05|04 HIJA

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— LA BODA: primera parte

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— LA BODA: primera parte. —

El día de la boda había llegado y  America estaba hablado con su padre quien le preguntaba si no quería fugarse con el.
El hombre aún tenía la esperanza de que su pequeña niña no se fuera de su lado.

—Se que amas a ese pelirrojo, y yo te amo a ti y por eso estoy seguro de que te tratará como una princesa.

—Solo ha habido un hombre que me ha hecho sentir de esa forma desde que nací, y que me casé con Fred no quiere decir que tenga que dejar de ser tú bebé.— sollozo America mientras lo abrazaba con fuerza, como cuando era pequeña y sus hermanos la molestaban.

—Ya admite que siempre ha sido tu favorita papá.— se burló Trent uniéndose al abrazo. Pronto sus otros tres hermanos también se habían amontonado haciendo que America y su padre rieran.

—Siempre supe que serías la primera en casarse.— dijo su podré encogiéndose de hombros.

—¡Eso dolió papá!

—Eres muy fuckboy como para querer tanto compromiso.— acusó la rubia sacándole la lengua a su hermano.

—¡Pues tú eres boba!

—¡Papá!— reclamaron ambos. El nombrado negó con una sonrisa. ¿Cundo habían crecido tan rápido?

—¿Papá?—habló uno de los gemelos.

—Necesitamos hablar contigo.—agregó el otro.

—¿No puede esperar hasta mañana?

—Es urgente.— sentenciaron al unísono.

—¿Que ocurre?

—Ahora que America se va de la casa ¿podemos ocupar su cuarto?

—¿para que quieren mi cuarto sabandijas?

—Necesitamos un taller para trabajar en nuestras bromas.

—Los gemelos Weasley tenían uno cuando comenzaron con los sortilegios después de dejar Hogwarts.

—De ninguna madera tendrán mi cuarto.— se negó America.

—Pero...

—Hablaremos de eso luego.— acordó su padre palmeando los hombros de cada uno.—Me asustaron chicos, pensé que dirían que habían embarazado a alguien.

—Ni que fuéramos America.

—¿¡Estas embarazada?!

—Eeeeh no. Ya sabes que bromistas son tus hijos.

—Tienes razón se que el primero en dejar embarazada a alguien sería Thomas.
El nombrado se quejó.

Los gemelos no pudieron contenerse y gritaron al unísono "¡Fucking mint!"

—Ya dejemos a su hermana un rato.— ordenó su padre empujando a todos a la puerta.

La paz de America duro poco pues al tiempo ya estaba otra vez rodeada de gente. Específicamente rodeada de las pelirrojas que serían sus damas.

—Te vez magnífica.— le dijo su madre besando su mejilla.

—Estoy muy feliz por ti cariño.—confesó su madrina a punto de dejar salir las lágrimas. America imaginaba el encuentro de emociones que sentía en aquel momento, además de felicidad sabía que estaba nostálgica.
Ella no había podido casarse con su Weasley, el tiempo y el destino se lo había impedido.

Un par de golpes en la puerta hizo a todas voltear en la dirección del sonido.

—Tío George— saludo Lily quien había abierto.

—Buenos días. Te vez exactamente como mi hermanita Ginny hoy Lils.

—Gracias tío.

—Vengo a hablar con mi futura nuera ¿se puede?

America asintió con la cabeza y rápidamente el cuarto se fue vaciando.
La madrina de la rubia se preguntaba qué había ido a hacer George ahí, no pudo ver ningún indicio en su mirada, lo que si pudo ver es que ya no la miraba con rencor. Antes de salir le había regalado la misma mirada que siempre portaba, esa mirada traviesa que lo caracterizaba.

—¿Todo bien señor Weasley? ¿Está Fred bien?

—Está mejor que nunca y eso es gracias a ti hija.

America se sentía sorprendida de que George la llamara así.

—Tengo algo para ti.—  dijo el gemelo mientras sacaba una pequeña caja azul cielo de la bolsa de su abrigo.
Se lo tendió a America con una genuina sonrisa moviendo la cabeza para que lo abriera.
La rubia soltó una exclamación ahogada.
—¿Te gusta?

—Es bellísimo.— dijo la rubia mirando detenidamente el colgante, era una pieza delicada con una F en el centro de un círculo color crema, la letra era dorada.

—Mi hermano se lo regalo a tu tía, cuando rompieron ella se lo envío en un paquete de regreso.

—No puedo aceptarlo— negó la chica con la cabeza cerrando el estuche y devolviéndoselo—Era de su gemelo, debe de ser importante para usted. No me corresponde tenerlo.

—¡Tonterías niña! Conozco a mi gemelo más de lo que me conozco a mi mismo, el estaría contento de que este colgante lo tuviera aquella chica que tiene el corazón de Fred (independientemente de que Frederick se trata)— Los ojos de George se veían levemente aguados, intentaba que las lágrimas no salieran. Aún le extrañaba America lo notaba por la forma en la que hablaba de el, como si no se hubiera ido.
La chica asintió abrazándolo. Aquel acto de cariño sorprendió al pelirrojo que dio un respingo y la abrazo de vuelta en cuanto reaccionó.

—Anda déjame ponértelo.
Ya en su cuello America acaricio la letra con la yema de sus dedos.

—Lamentó todo lo qué pasó antes, estaba asustado y la tomé en contra tuya. Te agradezco por haber hecho que Fred me volviera a hablar de nuevo. Eres una buena chica, estoy contento de que vayas a ser su esposa.

—Yo también estoy contenta de serlo.

—Será mejor que baje, no tarda por empezar todo. Y estoy bastante seguro de que a mi hijo le dará un infarto si tardas mucho.

—Gracias por todo señor Weasley.— George le guiñó un ojo en respuesta antes de salir de la habitación rumbo a la carpa.

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2020 ⏰

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