Reconciliación.

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*Recuerda siempre, que no eres un desperdicio ni algo menos valido, eres una bonita pieza de tu ajedrez de cristal, pero ten cuidado, por que se puede romper con mucha facilidad*

La lluvia caía de modo desesperado sobre mi escuálido cuerpo difuminado las tormentosas lágrimas que salían de mis ojos.

No podía ver mas allá de el banco donde me encontraba sentada. Me abrazaba a la mochila llena de libros intentando  protegerme, aún sabiendo que esto no servía de nada.
Por mucho que llorase, Ewan desaparecía, yo me quedaría sóla y aún qué él solo apareciese en mis sueños, era importante para mí, era lo único que me mantuvo a flote y sabía que si se iba mi pequeño barco roto se acabaría hundiendo, pero no sería rápido, sería lento doloroso y me acabaría de romper.

Parecía que la lluevia había parado, ya que las gotas dejaron de caer sobre mi cuerpo, pero aún así la escuchaba chocar contra el suelo, levante la vista para encontrarme con un paraguas oscuro sobre mi cabeza ¿desde cuando estaba ahí? Pero eso no fue lo que más llamó mi atención, si no mano que lo sujetaba.

Mire en su dirección para encontrar a mi padre medio descubierto para cubrirme a mí. Su mirada estaba fija en la lluvia ¿Había salido a buscarme?

Pareció sentirse observado ya que miro en mi dirección, una triste sonrisa surco sus finos labios, él estaba mal, y yo no hacia nada mas que empeorar ese sentimiento.

—¿Quieres que hablemos?—preguntó en un tono delicado y cariñoso.

—Siento daros problemas—contesté mientras nuevas lágrimas descendían por mis mejillas, o ¿eran gotas de lluvia que todavía caían por mi rostro?
No sabia si estaba llorando o no, pero si me sentía rota y frágil, en este momento cualquier cosa me podría hacer demasiado daño.

—Nos iremos—No entendí a que se refería—Volveremos a la ciudad.

La noticia en otro momento me habría hecho sentir feliz, en este momento sólo sentí indiferencia ¿Por qué ahora?

—No puedo seguir viendo como mis hijos se pierden en si mismos, o acabar perdiéndoles, como ya perdí a uno— su voz sonó quebrada, dándome a entender que él también se estaba rompiendo delante de mí.

—Lo roto es difícil arreglarlo— dije a la vez que llevaba mis manos hacia mi cara para llorar abiertamente, me permití ser débil delante de él,  cómo nunca había hecho desde que llegué aquí.

—Desde pequeña has ocultado tus emociones— su entrecortada voz intentaba hablar de forma calmada, pero no pudo hacerlo completamente ya que esta se rompía a cada palabra.

—Me siento muy sola— dije mientras los sollozos se hacían mas fuertes a cada palabra, no podía seguir así, necesitaba que todo saliera dentro de mí, dejar de sentir.

Quedarme vacía para siempre.

El paragüas oscuro cayó al suelo a su vez que el agua volvía a mojar mi cuerpo.

Unos brazos me atrajeron hacia su cuerpo, sabia que era mi padre. Me dejé abrazar por esa vez, me permití romperme con una de las personas mas importantes de mi vida.

—Te quiero mucho, hija— dijo apretando mas sus brazos contra mis hombros atrayendome mas a su delgado cuerpo.

Solo eso hizo falta para que pasara mis brazos por su cintura, y volver a sentirme cómo aquella niña de cinco años que lloraba en los brazos de su padre cuando tenía miedo.

Por primera vez en mucho tiempo, me sentí comprendida.

My dream is you. (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora