Capítulo 36.

3.5K 185 19
                                    

  Los minutos pasaban y yo seguía como boba mirándolo, cruzada de brazos y recargada en la puerta de cristal. Supe que ya era suficiente cuando Rosa me miraba algo intrigada.



-Buen día.-hable mientras entraba del todo a la habitación y aquel hombre misterioso me dejaba ver su cara.



Atractivo es, tenía una barba de tres dias, sin verse mal. El cabello café claro y a un largo adecuado. De tez blanca y con unos ojos color miel, casi tirándole a verde. Muy atractivo el hombre. Se metió las manos en los bolsillos y paso la lengua por sus labios, mirándome de arriba a abajo. En estos momentos me sentía una mujer desnuda ante el y con ese pensamiento me dieron ganas de huir a mi habitación y ponerme algo mas tapado.





-Buen dia, señorita.- acortó los pasos que nos separaban y se planto a unos cuantos centímetros de mi.




-¿A que debo su visita?- pregunté sin sonar grosera.



-Bueno, mis hijos y yo veíamos que esta casa no se utilizaba. Somos muy de darles la bienvenida a los vecinos, y ayer me llamo la atención ver las luces encendidas.-asentí ante todo lo que me decía, podía ser cierto o solo un pretexto mas.




-Pues gracias por ser tan amables. Mucho gusto, soy Jessica.-estiré mi mano y esperé a que el la tomará. Al contrario de esto, el se acercó a mi mejilla y me dio un beso a modo de saludo.




-El gusto es mío. Mi nombre es Damián.-sus ojos tenían un brillo especial cada ves que me miraba.




-Bueno, pues no quisiera quitarte mas el tiempo. Necesito desayunar por mi estado.- miré hacia mi barriga y los ojos de él viajaron a donde mismo. No quise sonar descortés y quise invitarlo.-Si gustas, puedes quedarte a desayunar.-sonreí mientras sentía unos pequeños movimientos en mi vientre.





-No quiero incomodar.-colocó sus manos atrás de su espalda, pero veía que solo lo decía para ver que le respondía yo. No tenía nada de malo tener a alguien de compañía, un amigo, quizás.




-No incómodas, anda.-salí de aquél salón y fui hacia la cocina para ver que era lo que estaban preparando.-¿Puedes ponerme la mesa para tres personas?- pregunte a otras muchacha que me ayudaba aquí.




-Claro, señora. Ahora mismo pongo la mesa y me dispongo a servir el desayuno.- no sé si la intimidaba, pero inmediatamente puso manos a la obra.




-Muchas gracias, en cuanto nos sirvan ustedes también desayunen, por favor.-sonreí agradecida y salí.





Me encontré a Damián ya sentado en el comedor y esperando a que yo llegará.




-¿Todo en orden? ¿Algo en lo que pueda ayudar?- preguntó al mismo tiempo que se ponía de pie.




-No, no. Todo bien, ahora vengo. Voy a despertar a mi hijo y a cambiarme de ropa.- no espere su respuesta, pero si sentí su mirada sobre mi mientras subía las escaleras.





Entré a mi habitación y decidí ponerme un vestido ligero, corto a las rodillas y unas sandalias. Cepillé mi cabello, que al verme asi ya me hacia falta un cambio y un corte de cabello. Me maquillé solo un poco y después salí para ir a despertar a Matt.




-Hijo, tienes diez minutos para salir de tu habitación ya cambiado. Te espero abajo para desayunar.- toque tres veces su puerta y segundos después entre. Su cama estaba perfectamente tendida y todo acomodado en su lugar. Fui al baño y lo mismo hice.-¿Escuchaste lo que dije?- pregunté sin abrirle.




-Si, ma. Ahora bajo.- rodé los ojos y bajé las escaleras.





Él estaba mirando alrededor algo impaciente. Seguramente esperando a que yo bajará.-Siento la demora, estaba apresurando a mi hijo.-sonreí y me senté en la silla. Coloqué la servilleta en mis piernas y me serví un poco de fruta.-¿Gustas?- le puse el plato en frente y el lo tomó para servirse.




Tomé un trozo de sandía y lo metí a mi boca. Era una de mi fruta favorita, su sabor dulce y fresco me gustaba mucho. Ante esto, el se me quedo mirando. Yo algo incómoda preferí esperar a que mi hijo bajará.




-Tu casa es muy bonita. Ahora que lleguen mis hijos de la escuela y si no te molesta, los invitamos a cenar. Ya me invitaste tu a desayunar y pensarás que soy algo directo, pero me gusta decir lo que pienso.- revolví mis piernas algo incomoda, ¿que tramaba?- Me pareces una mujer muy atractiva. Tu belleza puede dejar a los hombres babeando por ti.- su sonrisa blanca y reluciente se hizo notar y a mi me sorprendió.




-¡Vaya! De verdad que si me has sorprendido. Acepto tu propuesta y sobre a lo ultimo que me has dicho, no se que decirte. Me has sorprendido y dejado sin palabras.- pinché otro pedazo de fruta y seguí comiendo.




-No necesitas decirme nada, solo quería que lo supieras.- su voz ronca, algo sensual me hizo reaccionar.




Unos pasos que bajaban nos hizo reaccionar y dejamos un silencio incómodo.



-Buenos días.- Matt entro en escena y como si ya lo conociera fue y lo saludo de mano.



-Hola, ¿qué tal dormiste?- él tomo asiento a lado de Damián.




-Bien gracias y ¿tu?- sirvió fruta en su plato y luego jugo. Cada ves entendía menos esta situación.




-¿Cómo es que ustedes se conocen?- pregunté mirándolos interactuar.




-Ayer antes de meterme a la alberca, decidí conocer un poco el lugar. Damián estaba fuera y charlamos un poco.- asentí tratando de asimilar la situación.




-¿Porqué no me avisaste?- esta bien que si era libre, pero era su madre y tenía que estar enterada de todo.




-No quise despertarte, te vi dormida y no quería interrumpir tu sueño.





Vaya que estos hombres congeniaban muy bien. Era como si de siempre se hubieran conocido, hablaban del fútbol y de un partido muy importante que se iba a transmitir en la televisión. Algo imperdible, según ellos. Al terminar de desayunar y sin yo decir nada, me levanté del comedor y estaba dispuesta a ir al jardín. La puerta de entrada, anunciando una nueva visita llamo mi atención. No conocía a nadie y no esperaba a nadie.




Con el ceño fruncido, me acerque a la puerta y tome la manija en mis manos. Di vuelta y la puerta quedo abierta dejándome ver a unos invitados que yo no esperaba ver.




No podía creerlo.




****
Bueno, se los estoy recompensando y aquí tienen un nuevo capítulo. Espero que les guste y ya conocieron al nuevo y sexy vecino. Sin duda alguien muy atrevido y sin pena al decir lo que piensa.


¿Quiénes serán esas visitas? ¿A Jessica le gustarán?



Gracias y mil gracias a las que me dejaron comentarios dándome ánimos a seguir adelante, espero en Dios pronto pueda salir de esto y este como nueva. Millones de bendiciones a ustedes y que todo lo que me deseen se les regrese el doble. Las quiero muchísimo.



Vayan tomando como maratón estos capítulos, pues en Instagram ya hemos llegado a los 400 seguidores. Yo les había prometido maratón si llegábamos a esa cantidad. Ahora, prepararé la tercera parte si llegamos a los 500. Muy difícil meta ya que nadie me hace caso.



Gracias por su apoyo, sus palabras y comprensión.


Instagram: wattpadvictoria
Pagina de Facebook, en mi perfil.
Agrégame a Facebook: Victoria Gee Wattpad.  

Matrimonio a cambio de Engaños II (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora