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>contenido explícito.

—¿Dónde está la regla? —Preguntó Michael.

—Uh, no lo sé, por ahí. —Respondió despreocupado el rubio.

—La necesito, ¿Puedes buscarla, por favor? —Rogó con un puchero en sus labios. Luke no se resistió.

Luke se levantó con pereza y comenzó a levantar papeles, marcadores, lapiceros, colores y además cosas que habían en el suelo.

—Calum, ¿Dónde está la maldita regla? Mike la necesita.

—Qué sé yo. Casey la tenía. —Se excusó y continuó en lo suyo, pintando algunos dibujos que había hecho.

—A mi no me mires, Luke. Rena me la pidió. —Negó sin levantar la mirada de su parte del trabajo.

—Nia me la quitó. —Respondió de inmediato la pelirosada.

—Uh, ¿Ian? —Preguntó dudosa. —¿Y la regla?

—Mali me dijo que la necesitaba. —Alzó los hombros, simple.

El rubio se quejó y echó su cabeza para atrás, nadie sabía dónde estaba la maldita regla.

Michael miró de reojo a Luke, y se veía tan lindo estresado, que no pudo evitar sonreír.

—Michael. —La señora Hemmings entró al cuarto de Luke, donde todos los amigos estaban reunidos haciendo un ensayo en grupo. —¿Puedes venir un momento? —Pidió, y todos se quedaron en silencio y miraron con cierto temor al mencionado.

Él asintió y se levantó del suelo, tapó su lapicero azul y caminó hasta la puerta evitando pisar a sus compañeros o sus trabajos.

Se alejaron lo suficiente de la habitación, llegaron hasta una especie de hall mientras Michael mordía el interior de sus mejillas gracias a la ansiedad de saber que pasaba, ¿Había hecho algo mal?

—¿Pasa algo? —Preguntó un tanto asustado.

—Andy y yo queremos hablar contigo. —Dijo sin expresión alguna y ésto hizo asustar al pelinegro.

Así que caminó junto a Liz hasta la oficina del señor Hemmings y tomó asiento donde le indicaron.

"¿Se habrán dado cuenta del beso? ¿O de las miradas que Luke y Michael solían compartir?"

Porque, vamos, un mes y medio de miradas pícaras entre ambos era algo difícil de ocultar. Y eso era obvio.

Comenzó a morder sus uñas, tomó asiento en la oficina de Andy, justo frente a él. ¿Lo iba a despedir?

—Michael, no sé por dónde empezar. —Comenzó a hablar Andrew. —Quisiera agradecerte por todo lo que has hecho por Luke.

—¿Me va a despedir? —Se arriesgó a preguntar, dándose un golpe mental por su imprudencia.

Liz rió y Michael se removió en su asiento, avergonzado.

—Oh, claro que no. Mike, ¡Luke está haciendo sus deberes! —Exclamó, como si nunca lo hubiera visto hacerlos. —¡Él nunca traía a sus amigos a hacer deberes! —De hecho, nunca lo había visto hacerlos.

—¿Nunca? —Arqueó su ceja. Era imposible que Luke no hiciera sus trabajos.

—Cuando Liz y yo salíamos, él traía a sus amigos a tomar cerveza y a hacer retos ridículos. Michael, nunca habíamos visto a esos chicos tomar un lápiz, pero desde que estás tú, todo cambió.

El pelinegro sintió vergüenza ajena por Luke, ¿Enserio desperdiciaba su vida de esa manera? Y por otro lado se sintió especial, ¿Él había cambiado eso? ¿Acaso él había sido el motivo de el cambio de Luke?

protection;;mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora