𝒴𝒪𝒰𝒯ℋ • 𝓯𝓻𝓮𝓭 𝔀𝓮𝓪𝓼𝓵𝓮𝔂 𝖨𝖨

17| CHARLAS PADRE-HIJO

Fred tenía una idea rondando por su mente desde semanas atrás, estaba por cumplir dos años de relación con America, hacían todo tipo de cosas juntos y se amaban con locura; Fred se encontraba completamente seguro de querer hacer aquello pero aún así debía de tener ese charla con su padre, de cualquier modo el había pasado antes por eso.

En el otro extremo de la tienda de bromas se encontraba George, haciendo algo de inventario, aunque si bien sus pensamientos se enfocaban en la extraña actitud de su hijo. Le intrigaba saber que era lo que tanto lió de ideas le causaba.

George había aprendido a tolerar más a la chica, aunque sabía que tarde o temprano ella lastimaría a su hijo, cosa que el esperaba fuera más bien temprano pues de aquella forma Fred no se aferraría tanto a ella.
Desde la mañana George tenía la intención de invitar a Fred por un trago a las tres escobas, después de todo aquella idea parecía contar con el momento ideal para hablar con Fred y que este se sincerara.

El reloj sonó y tanto padre como hijo comenzaron a despedir a los empleados y cerrar el local.

—¡Fred!— lo llamo George saliendo de su oficina.

—¿Si papá?

—Vamos a tres escobas por un trago—aquello hizo que Fred levantara una ceja en modo de intriga.

—No me mires así, hemos tenido un día bastante largo, nos lo merecemos. Además eres mayor de edad Fred.

—Creo que no me vendría mal—Dijo el muchacho sobando su cuello.

Fred y George llevaban ya un rato en el bar, habían bebido un par de tragos y George aprovecho para hablar.

—Has estado raro últimamente.— soltó.

—¿A que te refieres con raro?

—Callado y muy pensativo. No te ríes de mis bromas a Ron, eso si es preocupante.— bromeó.

—A decir verdad hay algo que no me deja tranquilo, quiero hacer algo pero no se si sea lo suficientemente valiente...

—¡Caramba Fred!-Dijo el pelirrojo tomando un respiro—Eres un Weasley, hijo de dos valientes Gryffindors que te apoyan y creen que tienes las agallas suficientes para hacer lo que quieras, no deberías preocuparte por tenerlo el valor de hacer algo.—lo apoyo palmeando su hombro.

—Es que esto es grande papá, pero siento que es lo correcto. Es lo que quiero.—Habló con decisión el joven.

Impacientemente George tomo a su hijo por los hombros—Y, ¿que esperas para contarme de que se trata?

—Quiero proponerle matrimonio a America-aquello lo dijo el joven con un brillo de ilusión enorme y son una grandísima sonrisa, mientras que su padre intentaba procesar tales palabras.

—¿No dirás nada?— Fred soltó una risa al ver la reacción de su padre.

George carraspeó para darle una sonrisa fingida al muchacho.

—Eres mayor para saber qué es lo que quieres Fred, y si lo que quieres es eso deberías hacerlo. Aunque creo deberías esperar un poco, al menos hasta que estés completamente seguro. El matrimonio es una cosa seria— y el chico asintió de acuerdo con el consejo, esperaría. Aunque no quería tener que esperar bastante.

George si quiera se había molestado en intentar que su hijo cambiara de opinión, después de todo como cualquier Weasley: Si una idea estaba en su cabeza, no habría mago que lo obligara a cambiarla.

Solo esperaba que Merlin se apiadara de él y ayudará a su hijo a entrar en razón.