Sueños.

291 111 41
                                    

Las oscuras nubes de algodón que había a mi alrededor se pegaban unas a otras, dando así un paisaje tétrico.

El cielo en esta ocasión  tenía cientos de tonalidades, entre azul, violeta, ámbar... Pero era imposible llegar a el,  puesto que ninguna de mis articulaciones hacia caso de las órdenes de mi cerebro.

Mis ojos comenzaban a picar, puesto que al no poder moverme, tampoco podía pestañear, tenía miedo de lo que pudiese pasar, pero eso parecía no importar, puesto que estas cada vez se pegaban más y más a mí.

—Por favor, para —pedí entre plegarias, pero así no hubo respuesta.
¿Cómo iban a contestarme unas nubes?
Era imposible. O eso creía yo.

—¿Qué hacéis?— una voz oscura y varonil sonó a mis espaldas, me gustaría ver al propietario, pero seguía sin poder moverme  — he dicho miles de veces, que no asustéis a la soñadora

¿Soñadora? ¿A qué se refería?
No entendía ni lo más mínimo.
Pero pocos segundos después, las nubes se fueron disipando hasta no dejar rastro de donde habían estado segundos antes, al parecer el dueño de aquella voz las había asustado.

Por inercia intente moverme de nuevo, y me lleve una grata sorpresa al ver que mis piernas respondían.
Sin perder más tiempo me giré para así ver a mi salvador. Pero este no ya no se encontraba en el lugar donde su voz había sonado segundos antes.

—Estoy aquí — Dijo el individuo. Volví a girar mi cabeza al lugar de donde procedía su voz, pero de nuevo, no estaba en ese —Ahí no, aquí—volvió a sonar su voz desde otro punto distinto.
Volví a girar la cabeza en dirección de esta, pero no encontré nada.

Unos toques en mi hombro hicieron que volviera a girar la mirada justo hacia el otro lado hacia el que estaba mirando.

Por cuarta vez volví a girar mi cabeza en dirección a los golpes de mi hombro. Pero esta vez la sorpresa fue encontrarme delante de mí.

Su cara era completamente expresiva, sus ojos eran de un tono plateado, casi blanco, como la luna, fue algo que me sorprendió, nunca habia visto unos ojos así.
No era mucho más alto que yo, diría que sólo me sacaba media cabeza.

Un fuerte sonido comenzó a sonar a lo lejos, mi cuerpo comenzó a alejarse del chico que había conocido minutos atrás. Antes de desaparecer completamente de su lado me dedicó una pequeña sonrisa consiguiendo que en lado derecho de su mejilla naciera un pequeño hoyuelo.

El sonido cada vez era más persistente, comencé a diferenciar de donde procedía ese sonido, era mi despertador. El que me daba a entender que todo lo que había vivido antes había sido un extraño sueño.

Sin pensar más en este, alargue mi brazo consiguiendo tocar la parte superior de mi reloj, para después darle un fuerte golpe y apagarlo.

Mis ojos aún cerrados, me daban a entender que si no me levantaba en ese instante, seguramente me dormiría de nuevo. Y no podia permitir aquello debía ir a clase, si quería la beca.
La gran cantidad de luz que entraba desde mi ventana hizo que volviera a cerrar los ojos por la molestia. Se me había olvidado bajar la persiana la noche anterior.







El camino a clase fue como siempre, nervios y ganas de no ir.

Sería otro día igual a los anteriores.

Un día lleno de humillaciones.

Intentando no pensar en eso, me coloque mis auriculares para escuchar alguna canción y así poder transportarme a algún otro lugar.

My dream is you. (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora