Capítulo 18: Recogiendo los pedazos de un alma rota

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Seguía temblando, hace mucho que no sentía nada igual, miedo, desesperación, hace un rato que no sentía ese hormigueo por mi espalda que me decía, ten cuidado, aléjate de ahí, ¡CORRE!, mire mis manos y piernas, aún estaba temblando, cerré mis ojos, tome una bocanada de aire y luego la deje escavar lentamente, repetí el proceso varias veces hasta estar en completa calma.

-¡¿PERO QUE CARAJOS TE PASA?!- grito skadi en el altavoz de mi oído-¡¿QUÉ MIERDA QUERIAS INTENTAR CON ESO?!-gritaba, estaba muy enojada y se le oía desesperada

-yo...- fue lo único que pude decir, mi corazón latía con fuerza aun, vi que alex estaba aún ahí, sentado con la cabeza entre las piernas, cubierta por sus brazos.

-¡MIRA SU ELECTROCARDIOGRAMA, ESTA POR LAS NUBES!-grito skadi, luego de eso proyecto en la HUD de mi casco el electrocardiograma de alex, este estaba muy acelerado, incluso latía más rápido que el de un adulto humano. Camine lentamente hacia él, pero otro regaño de skadi me detuvo.

-¡DETENTE AHÍ, ALEX NO TE NECESETITA EN ESTE MOMENTO, SOLO...VETE A OTRO LUGAR!, ya hiciste suficiente aquí-dijo ella con mucha firmeza

Las palabras de ella me bombardearon e hicieron que me derrumbara, di media vuelta, y camine con brazos cruzados y al borde del llanto, fui al otro lado de la sala, había un saco de boxeo, me puse posición y comencé a darle golpe tras golpe, al tiempo que pensaba lo mierda que había sido con alex, cada vez que repasaba lo que le había dicho, mis golpes incrementaban, hasta que de un puñetazo, rompí el saco el cual comenzó a tirar arena por doquier, con nudillos hinchados y mi honor herido.

Fui por otro a un armario que estaba por ahí y lo colgué de nuevo donde estaba el anterior, entonces lo seguí golpeando, "eres una gran mierda", "como se te ocurrió hacer eso", "solo lo dejaste peor".

Mis nudillos comenzaron a dolerme, pero seguí golpeando con fuerza, seguí golpeado aquel saco, sentía como el sudor se deslizaba por mis manos, el dolor poco a poco comenzó a subir de intensidad hasta que deje de golpear, mire mis nudillos, estaban sangrando e incluso podía ver algo de hueso asomarse por ahí, mire al suelo y no era sudor lo que goteaba de mis manos, si no mi sangre de color purpura.

Una vez vi eso, el dolor en mis nudillos se hizo más agudo, al punto de que no podía mover mis manos, fui y me senté en una banca de ahí, tome un par de toallas y las ocupe para envolver mis manos, repose mis brazos sobre mis piernas y deje mi mirada baja mientras pensaba en lo que acababa de hacer.

Escuche los pasos de alguien, mire a un lado, era alex quien venía hacia donde me encontraba, su rostro reflejaba las señales de haber llorado mucho, sus ojos rojos, pero la mirada en su rostro era inexpresiva, no reflejaba mi tristeza o enojo, solo seriedad.

El caminaba hacia mí con una mano en la espalda, escondía algo detrás de sí, levante la mirada, tenía miedo de que viniera a intentar hacer me algo, me hice un poco para atrás, pero al recargar mi mano, un dolor se disparó por todo mi brazo, alex se detuvo y solo se me quedo viendo.

-tus manos, no pueden estar asi-dijo el ahora más calmado- solo vine a ayudarte- dijo al tiempo que sacaba su mano de detrás de eso y tenía unas vendas y un líquido para desinfectar, me relaje un poco y volví a la posición en la que estaba pero sin quitarle la mirada de encima a alex.

Él se paró frente a mí, se arrodillo puso los utensilios en el suelo y luego volteo a mirarme.

-¿podrías darme tu mano?, la que sea- dijo, le di mi mano derecha

El la tomo con suavidad y la desenvolvió de la toalla, al ver como se encontraba el hizo una mueca de dolor, tomo la botella de desinfectante de heridas, la destapo y luego tomo una gasa la cual mojo con el líquido.

-esto te va a doler un poco-dijo el

-alex yo...está bien- dije, quería hablar de lo ocurrido, pero no tenía el valor suficiente para hacerlo

Alex puso la gasa sobre mi herida, el líquido al entrar en contacto con mi piel hizo que me doliera más de lo que ya me dolía, grite un poco, pero trate de contenerme para no llamar tanto la atención.

-ya tranquila, tranquila, ya va a pasar solo resiste- dijo alex al tiempo que daba vueltas la venda sobre mi mano para que la gasa no se cayera, una vez termino, el, la puso de tal manera para que pudiera cerrar bien mi mano y moverla con libertad, alex repitió lo mismo con mi otra mano, el líquido desinfectante al tener también un poco de anestesia hiso que el dolor desapareciera por completo, ahora podía mover mis manos de nuevo.

-gracias por ayudarme con esto- dije

-no hay de que- respondió el quien se sentó a un lado de mi mirando a quien sabe dónde, como si esperara algo, poco a poco junte el valor para poder hablar con alex sobre lo ocurrido.

-alex, yo...-

-no es necesaria una disculpa de tu parte ema- dijo el, sus palabras me hacían sentir bien, pero por que este sentimiento de culpa

-no fue justo lo que te hice, tu hice derrumbarte, creí que de verdad te había lastimado- dije

-lo que hiciste, se le llama terapia de choque, haces que el sujeto enfrente a sus problemas de golpe, es un arma de doble filo, haciéndole daño al que se la aplican y al aplicador, al menos a veces al aplicador, pero lo que me dijiste, fue tan directo y chocante, pero me ayudo, una vez me calme y entendí lo que me dijiste, tenías razón, no había razón para seguir lamentándome, a ella le hubiera gustado verme bien, y siguiendo este camino- dijo el con calma

No pude evitar que se me salieran unas cuantas lágrimas, toda esa presión y miedo salían de mi cuerpo en forma de estas.

-yo soy el que debería disculparse, ema, casi te mato, de no ser porque eres más fuerte...yo...yo- el se puso un poco mal y triste, le remordía eso que casi me hacía, asi que lo tome, lo cargue y lo senté sobre mis piernas mirando hacia enfrente, recargue mi cabeza encima de la del mientras lo abrasaba con fuerza.

-no fue tu culpa, yo, yo fui la tonta que te orillo a hacer eso, solo escúchame, no te mortifiques por eso- dije

-ema, lo que me dio más miedo de eso fue ver tu rostro, tenías miedo te veías asustada, pero mi enojo, mi enojo me hizo querer matarte-

-pero no lo hiciste, eso pasó, no lo hiciste, eso te hace más humano que cualquiera en esta base-

-¿enserio piensas eso?-dijo el, entonces lo baje de mis piernas y le di la vuelta para quedar cara a cara

-sí, eso pienso, eres el más humano de aquí, porque, bueno pues, te hiciste amigo de un ex soldado covenant, una soldado sangheili que lo hubiera matado a el de no ser por ti y por dios, alex te enamoraste en medio de toda esta mierda, es lo bueno de ti, tienes más corazón y alma que otros aquí-

Alex me miro con algunas lágrimas de felicidad y me abraso, me sorprendí ya que nunca me había pasado esto con él, me sentía bien, tranquila y en paz, le devolví el gesto y estuvimos así un momento, hasta que la IA de las instalaciones nos habló.

-A los miembros del escuadrón Prometeo, repórtense en sus habitaciones, se les solicita ahí de inmediato-

-¿Qué sucede?- pregunto alex a la IA de los altavoces

-aparentemente tienen un nuevo miembro soldado-respondió ella

Alex y yo nos miramos, confundidos, preguntándonos por que no nos había avisado

-¿Qué te parece si vamos?- dije

-pues a ver-dijo el

Salimos del gimnasio, dirigiéndonos a ver al nuevo miembro, ahora sin ninguna tención o problema.

El supervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora