que debo su visita?- pregunté sin sonar grosera.
-Bueno, mis hijos y yo veíamos que esta casa no se utilizaba. Somos muy de darles la bienvenida a los vecinos, y ayer me llamo la atención ver las luces encendidas.-asentí ante todo lo que me decía, podía ser cierto o solo un pretexto mas.
-Pues gracias por ser tan amables. Mucho gusto, soy Jessica.-estiré mi mano y esperé a que el la tomará. Al contrario de esto, el se acercó a mi mejilla y me dio un beso a modo de saludo.
-El gusto es mío. Mi nombre es Damián.-sus ojos tenían un brillo especial cada ves que me miraba.
-Bueno, pues no quisiera quitarte mas el tiempo. Necesito desayunar por mi estado.- miré hacia mi barriga y los ojos de él viajaron a donde mismo. No quise sonar descortés y quise invitarlo.-Si gustas, puedes quedarte a desayunar.-sonreí mientras sentía unos pequeños movimientos en mi vientre.
-No quiero incomodar.-colocó sus manos atrás de su espalda, pero veía que solo lo decía para ver que le respondía yo. No tenía nada de malo tener a alguien de compañía, un amigo, quizás.
-No incómodas, anda.-salí de aquél salón y fui hacia la cocina para ver que era lo que estaban preparando.-¿Puedes ponerme la mesa para tres personas?- pregunte a otras muchacha que me ayudaba aquí.
-Claro, señora. Ahora mismo pongo la mesa y me dispongo a servir el desayuno.- no sé si la intimidaba, pero inmediatamente puso manos a la obra.
-Muchas gracias, en cuanto nos sirvan ustedes también desayunen, por favor.-sonreí agradecida y salí.
Me encontré a Damián ya sentado en el comedor y esperando a que yo llegará.
-¿Todo en orden? ¿Algo en lo que pueda ayudar?- preguntó al mismo tiempo que se ponía de pie.
-No, no. Todo bien, ahora vengo. Voy a despertar a mi hijo y a cambiarme de ropa.- no espere su respuesta, pero si sentí su mirada sobre mi mientras subía las escaleras.
Entré a mi habitación y decidí ponerme un vestido ligero, corto a las rodillas y unas sandalias. Cepillé mi cabello, que al verme asi ya me hacia falta un cambio y un corte de cabello. Me maquillé solo un poco y después salí para ir a despertar a Matt.
-Hijo, tienes diez minutos para salir de tu habitación ya cambiado. Te espero abajo para desayunar.- toque tres veces su puerta y segundos después entre. Su cama estaba perfectamente tendida y todo acomodado en su lugar. Fui al baño y lo mismo hice.-¿Escuchaste lo que dije?- pregunté sin abrirle.
-Si, ma. Ahora bajo.- rodé los ojos y bajé las escaleras.
Él estaba mirando alrededor algo impaciente. Seguramente esperando a que yo bajará.-Siento la demora, estaba apresurando a mi hijo.-sonreí y me senté en la silla. Coloqué la servilleta en mis piernas y me serví un poco de fruta.-¿Gustas?- le puse el plato en frente y el lo tomó para servirse.
Tomé un trozo de sandía y lo metí a mi boca. Era una de mi fruta favorita, su sabor dulce y fresco me gustaba mucho. Ante esto, el se me quedo mirando. Yo algo incómoda preferí esperar a que mi hijo bajará.
-Tu casa es muy bonita. Ahora que lleguen mis hijos de la escuela y si no te molesta, los invitamos a cenar. Ya me invitaste tu a desayunar y pensarás que soy algo directo, pero me gusta decir lo que pienso.- revolví mis piernas algo incomoda, ¿que tramaba?- Me pareces una mujer muy atractiva. Tu belleza puede dejar a los hombres babeando por ti.- su sonrisa blanca y reluciente se hizo notar y a mi me sorprendió.
-¡Vaya! De verdad que si me has sorprendido. Acepto tu propuesta y sobre a lo ultimo que me has dicho, no se que decirte. Me has sorprendido y dejado sin palabras.- pinché otro pedazo de fruta y seguí comiendo.
-No necesitas decirme nada, solo quería que lo supieras.- su voz ronca, algo sensual me hizo reaccionar.
Unos pasos que bajaban nos hizo reaccionar y dejamos un silencio incómodo.
-Buenos días.- Matt entro en escena y como si ya lo conociera fue y lo saludo de mano.
-Hola, ¿qué tal dormiste?- él tomo asiento a lado de Damián.
-Bien gracias y ¿tu?- sirvió fruta en su plato y luego jugo. Cada ves entendía menos esta situación.
-¿Cómo es que ustedes se conocen?- pregunté mirándolos interactuar.
-Ayer antes de meterme a la alberca, decidí conocer un poco el lugar. Damián estaba fuera y charlamos un poco.- asentí tratando de asimilar la situación.
-¿Porqué no me avisaste?- esta bien que si era libre, pero era su madre y tenía que estar enterada de todo.
-No quise despertarte, te vi dormida y no quería interrumpir tu sueño.
Vaya que estos hombres congeniaban muy bien. Era como si de siempre se hubieran conocido, hablaban del fútbol y de un partido muy importante que se iba a transmitir en la televisión. Algo imperdible, según ellos. Al terminar de desayunar y sin yo decir nada, me levanté del comedor y estaba dispuesta a ir al jardín. La puerta de entrada, anunciando una nueva visita llamo mi atención. No conocía a nadie y no esperaba a nadie.
Con el ceño fruncido, me acerque a la puerta y tome la manija en mis manos. Di vuelta y la puerta quedo abierta dejándome ver a unos invitados que yo no esperaba ver.
No podía creerlo.
****
Bueno, se los estoy recompensando y aquí tienen un nuevo capítulo. Espero que les guste y ya conocieron al nuevo y sexy vecino. Sin duda alguien muy atrevido y sin pena al decir lo que piensa.
¿Quiénes serán esas visitas? ¿A Jessica le gustarán?
Gracias y mil gracias a las que me dejaron comentarios dándome ánimos a seguir adelante, espero en Dios pronto pueda salir de esto y este como nueva. Millones de bendiciones a ustedes y que todo lo que me deseen se les regrese el doble. Las quiero muchísimo.
Vayan tomando como maratón estos capítulos, pues en Instagram ya hemos llegado a los 400 seguidores. Yo les había prometido maratón si llegábamos a esa cantidad. Ahora, prepararé la tercera parte si llegamos a los 500. Muy difícil meta ya que nadie me hace caso.
Gracias por su apoyo, sus palabras y comprensión.
Instagram: wattpadvictoria
Pagina de Facebook, en mi perfil.
Agrégame a Facebook: Victoria Gee Wattpad.
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio a cambio de Engaños II (Borrador)
RomanceLa vida de los dos había cambiado con el tiempo, Jessica era una excelente abogada, cuidando de sus hijos. Christian, seguía siendo el mismo que siempre. Amaba y cuidaba a sus hijos, pero había unos cuantos secretos que le escondía a Jessica y a su...