V - Encuentro en los cielos.

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=Szwarc Alina — Diario Personal:

*Un mes, eso ha pasado desde la derrota de Westerplatte y el bombardeo a la base de Zielonka. Las fuerzas restantes han tenido que reagruparse para intentar repeler a las fuerzas Alemanas. Y para colmo las fuerzas Soviéticas también nos atacaron sin razón, aunque maravillosamente aun ninguno alcanza Malaszewicze.

En Varsovia, los aviones Alemanes bombardean sin piedad alguna mientras lo que queda de la Fuerza Aérea se prepara para luchar con todas sus fuerzas, contra un enemigo que quizá no podamos vencer.*

=Cuartel de avanzada para la Luftwaffe, Radom - Polonia, Octubre de 1939 — 13:43 PM=

—¡Mein General! ¡Nuestros bombarderos están atacando Varsovia según lo previsto! —Aviso un suboficial muy bien vestido de la Luftwaffe que llegaba agitado con múltiples informes sobre la situación del frente norte.

—Perfecto... Simplemente perfecto. —Respondió pacíficamente el general Halder sin voltear hacia el soldado presente, sus ojos se concentraban en un gran mapamundi del nuevo Reich—. A este paso Polonia se rendirá en un par de días y podremos celebrar en Varsovia con un buen vino. —Agrego.

—Pero, mi general... Se ha reportado resistencia de parte de los polacos, hemos tenido bajas.

—¿Resistencia?- Pregunto aquel general mientras sus ojos café-grisáceo se cernían sobre aquel suboficial que reportaba los sucesos e intentaba no caer ante los nervios.

Aquel soldado explico la situación en el mapa, múltiples bases se reorganizaban por lo que los polacos aun conservaban algunos bombarderos. Halder reflexiono la situación, habían no más de cuatro bases operativas en la retaguardia según las imágenes de los BF-109 de reconocimiento... Pero si deseaban vencer, aquellas bases debían desaparecer.

Ese general germano sabía quien estaba calificado para la misión así que mando a llamar a uno de los líderes más aclamados de los batallones de Stukas. A los pocos minutos de la petición, el suboficial apareció con un piloto más joven que parecía llegar a unos 28 años, con una expresión seria, despreocupada y vistiendo un uniforme típico de la legión cóndor se presentó ante su general con una notable irresponsabilidad hacia su superior.

—Agradezco su presencia piloto... ¿Hérvian? —Pregunto el General al revisar los documentos y notar el peculiar nombre del piloto desde su escritorio.

—Nikolaus von Kampfreuz —Contesto, serio y mirándolo con desdén con los brazos cruzados—. Llámeme "Hérvian" otra vez y hará que el Fürher en persona deba fusilarme. —Agrego de forma altanera en amenaza dejando ver su arma

—Señor, según informes, Kampfreuz estuvo involucrado durante el asedio a Westerplatte y la ciudad de Danzig con doce bajas en su haber desde el '36.

Halder se levanto de su cómodo escritorio con los papeles en regla, esperando frente a Kampfreuz.

—Todo un AS, ¿eh Hérvian? le pondré a combatir junto a su escuadrón con la flota que atacara Varsovia, ¿Cree poder encargarse?

Kampfreuz dio media vuelta y se marcho. No soportaba que le subestimaran así, cuatro años, fueron los que él estuvo perfeccionando sus técnicas de combate y sembrando el mal sobre los cascos de sus enemigos. Una hora después sus pilotos se preparaban en un hangar, Nikolaus, apareció cargando sus mapas y su reglamentaria pistola Parabellum. Se preparó para enfilar a todos hacia Varsovia, mientras varios mecánicos le daban algunos ajustes a sus castigadas aeronaves. Nikolaus sorprendió al mecánico de turno con un grito que fingía ser del general Halder

𝕯𝖎𝖊 𝕳𝖊𝖑𝖉𝖊𝖓 𝖛𝖔𝖓 𝖂𝖆𝖗𝖘𝖈𝖍𝖆𝖚: Heroes of WarsawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora