VI - Amigo o Enemigo?

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Nikolaus von Kampfreuz, Diario Personal:

*5 de Octubre de 1939.

En las últimas etapas del plan "Fall Weiß", tanto Alemanes como esos comunistas soviéticos se repartían Polonia de acuerdo a los tratados establecidos, ya que esta había caído derrotada en poco más de dos semanas, el Ejército Polaco y la fuerza aérea Polaca habían sido reducidas a casi nada y los desesperados combates defensivos en los alrededores ya eran menos frecuentes, la última batalla de la que tenemos registro hasta ahora es la Batalla de Kock.

Me han mantenido de guardia en Radom, pero yo quiero seguir lanzando bombas sobre Europa*

=Cuartel de Operaciones Alemán, Afueras de Radom, Polonia=

Caían las dos de la tarde en Polonia, y en el cuartel alemán que yacía en el centro de una devastada ciudad los prisioneros que mantenían cautivos ahí esperaban su perdición.

La prisionera capturada hace semanas bajo manos de la Wehrmacht, ahora conocida como "Alina" había perdido toda esperanza de una victoria o de un rescate, solo esperaba que de alguna forma la dejaran vivir. Los alemanes que la trasladaron se reían cómo durante la forzada marcha hasta ese lugar, Kampfreuz le había contado todo.

La alianza con la URSS, la idea del expansionismo alemán y los estúpidos planes Franco-Británicos para Intentar ayudar a Polonia, por eso día y noche maldecía con rabia a los Alemanes e intentaba atacar en cuanta oportunidad se le presentaba causando que tuvieran que amarrarle las manos.

—¡Oye! —Exclamo Kampfreuz llamando su atención, cuando ella levanto un poco la vista arrojo una caja dentro de la "celda".

—¿Cómo esperas que lo abra? —Pregunto con un alemán fluido que estaba entre desesperanzador y desafiante.

Kampfreuz hizo oídos sordos a la pregunta limitándose a cortarle los amarres, indicándole con su arma que lo abriera si no quería que lo incinerara. Los ojos de ella se abrieron cuando vio su antiguo uniforme, creía que estaría en peores condiciones el día que tuvo que entregarlo. Cuando Alina se cambiaba, alcanzo a oír que él le decía algo.

—Arriesgo mi cabeza por dejarte conservar eso... —Explico Nikolaus de forma desinteresada

—Más vale que así sea o yo misma te la arrancaría —Respondió con tal de intentar asustarle, pero Nikolaus entro en risas bajas de nuevo y volvió a decir de forma indiferente:

—Como me sigue sorprendiendo que aun guardes esa actitud, sabiendo que podría matarte sin consecuencias.

—El sentimiento es mutuo. —Contesto.

Posteriormente llego otro hombre, parecía un superior pero aun así Kampfreuz le contestaba irrespetuosamente para segundos después retirarse con él. Una banda comenzó a tocar afuera... por las aberturas de una ventana se escuchaban varias frases en alemán y entonces, reunidos, comenzaron a cantar... Alina, apoyada en la pared cercana pensaba que en esa canción se burlaban de los vencidos por el ritmo de esta, pero una nota tirada frente a la puerta le hizo ver la realidad.

Era la letra de una canción alemana llamada "Erika" y por el poco alemán que podía leer, no tenía que ver con la guerra ni nada por el estilo.

Afuera, aunque lejos de la ventana, se le entendía a Kampfreuz que intentaba cantar con algo de felicidad, la canción le hacía recordar la familia que dejo atrás pero que con amor recordaba, eso le dio a Alina la certeza de que era cruel por gusto... Confundida y algo ruborizada por lo dulce de la melodía, pensaba que los germanos cantaban así para dales algún tipo de sentencia de muerte a los prisioneros y que la canción alegre fuera lo último que escucharan.

𝕯𝖎𝖊 𝕳𝖊𝖑𝖉𝖊𝖓 𝖛𝖔𝖓 𝖂𝖆𝖗𝖘𝖈𝖍𝖆𝖚: Heroes of WarsawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora