《Episodio 25》 La katana del dragón carmesí

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En un sector muy aislado se hallaba una habitación al estilo japonés oscura en el que el silencioso incondicional reinaba allí, una enigmática figura sentada de rodillas meditaba al centro ensimismado en el universo de su propia conciencia ignorando toda realidad externa.

¿?: Joven Tatsumi...
¿Es necesario que toque esa puerta?
- Le consulta una voz cincurpecta que reflejaba una personalidad un poco taciturna -

Tatsumi: Miss Raiven...
- Un jovenzuelo de cabello café, ojos verdes, chaqueta blanca de suerter marrón amarillento y de pantalón negro le hablada por detrás de la puerta corrediza -
Maestra se que puede holer mi presencia por que me a sido mi tutora desde que era un niño y usted sabe que no pretendo perturbarla en su meditación a solas, pero vine a comunicarle que en la misión que la autoridad le había asignado a la señorita Akame tenemos severas dificultades de busqueda en encontrar su paradero, lamentablemente ella no regresó en el tiempo indicado de su cometido y ahora está extraviada.

Raven: Lo se...
Te agradezco la noticia aunque no me creas, confío en sus habilidades y destrezas de supervivencia que le he instruido en las artes Dragoniales por que al igual que tu y ella poseen un potencial unico habitando en sus venas que yo misma los he sentido emitiendo de ustedes al acojerlos de niños en la calles, al parecer no me he equivocado, no te preocupes estoy segura que ella sabrá areglarselas y estará bien.
- Se fía plenamente en sus capacidades -

Tatsumi: Aún así me siento intranquilo...
- Angustiado -
Es mi mejor amiga, siempre hemos enfrentado juntos esos arduos y irritables problemas que se han burlado de nuestras caras, si llegara a enterarme que si alguna desgracia le pasará yo... me.. me..le..

El infortunado muchacho sumido en lo profundo de la articulación y en la desesperación que incluso mantenía un resentimiento abisal por liquidar a toda costa a eso inmundiables que se atrevieron descaradamente a capturar a su compañera, la violencia y furia crecían en su interior y comienzaba a ponerse inestable a punto de golpear la puerta, por lo más obvio Raven lo percibió.

Raven: ¿Si ese es el modo en el que te he enseñado a canalizar tu ira?
Jovencito estas íntegramente desorientado y equivocado
.... te lo he dicho...
vamos... respira hondo y calmarte de una vez por que eso...
no te ayudará en ningún sentido a salvar a Akame...
- Le aconseja en forma sosegada pero al mismo tiempo mostrado severidad al chico y adiestrarlo como se debía -

Dichas estas palabras Tatsumi salió fuera del trance en el que se localizaba, inundaba la transpiración en el rostro apoyando su mano en la puerta con la cabeza baja se arodilla por culpa del cansancio dando respiros continuos extenuadores.

Raven: Vez...
¿Ahora cómo te sientes?

Tatsumi: - Se levanta con el aire un poco pesado respirando ahora de forma más calmada -
Si tienes razón....

De repente este le hace una forzada revenrecia al estilo japones bien recta...

Tatsumi: ¡¡ Mis sincideririsimas disculpas maestra !!
Soy una deshonra que le he fallado y no meresco ser su aprendiz, adelanté inpongame una sensación, se lo imploro...
- Rogandole subyugado -

Raven: ¿Es necesario que me exijas esto?
- Le pregunta indiferente -

Tatsumi: Em...

Raven: Aún eres un crío Tatsumi, te falta un buen tramo todavía para madurar esos intelectos tuyos, a si que recuerdalo el ser humano se conforman a partir de los errores y de las equivocaciones se aprenden

Tatsumi: Miss Raven entoces no la defraudare...
Se lo prometo con toda mi alma y mantendre las esperanzas de que algún día recuperaremos lo que nos pertenece
- Terminante se compromete a dar lo mejor de el -

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