"Mi amado Jungkook". ♡ [JIKOOK]

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Lo mire a mi primo fulminandolo con la mirada- No es nada amor, ve y termina de vestirte. Yo, en un rato te alcanzó- asintió dando una pequeña reverencia, y se giró sobre sus tobillos para ir hacía la habitación.

-¿Qué haces aquí?.- Le volvió a preguntar, sabía que esto no era nada bueno. Tenerlo cerca de nosotros.

-Así tratas a tu primo- se puso la mano en el mentón algo pensativo.- Tu padre está algo mal ¿verdad?.

- ¿De donde sacas eso? Mi padre aún esta bien, pero aún no....Espera - había analizado toda la situación, él estaba solo por un propósito en común. -¡Quiero que te vayas de mi casa!- le grite, algo exaltado.

-Por qué me iría- me afirmó, se levanto del sillón, -Ya sabes, JiMin lo tuyo es mío . O realmente no sabes la historia.

-Deja de hablar estupideces.

-No, no son estupideces, uno es que no lo quieras aceptar. Pero tranquilo, tarde o temprano lo terminaras aceptando.

Sabía que no debía confiar en él. Él no era una buena persona, desde que tengo memoria siempre habíamos intentado competir por lo que teníamos y a la vez queríamos más, de lo que ya teníamos.

Taehyung se levantó del sofá de la sala y se encamino hasta la puerta de la entrada de la casa, para irse.

-Nos vemos "primito"

Deje caer todo mi cuerpo sobre el sofá, no era nada bueno el que estuviera aquí, a mi madre no le iba a gustar nada la idea, se pondría mal al igual que mi padre. Además, el ahora no estaba muy bien de salud, llevé mis manos hasta mi cien intentando relajarme dando masajes en ella. Cuando sentí unas manos, posarse en mis hombros. La sostuve y la bese.

-¿Sucede algo JiMin?- me pregunto mi esposó, mientras me hacía masajes ahora el en mis hombros.

-No, ¿por qué?-era más que obvio que sucedía algo.

-Es que te escuche gritar, y eso no es lo tuyo.

-Lo siento, si te asuste, no era mi intención.

Agarre de su mano, haciéndolo rodear el sillón, para luego ponerse al frente mío.

Jungkook, se sentó sobre mi regazo, y yo en volví mis manos en su cintura. -No quiero que estés cerca de él, en ningún momento ya que creo que lo encontraras todo este tiempo rondando por estos lugares. Jungkook ¿Me escuchaste no?

El solo asintió, envolviendo sus brazos en mi cuello -No quiero que te enojes ¿sí?- escondió su rostro, en la abertura de mi cuello.

-Eres un buen niño.

[...]

Nos encontrábamos en la fiesta de mi madre, ella estaba feliz recibiendo a los invitados, más si uno de ello era mi esposó...creó que no me había equivocado en elegir una persona como él, ella al verlo lo envolvió en sus brazos dandole un abrazo, ya que lo había extrañado porque nos habíamos ido de "luna de miel."

-¿Y yo no recibire un abrazo de "bienvenida"? - forme un puchero en mis labios, haciendo algo de berrinche - algunas veces pienso, que quieres más a Jungkook, que a tu verdadero hijo. Aunch- senti, un pellizcó en mi ante-brazo proveniente de Jungkook, que luego verme quejarme sonrió.

-Claro que no, mi niño- me dio un beso en la mejilla acompañado de un abrazó. -Extrañe a los dos, pero más a Jungkook.

Los dos reímos. -Yo igual Mamá, por las dudas viste a mi padre?- le pregunté.

-Estaba en su oficina, me dijo que un rato se iba a unir a la fiesta.

-Te puedes quedar un rato con Jungkook, mientras voy a hablar con él.

-Encantada, hijo ve.

Me separe de ellos, dando un beso a Jungkook, para luego decirle que en un rato iba a volver, ya que necesitaba ir a ver a mi padre. Perdido en la multitud de personas que estaban presentes en la fiesta, me ecamine dentro de la mansión, hasta llegar a la oficina de mi padre, toque la puerta hasta que escuche un "adelante" entre y ahí se encontraba mi padre con un tabaco en su boca, y un vaso de whisky en su manos.

-Sabia que vendrias. -me dijo sacando el tabaco de su boca.-¿Te enteraste verdad? - asentí -sabia que tarde o temprano te enterarias.

-Por eso...- corrí un poco la silla, para luego sentame- el esta aquí, ¿verdad?

-Tu madre se ve hermosa- me cambió de tema - sera un golpe duró enterarse de lo que está pasando.

-Pero podemos detenerlo, aún estamos a tiempo. No dejaremos que ellos se adueñen de lo que tanto te costó levantar en la empresa Park.

Mi padre le dio una calada al cigarro y tiro todo el humo.

-Creo que ya es tardé, caí en su trampa.