《Episodio 38》Tiempos enrevesados

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Un joven rubio líder de un famoso grupo caza bestias y dragones se hallaba acostado en posición fetal apuertas cerradas dentro de su habitación temblando al igual que un chiquillo acobardado, este recordaba con claridad lo acontecido de esa noche cuando deambulaba a mitad de la madrugada por la prisión subterránea del alcázar.

Pese a residir en el castillo desde hace mucho tiempo jamás había tomado la iniciativa de animarse a investigar más allá de la entrada de la gruta y ahora se convenció a si mismo de ir, aunque mientras andaba
celda por celda ojeando a las distintas clases de Faunos niños, adultos, ancianos y si es que aveces criminales corrientes con algunos envueltos en peleas, disputas, inmundos, desnutridos, de andrajos y enfermizos, escuchó el surtir de unos ruidos muy peculiares que captaron su atención en totalidad que según se infería correspondían a los clamores de dos personas que al parecer sufrían de alguna especie de tortura o algo por el estilo.

Por lo que no titubio dos veces y se aventuró a inquirir en el enigma de este misterio escabullendose en cautela armado de espada y escudo en mano reclinado en la pared con el objetivo de no ser descubierto por sorpresa, avazando escondido asoma cuidadosamente la cabeza avistando a lo lejos por entremedio de las barras de un espacio cerrado a dos siluetas.

A su mala suerte no alcanzaba a distinguir bien esas siluetas borrosas en la oscuridad, sin embargo los clamores se oían fuerte y claro fijandose específicamente en la particularidad de estos que era su tonalidad un tanto extravagante y que se estimaría también como algo sumamente incomodo, hasta que al fin comprendió el verdadero escenario presente ante sus pupilas.

Era ni más ni menos que un ritual natural en proceso, si estaba presenciando a una pareja en plena relación sexsual fusionados demostrando su apasionante afección mediante a caricias amorosas, al continuar admirando está escena el justiciero comenzó a
ruborizarse a tal grado de un chili picante que raudamente retira su cabeza y se tapa su boca para evitar el escapar de un grito desaforado.

Jaune: ( Es...esos...dos sujetos... )
- Sobrecogido del espanto -
( Mierda qu...que asco... !!! )
- A toda prisa largandose con la cola entre las piernas ignorando a cualquiera a su alrededor -

De ahí no salió más de su habitación hasta la mañana siguiente, ya que aún continuaba encerrado sin ni siquiera mostrar su presencia al publico.

Pyrrha: Jaune por favor sal...
No tienes idea de cuánto nos preocupamos por ti
- Del otro lado preocupada intentando de un modo afable de convenserlo a que se enseñará -

Nora: Jajaja...
- A carcajadas -
Que tonteria tan patética de parte de ustedes,
entoces yo digo que derribemos
la puerta !!!
Así que Jaune Arc de las espadas...
- Se acerca a la puerta preparando el martillo -
¡¡¡ si no abres la puerta en tan solo diez segundos voy a partir tu...

De repente su martillo gigante es arrebatado de sus manos súbitamente.

Nora: Hee...Ren...?
Quien te crees que eres señorito japones !!!
Devuelveme a mi preciado
Magnhild ahora !!!
- Se abalanza encima de el tratando de recuperar el arma -

Ren: Chicas pienso que la mejor opción para solucionar a este problema es otorgarle a su privacidad
- Da una posible opción -

Nora: Privacidad?

Pyhhra: Si Ren tiene razón
respecto a eso
- De acuerdo con la idea -
Creo que será la alternativa más adecuada si queremos que el regrese a ser nuestro Jaune de antes,
Si es que llega a funcionar...
- Incierta -

Nora: Ok...
si Pyhhra esta de acuerdo...

Los días discurrian a semanas y posteriormente a meses en la cual multiples acontecimientos se efectuaron, tales como el infausto destino de la heredera helada que desafortuno por completo su desdichada vida más de lo de
que ya era.

 🐉La sangre Dragonial🐉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora