5- 11 y 9 años

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Izuki silbaba mientas escuchaba a su hija tararear la canción que sonaba en la radio, ella cortaba lo necesario para comenzar a preparar katsudon y trataba de enseñarle a su hija, pero luego de que la rubia de ojos rojos casi se cortara 3 dedos por andar distraída, prefirió que viera y que en lo tanto ayudara a ordenar la casa para poder recibir a su padre quien salía del trabajo y a su hermano, quien vendría con su padre luego de sus clases de violín. Aunque si hija se había visto interesada un tiempo por la música, se espantó cuando en una ocasión sacó el violín de su hermano y por un descuido, le sacó una cuerda; tal fue su pánico que trató de colocarla nuevamente y al fallar, se puso a llorar como loca.

- ¿tú no tienes una presentación esta semana? -dijo su madre dándose la vuelta, su hija le devolvió la mirada y sonrió amplio.

- sí, de inglés -dijo la chica y su madre sonrió un poco, alzando su ceja.

- ¿y? ¿te la sabes? -le cuestionó y vió como su hija se ruborizó un poco, no se la sabía y ya se había delatado.

- claro que sí -le mintió, Izuki asintió suavemente con su cabeza y caminó donde su hija, quien estaba sentada en el sillón, la menor se paró algo asustada y miró a su madre con ojos de pánico.

- bien, párate ahí y recítamela -dijo con simpleza en lo que se ponía cómoda, su hija gruñó y se paró frente a ella, detrás de la mesa. Debería aplicar la improvisación si quería salir con May ese fin de semana.

- well, the beginning of the... Uh... heroes... -murmuró y hubo un momento de silencio- bien, no se nada, lo admito -dijo la chica y su madre negó con su cabeza, sin embargo se formó una sonrisa en sus labios.

- trae el papel y ponte a estudiar, en voz alta -dijo ella y se levantó, caminando a la cocina y abriendo un gabinete, donde estaban los fideos- te quiero aquí sentada! -dijo alto y escuchó como su hija soltaba un "sí" con un tono de desgracia, cuando su hija volvió con el papel, pasaron 20 minutos escuchando envueltas en la presentación hasta que se escuchó la puerta, ambas miraron y sonrieron amplio al ver que el joven con su padre habían vuelto.

- llegamos -dijeron al unísono en lo que se sacaban los zapatos, Hiro traía su estuche de violín en la mano y en la otra traía un ramo de flores rosadas.

- te las trajimos, Hiro las eligió para ti -dijo su marido entrando con las bolsas de compras en una mano y las dejó sobre el mesón, dejó un beso en la cabeza de su hija en lo que esta reía y luego fue donde su esposa, dejó un dulce beso en los labios de esta, sin embargo la peliverde agarró el labio inferior de Katsuki, logrando que ambos menores dijeran un "ew" poco disimulados, la pareja sonrió y se separaron, ella buscó inmediatamente un florero con agua y en lo que lo hacía, habló Kacchan.

- Hicchan, dile a tu madre tu nuevo descubrimiento -dijo su padre y la chica aprovechó la ocasión para excabullirse al baño.

- ¿que los fideos para soba están de oferta en el supermercado? -dijo un poco confundido el niño y su madre soltó una carcajada por lo que dijo, su padre le negó con la cabeza.

- lo otro -dijo su padre y el pequeño frunció un poco el entrecejo.

- uh, ¿que me llevaste por un helado? -dijo y Katsuki abrió sus ojos como platos, Izuki miró a su marido y sacó el florero.

- Kacchan! Ya lo hablamos! -dijo ella y él suspiró, miró a su hijo y lo apuntó con el dedo.

- despídete de los helados después de clase -le siseó y su hijo frunció más el entrecejo.

- ¿qué? Tú me dijiste que s-

- lo de tu clase de violín! -dijo el rubio al verse algo acorralado y la boca del chico rizado se formó en una "o", asintiendo poco después.

- sí, un compañero que tengo hace poco va en mi clase -dijo el primogénito y miró a su madre, haciendo que dejara de intentar matar con la mirada a su padre, ella miró a su hijo y le sonrió suavemente.

- ¿sí? ¿cómo se llama? -dijo su madre y el chico tomó el lugar que tenía Yuko antes.

- Yoshio Hana -dijo con simpleza su hijo.

- Hana -murmuró su madre y ladeó la cabeza- no me suena el apellido -murmuró y su padre alzó los hombros.

- son nuevos, vienen de la prefectura de Hokkaido -dijo su hijo y sonrió un poco- es simpático, aunque no tiene poderes como yo, pero dijo que eso no lo deprime -dijo su hijo, mientras su padre asentía suavemente, a su madre se le apretaba el corazón.

- podrías invitarlo alguna vez -dijo ella y vió coml su hijo negó con la cabeza.

- sí, ya lo hice, vendrá el lunes para poder hacer las tareas conmigo -dijo con ánimo el chico, levantándose luego del asiento y fue al refrigerador, para sacar una botella de agua.

- ¿y Yuko? -dijo Katsuki derrepente, haciendo que su madre mirara el lugar vacío.

- esa niña -dijo y apretó el puente de su nariz, suspirando luego y negó con su cabeza.- Hiro, trae a tu hermana y dile que siga con su presentación, no la dejaré tranquila hasta que se la sepa de memoria -murmuró ella y Hiro se levantó, yendo a buscar a su hermana.

- Izu -dijo su esposo cuando se fue el chico, cerrando la puerta de la cocina.- ¿crees que pase con Hiro y ese chico lo que pasó contigo y yo hace años? -dijo y pudo notar la pecosa que había angustia en su voz.

Mientras su padres hablaban, ambos niños escuchaban parados detrás de la puerta, Yuko ladeó su cabeza y miró a su hermano.

- ¿a qué se refiere a con lo que pasó con ellos? -dijo la rubia y miró a su hermano, este alzó sus hombros casi con indiferencia, tratando de no mostrarse interesado a pesar de que lo estaba, su hermana creyéndose el ademán toco la puerta, logrando que se abriera esta y les dejaran pasar.

BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora