Pesadillas.

202 95 25
                                    

El viento soplaba con fuerza en mi dirección, consiguiendo que los rebeldes mechones de mi cabello castaño rozaran mis mejillas produciendo un pequeño cosquilleo en ambas.

Las clases iban a comenzar dentro de poco. No quería llegar tarde, quería intentar pasar desapercibida para así no tener que aguantar malas miradas de parte de mis compañeros de clase.

La imagen de unos ojos plateados apareció en mi mente, consiguiendo crear un intento de sonrisa en mis labios.

Mis oídos captaron unos fuertes pasos que venían en mi dirección, dándome a entender que no era la única que llegaba tarde esa mañanam

—¡Eh tú!—Una voz masculina capto mi atención. Sin quererlo mi respiración comenzó a acelerarse a causa de los nervios—Te estoy hablando a ti, nerd—Su cuerpo quedó prácticamente pegado al mío ¿En qué momento se había acercado tanto?

Mis ojos llenos de súplica viajaron a los suyos, estos estaban fijos en mi ropa, mirando con asco.
Sabía que mi ropa no era la mejor, por culpa de los problemas económicos a veces tenía que vestir camisetas de mi hermano o algunas cosas que a mi madre se le quedaron pequeñas.

Su mirada se dirigió a la mía, una aterradora sonrisa se hizo presente en sus finos labios. 
Una de sus manos se dirigió hacia su oscuro pelo para peinarlo hacia atrás, sus claros ojos volvieron a mirarme con asco para después acercarse más consiguiendo que mis nervios aumentarán.
— Déjame por favor...—dije entre súplicas a lo que el contestó con una sonora carcajada.
Mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas por la rabia e impotencia que sentía en esos momentos, nadie tenía por qué aguantar algo así.

Una de sus manos quedó en el aire, sabía muy bien lo que pasaría ahora.

El estruendoso golpe que hizo su mano al impactar contra mi mejilla, fue lo que consiguió que mis lágrimas danzaran libres por mis mejillas de nuevo.
Seguramente había quedado marca por ello.

—Para la próxima me contestas cuando te llame— Dijo para luego seguir el camino para llegar a clase.

Una de mis manos por inercia subió hasta mi dolorida mejilla. El nudo de sentimientos volvía a crecer en mi interior, lo sentía cada vez más pegado a mi garganta. No conseguía respirar hondo para que este desapareciera, así que opte por la vía fácil.

Lloré, y me sentí mal por ello.

Toda mi vida era una gran pesadilla de la que quería despertar.

My dream is you. (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora