Prologo

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Aún recuerdo el ataque al mi planeta como si hubiese ocurrido ayer.

Yo estaba en la academia de cadetes, primer año de ingreso, recuerdo estar en clase, cuando de repente las luces del lugar se apagaron, luego unas luces de color rojo las suplieron, el caos inundo el aula, mientras la profesora los trataba de calmar y nos sacaba al pasillo.

Una vez fuera del aula, todos estaban corriendo de un lado al otro, con unas caras de miedo dibujadas en sus caras, la profesora nos dio la orden de ir al ascensor espacial, ese nos sacaría de aquí, entonces se sintió un gran temblor, caí al suelo y alce la mirada una gran nube de polvo se iba por el pasillo y se dirigía hacia mí, cerré los ojos y sentí como esta me cubría

Una vez me sentí seguro, alce la vista, había escombros por todos lados, las luces parpadeaban y pude ver un gran trozo de escombro que había perforado el techo de aquel pasillo, mire a mi alrededor y estaba completamente solo , me puse de pie y al mirar por la ventana, no lo podía creer, el ascensor un gran tubo gigantesco que nos llevaba a una estación fuera de la atmosfera del planeta, estaba allí, o al menos una parte, luego vi los cuerpos de los que no lograron llegar al final del recorrido del ascensor, había, cuerpos mutilados, partidos en dos, decapitados, piernas, brazos, órganos por allí y por allá, sentí nauseas por la impresión y vomite, luego de eso, seguí caminando y al doblar una esquina me encontré con algo que me helo la sangre.

Era un elite del covenant, me escondí detrás de la esquina, y rece para que este no me hubiese visto, luego comencé a escuchar lo pasos provenientes de ese pasillo dirigirse hacia mí, PUM, PUM, ¡PUM!, sentí que una mano me tomaba de la camiseta y me aventaron contra una pared, mire quien era mi agresor, fue aquel sangheili, quien caminaba hacia mi con espada en mano, me tomo del cuello de la camisa y me alzo hasta estar a la altura de su cara, una vez allí me dijo algo que era incomprensible para mí, luego rio listo para clavarme su espada de energía.

Pero alguien me salvo, la que pude ver que alguien le clavaba una navaja a el elite en el cuello, este grito de dolor y me dejo caer, una vez en el suelo pude ver que alguien se había subido a la espalda del elite y lo seguía apuñalando sin parar.

- ¡CORRE! - me grito el

Sali corriendo de ese lugar, dejando a ese chico atrás, tenia ganas de llorar, pero no había tiempo, ahora solo necesitaba salir de allí para ver como esta todo haya afuera, corrí y cruce un pasillo y al final de este estaba la puerta de salida de la academia, corrí hacia ella y la cruce una vez fuera me quede paspado por aquella escena.

La ciudad en la que me había criado de niño, estaba quemada, carbonizada, columnas de humo emanaban de edificios y naves pasaban volando sobre estos, destruyendo todo lo que estaba a su paso, pero mire con más atención al cielo, había cruceros de batalla del covenant, los cuales estaban preparando un ataque inminente, mientras cargaban su rayo para vitrificar la ciudad.

Se vio un gran rayo de luz casi cegador que impacto en la ciudad, luego una gran explosión casi ensordecedora y por último una onda de expansión que me tiro al suelo y quebró cada cristal de la academia.

Me puse de pie y algo pasaba, pues el rayo había parado de disparar, luego de eso, la nave se quedo allí flotando mientras activaba otro rayo, con el cual desplego a sus tropas.

Entre a la academia de nuevo y fui a la armería, tomé una mochila, un rifle de asalto, magnum, una DMR, un pack de supervivencia, un cuchillo táctico y mucha munición. Luego fui a la cocina, tomé algunos suministros, agua y una estafeta portátil.

Al salir de la cocina, un kig-yar me tomo por sorpresa, tacleándome y tirando me al suelo.

-jaja, humano inútil- dijo el

Me puse de pie y tomé el cuchillo, mientras el aun me apuntaba con un arma.

-no, podrás hacerme daño-

Corrí hacia el y disparo, apenas y me libre del disparo y lo patee, él se cayó al suelo y justo antes de que se pusiera de pie, clave el cuchillo en su ojo, el chillo de dolor y pidió clemencia, pero no fue que se callo hasta que clave mas el cuchillo, una vez estaba muerto, me senté y me recargue en una pared.

Me sentía agitado, cansado, adolorido y culpable a la vez, me sentía culpable solo por que escuche al kig-yar pedir perdón (me estoy convirtiendo en un monstruo), pero luego vi al kig-yar y sabia que si no hacia eso el me hubiese hecho lo mismo y sin sentir ni una sola pisca de culpa.

Sali de la academia y me interne el en bosque, donde esperaba evitar a la mayor cantidad de Covies, posibles y así a sido mi vida por 6 malditos meses.

Las ciudades mas importantes ahora son solo ruinas, algunos lugar hay que evitarlos por los covenant y es mejor evitar a la gente ya que no sabes que intenciones tengan, ya saben cuando el humano entra en situaciones de extrema hambre, llegan a perder la cordura.

El supervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora