CAPITULO 6 Un encuentro inesperado

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El día estaba soleado, una brisa fresca levantaba el cabello de Ava mientras reía.

Después de un mes de trabajo, mi familia y yo íbamos a tomar un fin de semana para relajarnos, lo necesitábamos y eso no puedo negarlo.

Mi madre ya retirada de la actuación ayudaba a mi padre en el tema de libretos, hace 12 años decidieron que era tiempo de dejar el mundo de la actuación y tener una vida normal, Ava a sus 6 años ya había conocido el mundo del espectáculo entre camarines y necesitaba a sus padres en casa. Crecer en una familia que se dedicaba a la actuación era difícil para Ava, ella era mi hermana menor y era la única que sabía lo que sentía por Dylan además de Kaya.

¡Thom!  –  dice antes de hacerme seña para que me acercara a ella, solía decirme Tommy pero después de que Dylan adoptara ese apodo lo sentía raro viniendo de otras personas. Camino hacia ella con una sonrisa, estira su mano y la tomo dándonos un abrazo, amaba a mi hermana y lo demostraba cada hora, yo vivía en un departamento y ella con mis padres, intentábamos vernos seguidos pero a veces se complicaba, así que en fechas importantes o fin de semanas como este, vivíamos cerca del uno al otro rodeado en un abrazo.

Chicos, papá y yo queremos contarles una noticia –  veo a mi madre caminar hacia donde estaba mi papá  sentado y se sienta a su lado tomando su mano – nos iremos de segunda luna de miel. – se miran entre ellos antes de sonreírnos.

Wooo, eso es fantástico – Ava sonríe ante la noticia antes de apretar mi mano.

Sí, eso es genial  – suena vacío antes mi oído, pero veo que ellos no se han dado cuenta excepto Ava, no me molestaban que se vayan de segunda luna de miel es más estaba feliz por ellos pero eso significaba que Ava estaría sola... otra vez. Se crio sola, nuestros padres vivían de set a set, y yo no fui el hermano mayor ideal, tome la misma ruta que ellos.

Sí, pero Ava no puede quedarse sola – me mira mientras escucho a Ava quejarse que no es una niña.

Se quedara conmigo, si quiere – una voz suena a mi espalda, me giro y veo a Lisa, la madre de Dylan, amiga de mi madre.

Cuando filmábamos Correr o Morir, con Dylan planeamos una cena familiar un Sábado en mi casa, recuerdo que mi madre con la madre de él, se entendieron al instante: Patrick su padre y el mío se internaron en una conversación de ligas menores y su posibles fuertes, las pequeñas Ava y Julia tomaron unas galletas y se fueron, apareciendo solo en la cena.

Desde esa cena, nuestras madres se juntan los miércoles en un club de poesía, organizando cenas entre ambas familias.

Llega Patrick con Julia para ubicarse alado de su esposa dándole una sentimiento con la cabeza a mi padre, una Julia sonriendo se acerca para dejar un beso en mi mejilla y abrazar a Ava antes de empezar a hablar.

No podemos pedirte eso, además creo a Thomas le haría bien algo de compañía – dice mi madre a su amiga ignorando mi mirada molesta.

Oh, Patrick saldrá estas semanas, estaré sola con Ju y estaría encantada de recibirla, seria semanas de chicas  – unos gritos de felicidad se escucha a mi lado antes de ver a las menores asentir con entusiasmos ante de correr para adentro hablando de acomodar la maletas. Genial, no cambiara de opinión. Ruedo los ojos antes de mirar a mi madre y negar con la cabeza.

Veo que está decidido – dice mi madre con una sonrisa de disculpa, tener dos adolescentes en una casa sería un dolor de cabeza. – Thomas, hijo. –poso mi atención en ella – te cuidaras ¿no?

Ruedo los ojos antes de asentir, realmente se olvidaba que ya no era un niño pequeño.

Oh, no hay problema por eso. Está solucionado – responde Lisa antes de sonreír y guiñarme el ojo, oh no, eso no me gusta.

Escucho unos paso y veo a Dylan entrar, con una sonrisa en sus labios se acerca y toma mi brazo enredándolo con el suyo, sonrió y evito su mirada, miro a su madre quien me da una mirada de compasión ella lo sabe, sabe lo que siento por su hijo cuando mi madre no es capaz de verlo.

Te tengo una buena noticia, príncipe – me giro a mirarlo o a mirar su boca.

¿Qué sucede? – respondo antes de mirar sus ojos.

Viviremos juntos – sonríe antes de morder su labio.


Dylmas, una historia diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora