El Demonio Blanco

5.8K 584 104
                                    

Gente antes de comenzar su lectura quiero aclararles que escribí esta historia cuando tenía 11 o 12 años, la historia puede tener errores ortográficos, pueden encontrar la trama tonta y sin sentido, los personajes no son apegados a lo que son etc. Pensé en borrar la historia pero me trae recuerdos y amo sus comentarios así que la deje JAJAJA. Así que tómense esta historia con humor para que pasen un buen rato :)

-

—¡Mira lo que has hecho, Loki!
—gritó furioso el padre de todo. Tanto que los mismos guardianes se estremecieron ante su enojo.

El Dios de las Travesuras sonrió arrogante. Loki había causado estragos —de nuevo— en Asgard. Pero incluso él, sabía que todo se le escapó entre los dedos, su plan no había funcionado y causó más daños de los que él quería.

—Cruzaste la línea, Loki—dijo Frigga en tono serio—. Muchas personas perdieron cosas valiosas por tu ambición al trono.

—¿Y qué van a hacerme? —pregunto retador—. ¿Van a confinar a su hijo como un animal otra vez?

Frigga y Odín intercambiaron miradas, Frigga asintió y miró a Loki.

—Serás enviado a Midgard por un tiempo—Frigga decidió—. Y no podrás volver a Asgard hasta que todo vuelva a la normalidad.

-

Bucky salía de la Torre mientras pasaba por la calle oscura y frondosa de su alrededor, dirigiéndose al pequeño departamento que Steve le había conseguido hace unas semanas atrás.

Las hojas crujían cuando Bucky ponía su peso sobre ellas. Eso y el ruido del viento y las ramas de los árboles chocando era lo único que sus oídos podían captar en su pequeña caminata nocturna. De pronto, cerca de un gran macizo de flores provenían maullidos que parecían pedir ayuda.

Cuando se acercó y busco entre las flores, se dió cuenta que era un pequeño gatito blanco con grandes ojos verdes. Hacía demasiado frío, y para su mala suerte, los animales eran su debilidad. Así que decidió llevarlo con él y después pensaba en qué hacer.

Atrapó al gato entre sus brazos, con cuidado de no lastimarlo con su brazo de metal, no metiendo tanta fuerza. Los dos se miraron a los ojos, cuando el gato se cepillo entre la barba de Bucky, maullando. Una risa tierna escapó de los labios de Barnes, acariciándole su cabezita blanca.

—Supongo que me harás compañía estos días—le habló Bucky, mientras el gato se acomodó correctamente en sus brazos.

Cuando llegó a casa colgó su mochila y llaves en el perchero, dejó descansar al animal en el sofá más pequeño, no sin antes ponerle un trapo viejo para no ensuciar. Ya que, Bucky odiaba limpiar.

De millones de lugares que había en Midgard, Loki había caído cerca de la  Torre Vengadores, donde se encontraban los odiosos amigos de Thor —como a él le gustaba llamarlos—, pero Loki supone, también era parte del castigo de su madre.

—¿Tienes hambre? —preguntó Bucky, dándole una rebanada de jamón que Loki aceptó devorar segundos después.

Pasaron dos horas, Loki no se movía de su lugar y Bucky parecía ver televisión en su habitación por lo que el gato Loki podía escuchar. ¿Qué se supone qué hará?

—Esto va para largo—susurró Loki, acurrucándose más a la manta que Bucky le había dado para dormir.

EL DEMONIO BLANCO ✦ WINTERFROSTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora