XXIII - Recuerdos de un... Enemigo?

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=A las afueras de Smolensk - Septiembre 9, 1943 - Por la noche=

—Oye Alina, ¿Has pensado en lo que harás al llegar a Varsovia?

—Eh? —Respondería confundida—. Pues no, en realidad jamás lo pensé... —Comento pensando en la situación, con la vista fija en la fogata sobre la cual se calentaba una especie de sopa de verduras

—Supongo que tienes hasta entonces para pensar cómo vas a entrar y que vas a hacer. Pero... aunque sea sabes usar armas. —Afirmaría dudando de su capacidad de combate—. ¿Sabes usarlas, verdad?

Szwarc, con una cuchara frente a su boca quedaría pensando un segundo solo para decirle que las únicas armas que sabia utilizar, estaban montadas sobre las aeronaves que tripulaba, no le habían enseñado a utilizar armas de mano.

—Alina, ¿Cómo diablos eres piloto, si ni siquiera sabes usar armas pequeñas?

—A ver, era artillera... me dijeron que era todo lo que necesitaba saber —Afirmo recordando sus días de recluta en Polonia.

—Oye, vamos a recuperar tu hogar antes de lo que crees, pero primero vas a tener que saber utilizarlas. Tenemos algo de tiempo antes de volar al frente.

—¿Y como se supone que vas a enseñarme a disparar? Ni arma tengo. —Pregunto confundida.

Yuri se levanto tranquilo para sacar algo de los depósitos sub-alares del Ilyushin. La ametralladora de Szwarc del izquierdo, y del derecho, un Rifle y algunos pines de munición.

—Con esto te voy a entrenar. —Afirmo al golpear el suelo con la culata de su rifle. Szwarc se mostraba nerviosa.

—Dijiste armas pequeñas, esas de pequeña solo tienen la munición. —Se burlo Szwarc

Alekseenko le lanzo su arma e hizo rodar su cargador hasta ella, calo su bayoneta y clavo el rifle en el suelo para después mostrarle un estuche para pistola bajo su uniforme. El cargaba un revolver consigo al igual que la mayoría de ingleses, obviamente Szwarc se burlaría comparándolo con un forajido del viejo oeste.

—¿Quieres ir a Varsovia, o no? —Pregunto, Alina bajo la cabeza en señal de que ya no se resistiría.

—Acompáñame. —Dijo cargando sus armas.

Lo seguiría hasta un pequeño claro algo iluminado, notando que él buscaba pequeños trozos de madera y posteriormente los clavaba en la tierra como si fueran blancos, y a uno medianamente grande casi de su misma altura, le colocó un casco alemán que encontró tirado y le dibujo con un trozo de carbón un corto bigote.

—¿Hitler? —Pregunto Alina riéndose.

Alekseenko recargo el rifle y le entrego un par de pines mas, arrojándole el arma al pecho esperando que ella supiera cómo usarlo pero al ver que ella lo miraba y solo se mantenía ahí, tendría que tomar el rol de maestro.

—Es un rifle de cerrojo... dispara, recarga y apunta de nuevo. —Dijo haciendo el guiño de la recarga con sus manos—. Quiero que le dispares a los trozos pequeños desde... aquí. —Agrego.

Ella intentaría hacer lo que le decía, pero sus considerados reflectores molestarían su puntería cerca de la parte final del cañón... aun así, bastaron tres pines de cinco balas para acabar con tan solo seis objetivos. Su decepcionante rendimiento le haría replantear el uso del armamento, limitándola a solo las pistolas.

—Bueno... Toma mi revolver, y ahora dale al alemán. —Agrego señalando al gran Fürher.

Szwarc tomo el arma con una sola mano solo para darse cuenta que era más pesada de lo que pensaba y eso la ponía nerviosa al momento de disparar, quizá porque Alekseenko esperaba que hiciera algo. Szwarc disparo, pero la potencia de la pistola le haría soltar el revólver fallando el tiro... Y por la evidente frustración Alina tomaría el arma y la lanzaría derribando al gran Fürher

𝕯𝖎𝖊 𝕳𝖊𝖑𝖉𝖊𝖓 𝖛𝖔𝖓 𝖂𝖆𝖗𝖘𝖈𝖍𝖆𝖚: Heroes of WarsawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora