XXVI - Humanidad

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=24 de Julio de 1944 – Retaguardia del frente de Leópolis, República socialista de Ucrania, 6 PM=

=Nikolaus von Kampfreuz, diario personal:

*14 de Julio, 1944 - Templado con muchas nubes

Me entere que los rojos habían comenzado su avance el 13 de Julio, y tomaron por la espalda a miles de hombres desprevenidos... Tanto así que avanzaron veinte kilómetros en un solo día! Y por la escasez de combustible de la que tanto nos hemos quejado, la Luftwaffe no dio abasto... Y los partisanos ¡han destruido las vías de ferrocarril, así que los refuerzos que debían llegar, no lo hacen!

Y eso no es lo peor, cuando llegue me entere que me han quitado 22 tripulaciones de las 58 que aún tenía bajo mi mando... A que no adivinan que malnacido desgraciado dio esa orden. Así es... Göering... al parecer se entero de mi "charla" con Lichtenberg*

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Kampfreuz estaba decidido a transmitir el mensaje en que llevaba pensando desde su arribo a Berlín, aun con dolor por la puñalada del SS, movió algunas cajas de suministros frente al campamento y llamo a lo que le restaba de tropas:

—¡Atención! —Vocifero frente a las carpas del escuadrón.

Mucho de esos pilotos, no hicieron caso hasta el segundo o tercer llamado. Todos salieron lentamente con el ánimo destrozado y la moral por los suelos, algunos ni se molestaban en ocultarlo. Nikolaus, aunque no creyente, rezaba que la noticia les daría un poco de ánimo antes de volver a luchar por la causa que el también seguiría apoyando.

—Camaradas... Como sabréis, hace unos días viaje a Berlín. Intente hacer un trato con el ministerio para sacaros de aquí-

—¡No te ofendas Kampfreuz, pero te habías tardado! —Gritaron desde el fondo

-¡CIERRA LA BOCA MARKUS! —Suspiro para descargar su ira y prosiguió— ¡Lamento haberles hecho pasar por este infierno, y por eso todo el escuadrón, o lo que resta se replegara a Varsovia!

¿¡QUE!? —Gritaron en conjunto al escuchar mis palabras.

—¡Tal como escuchan! ¡No permitiré que nadie más muera en vano por ninguna orden fuera de nuestra merced! Ya hemos perdido a muchos buenos hombres y no tolerare mas misiones suicidas bajo el fanatismo hacia los delirios de Hitler!

Aquellos 64 hombres comenzaron a murmurar, con fugaces miradas que tomaban por lunático a su líder, otros quedaron como tarados y la gran mayoría solo se silencio ante la repentina postura de su superior.

—¿No te tragaste una dosis extra de Pervitin, verdad? —Pregunto Erika frente a toda la congregación..

—Vete a la mierda... —Respondió—. ¡Los que se queden aquí deberán enfrentar una muerte de la que no van a volver! ¡Ustedes tienen cosas por las cuales vivir, todos queremos abandonar estos paramos para ir a casa! —Exclamo. Se quedaron todos callados al escuchar esa última parte...

Nikolaus... —Murmuró Erika.

—Cuanto tiempo tenemos. —Pregunto uno de los médicos—

—Cuatro días, y nos largamos de aquí. —Agrego, y bajo con cuidado y bajo el sostén de Erika de las cajas que utilizaba como podio.

—Oye, ¿Por qué permites que se retiren de aquí? —Preguntó Erika, siguiendo sus pasos hasta el Stuka G-1 que se le había entregado

—Tú sabes porque, se lo merecen... Supongo

—¿Eso no es decisión del jefe de la Luftwaffe? —Pregunto.

𝕯𝖎𝖊 𝕳𝖊𝖑𝖉𝖊𝖓 𝖛𝖔𝖓 𝖂𝖆𝖗𝖘𝖈𝖍𝖆𝖚: Heroes of WarsawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora