Delirios angelinos y deseos Infernales

tengo el alma miserable

Tengo el alma miserable, la mirada trizte, la sonrisa muerta, todo me deprime.

Pense en ir a buscarte, y aunque sabía donde encontrarte no supe cuál camino tomar.

Consciente de que ne habías olvidado, cerré los ojos, descolgue mis manos y sobre las vías de el tren de la melancolía me tiré a esperar.

Ya nada espero, nada quiero, nada sueño, tu ausencia llegó a invadirme y en ella misma me dejaré ahogar.

No quiero auxilio, no pido clemencia, solo que me dejen sola hasta mas no poderte llorar, hasta que olvide que alguna vez yo pude amar.

Te borraré de mi, me secare las lágrimas, y en un último suspiro te podré olvidar. Preguntarás por mi y respuesta no tendrás.

J. Telléz