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AQUELLA TARDE DE VERANO todo lucia común en la casa de la abuela Molly, la madriguera estaba repleta de gente. Todos los Weasley, incluyendo a los Potter y a Teddy Lupin, se encontraban disfrutando de un día familiar. Molly, sus nueras, hija y una que otra nieta estaban preparando la comida. Harry y Ron como habitualmente hacían hablaban sobre el ministerio de magia y quidditch cosa que no le desagradaba escuchar al abuelo Arthur, quien era fanático y tenía sorprendentes opiniones que agregar a la charla de los inseparables amigos. Rose estaba en compañía de su primo Albus leyendo unas novelas muggles, Lily se distraía en el teléfono celular mientras su tío Percy le hablaba a su hija Lucy sobre un tema que ella consideraba aburridisimo. Fred y James estaban en el patio mientras el azabache le contaba a su primo sobre una de sus últimas conquistas, una chica tremendamente sexy según explicaba. James era un rompecorazones.
—Te la deberías imaginar Freddie, esa chica tiene un cuerpo que te mueres—narró James—Te invitarla a una cita doble con una de sus amigas que no es para nada fea—acotó el Potter—Pero prefieres ser novio de esa francesa, a la que nadie conocemos— acusó como si tener un noviazgo serio le pareciera un pecado. —Si te soy sincero estoy comenzando a dudar de que sea verdad.—Dijo James burlándose de su primo.
—Te apuesto toda mi colección de productos Weasley—contestó Fred seguro—A que esa conquista pasajera tuya, no le llega ni a los talones a mi preciosa novia.—aseguro el pelirrojo.
—Cuéntame más de la chica imaginaria que te trae loco primito— lo incito.
—Pues para empezar, ella tiene unos ojos bellísimos James, y su rostro...parece el de una muñeca, es rubia—comentó el Weasley pensativo—y su cuerpo, es tremendamente sexy, sus piernas son largas y bastante bonitas—Dijo sin una pizca de vergüenza ante la cara de enamorado que ponía, dejando a James paralizado, si esa chica era o no real, estaba seguro de que había flechado por completo a Fred como para que hablara de ella como si fuera un ángel.
—Pues sigo dudando de su existencia—bromeó James queriendo hacer enojar al pelirrojo.
Fred estaba a punto de defenderse pero un grito los interrumpió.
—¡A comer!—Exclamo Ginny Weasley, ahora la esposa del niño que vivió, quien ya era más bien el adulto que vivió: Harry James Potter.
Los chicos tomaron sus asientos en la gran mesa que estaba de aquel largo debido a la cantidad de personas que había en el patio.
Ahí estaban todos, desde el trío de oro, hasta el trío de plata.
Fred se acercó a la equina donde normalmente se sentaba, justo enfrente de su padre y su madre, al lado de su primo Louis y su primo favorito James.
Fred estaba concentrado pensando en la chica que le robaba la atención aun estado a kilómetros de distancia. Si le hubieran contado antes que en un futuro estaría así de enamorado probablemente se reiría.
—¿Que le sucede a Fred?—Preguntó Dominique por lo bajo, pues era el único Weasley que no se estaba atacando con la comida en aquella mesa.
—Esta pensando en su novia imaginaria—comentó James a medio tragar la comida, siendo regañado por su madre.
—¿Imaginaria?—preguntó un burlón George, uniéndose por primera vez a la conversación.
—Imaginaria tío—aseguró James—¿O es que acaso alguna vez la hemos visto?—arqueo una ceja en dirección a su primo, como si esperara que respondiera con alguna excusa.
—Dejen en paz a Freddie-Lo defendió Angelina
—¿Cuanto tiempo dices que llevas de novio con esta chica hijo?-preguntó, para ese entonces toda la mesa estaba concentrada a lo que hablaba la familia Weasley Johnson.
—Si no me equivoco estamos por cumplir un año, la conocí cuando fui con papá a Francia por el unos asuntos de la tienda.—respondió con tranquilidad el pelirrojo, dejando a todos asombrados.
—¿Estas seguro de que la chica es real?—preguntó un consternado George. Recordaba bien el viaje a Francia, también recordaba que no le había seguido mucho el rastro a su hijo esos días pues el trabajo lo tenía muy ocupado. Si lo pensaba con detenimiento caía en cuenta de que Fred había tenido mucho tiempo para conocer la ciudad.
—Segurísimo—Respondió su hijo riendo.
—Sigo sin creerlo—admitió Ron bebiendo un poco de jugo.
—Ella es realmente bonita, soy afortunado.—contestó Fred con una cara de enamorado tremenda, que hizo a la mayoría de chicas en aquella mesa chillar de ternura.
—¿Como es posible que una chica se enamorara de ti?—preguntó asqueada Roxanne su hermana.
—Siempre he sido muy guapo— Dijo Fred con un aire pomposo.
—Vaya que se nota que convives con James—burló ahora Albus recibiendo un codazo de su hermano mayor.
—Fred—Le llamó la atención su padre.—No está bien usar amortentia—lo reprendió haciendo que todos rieran ante su insinuación.
—¡Ella es real, y no tuve que darle ninguna poción para que se enamorara de mi!— aclaró el pelirrojo ya enfadado.
—La chica es real—hablo por primera vez Louis tratando de apoyar a Fred —Ella es real y es de las chicas más bonitas de Beuxbatons.—aseguró recibiendo un asentimiento de parte de Victorie y Dominique
—Bueno, creo que ya va siendo hora de que nos presentes a la princesa francesa tuya— le dijo James, como si lo estuviera retando a presentarle a su chica a aquella gran familia de pelirrojos y héroes de la segunda guerra mágica. Y James lo sabía, conocía bien a Fred. Nunca se negaba ante un reto.
—Es exactamente lo que va a suceder cornamenta—le dijo Fred—Quería avisarles antes, pero mi novia vendrá a Londres la próxima semana, y está emocionada por conocerlos .—anunció dejando a la familia más que impresionada. Realmente no podían esperar a conocerla.
