11. A thousand years

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I have died everyday waiting for you

Darling don’t be afraid I have loved you

For a thousand years

I'll love you for a thousand more.

-A thousand years (Christina Perri).

Asiento con la cabeza, aunque estoy algo inquieta.

-Bien, ahora colócate el equipo de protección y comencemos–me extiende una bolsa con rodilleras, un casco y diferentes objetos de protección personal.

-¿En serio? –pregunto sarcástica.

¡Está exagerando!, tampoco es que necesito tantas cosas…

-Los entrenamientos pueden ser muy reales, Alexa. Y por reales me refiero a dolorosos. Y más si se trata de una persona mortal. Ahora colócate el equipo –exige firmemente y, como no me deja decir otra palabra, yo mejor hago lo que me pide. Después de todo es mi entrenador.

Ahora me siento incómoda debido al casco, las rodilleras y las coderas color verde. Y ni hablar de los guantes de boxeo que Harry me ha obligado a usar. Según él, si aprendo con estos guantes luego me será más fácil hacerlo con mis puños.

-Correcto, ¿lista? –pregunta a través de su casco gris, escondiendo su cara entre ambos guantes.

-Lista –grito. Me coloco en posición, aunque, en realidad, lo único que hago es imitar sus movimientos. Ambos ahora damos saltitos de un lado a otro y ninguno hace ningún movimiento. Puedo notar que Harry sonríe y suelta una carcajada.

-¿No piensas atacar o qué?

Ah, con que eso era…

«Bien, vamos por ello, Alexa», me animo mentalmente.

Comienzo por tirar un puñetazo hacia adelante, el cual Harry esquiva con mucha facilidad. Tiro otro con la otra mano. Otro más. Y otro.

¡Diablos! ¡Esto es más difícil de lo que parece!

Harry elude cada uno de mis movimientos como si se tratara de nada, lo que me hace alterarme aún más. Y dejo de atacar.

-Ya veo… -dice Harry y se despoja de su casco-, si llegas a Minor negativo sería mucho –se burla. Frunzo el ceño-. Qué bueno que me tienes a mí para enseñarte –recalca presuntuoso. Pongo mi mejor cara de «no me digas» mientras me cruzo de brazos. Harry me sonríe y sus dos hoyuelos lo hacen parecer adorable, aunque sea un soberbio. Se retira ambos guantes grises y los deja a un lado en el pasto. En cuestión de milisegundos, puedo sentir su cuerpo detrás de mí. Todos mis músculos se tensan debido a su cercanía. Adherido cual pegatina a mi espalda y con su cabeza apoyada en mi hombro derecho, toma mis manos y las coloca ligeramente separadas la una de la otra, pero a la misma altura.

-Esto va de esta forma. Es una manera de defensa… -dice sin aún soltarme. Parece concentrado-, y…separa más las piernas –lo miro de reojo para fijarme en su expresión pero ésta no me dice nada. Él hace contacto visual y sus ojos me dicen «haz lo que te digo», así que procedo a hacerlo. Harry asiente.

-Bien, lo primero es que tienes que poner más vitalidad. Aprender a neutralizar tu energía y contenerla dentro de ti –dice tomando mi mentón entre sus dedos y girándome hacia él–. Mira dentro de mis ojos –pide-. Si lo logras, podrás conectarte con todos tus instintos.

-¿D-De qué hablas? –trago saliva mientras me siento nadar dentro de esas lagunas verdes.

-Solo inténtalo –susurra y se acerca más a mí. Lo intento. De verdad intento hacer lo que me pide. Pero lo único que logro es quedar perdida en otra dimensión. Perdida en esas gemas preciosas. Lentamente el tiempo se para y Harry lleva sus labios directos a los míos implantando espasmos a medida en que ocurre el roce de pieles. Es como si estuviera sedada.

Él cierra sus párpados interrumpiéndome la vista de ambos berilos y yo me dejo llevar con él a otra superficie. La calidez de sus labios impregnando todo mi cuerpo. Otra vez.

-Eso f-

-¡Ni hables! –me acerco a él, retiro mi guante derecho y lo callo poniendo mis dedos sobre sus labios. Él solo me mira con la expresión divertida de la cual ya me estoy cansando pero, por alguna razón, se me contagia cada vez. Hasta ahora. Necesito aclarar algunas cosas.

 Él intenta alejar su rostro de mi dedo dando pasos hacia atrás pero camino con él hasta que llega a tocar la rústica pared vieja con su espalda desnuda-, Ahora me vas a escuchar tú a mí.

-¿¡Qué demo-

-Creo que he sido muy clara, Harry –digo firme y él calla pero sigue mostrando su semblante jovial. Le divierte mucho verme así. Trato de mirarlo a los ojos pero se me hace imposible en este momento-. Correcto. No sé a lo que estás jugando ni a dónde pretendes llegar pero solo te pido que ya dejes de tratar de confundirme. No me gusta el camino por el que esto está yendo. Solo te pido que aflojes un poco, ¿bien?, Si lo que quieres es aturdirme pues, lo estás consiguiendo, ¿feliz? –digo mirando hacia el césped.

Él solo se aleja un poco del tabique y, de repente, todo su semblante de diversión y risas ahora está transformado en uno serio y tenso. Se acerca hasta llegar a posicionarse frente a mí y, otra vez, sube mi mentón con su mano.

-Mírame –ordena. Hago lo que me dice ya cansada de la situación-. No estuve mintiendo cuando te dije que eres mía, Alexa. He esperado casi unos 100 años para esto, y nadie ni nada podrá evitar que esto suceda. Tú me perteneces. El destino ya ha hablado.

-¿Y qué sabes tú del destino, Harry? –pregunto, turbada y espero su respuesta.

Estado De Sangre {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora