Somos una.

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Rechazar las partes más bonitas de ti, no te ayudará, te atormentará hasta el final.

*Sueño*

Un gran laberinto lleno de espejos me daba la bienvenida, reflejando mi cuerpo de distintas formas. No había ningún rastro de un cielo en este laberinto, sólo espejos.

Caminé por aquel sitio intentando no ver mi reflejo para no sentirme mal, lo último que quería era eso. No veía a Ewan por ningún sitio, quería verle y contarle la buena noticia, aún que quizá él ya la sabía.

—Iris—La voz de Ewan sonó en algún lugar lejano, mire por todos los alrededores pero ni rastro.

—¡Ewan!— grité sin resultado alguno. Seguí caminando en su busca, por aquel sitio lleno de cristales.

Unos golpes en el espejo de mi lado izquierdo consiguieron que me sobresaltara. Me giré hacia el vidrio que había encontrado para encontrar el cuerpo de Ewan.
Su oscura mirada fue lo que mas llamó mi atención, no sonreía como siempre había hecho, su expresión era neutra, nuestros ojos se encontraron. Un ápice de sonrisa surco sus labios, pero esta nunca llego a sus ojos.

—Hola Ewan— Dije acercándome al espejo.

—Supongo que quieres respuestas— Dijo a la vez que un estruendoso ruido sonó por todo el lugar, los vidrios rotos comenzaron a caer de sus respectivos lugares. Todo quedo lleno de formas de cristaled rotos por los suelos. Exceptuando un espejo, en el que se encontraba Ewan.

Volvi mi vista a él para ver su semblante serio, parecía que toda la luz con la que me recibió en el primer sueño había desaparecido, como si estuviese hablando con otra persona muy distinta. Pero claro, él no era una persona ¿no?

—Si quiero respuesta— respondí a la pregunta que había hecho pocos minutos antes.

—Sientate—Ordenó. Él nunca me había ordenado nada, pero sabía que no era momento de contradecir. Pero todo estaba lleno de cristales. Me giré para ver si había algún pequeño hueco limpio de estos.

Me lleve una sorpresa al ver una silla la cual me era muy familiar.
Una vez sentada volví a mirarle. Quería que saliera de ese espejo y se sentase aquí conmigo, al igual que hizo en la playa violeta.

—Iris, es difícil de explicar— dijo en un tono casi inaudible.

—¿El qué?—pregunte en un tono mas alto que el suyo.

—Tantas cosas...—dijo a la vez que dejaba caer su cuerpo sobre el suelo detrás del espejo—¿Te acuerdas cuando te insultaron por el cuento que escribiste?

Asentí, pero no entendí a que venía aquello, ese cuento no tenia nada que ver.
Arrugue la frente en signo interrogativo.

—Esa noche lloraste, por que odiabas tener tanta imaginación, y de ahí nací yo— Quería responder a aquello, no entendía a que se referia, pero me hizo un gesto con su dedo índice para que guardara silencio— El siguiente año dijsite que odiabas tus pecas, por eso empezaste a taparlas con maquillaje, también odiaste él hoyuelo que aparece cuando sonríes, pero al verlo en mí, te encantó.

—No te entiendo.— Dije una vez que pareció que dejaría hablar—¿Que tiene que ver eso, Ewan?

—Soy todas las bonitas cosas que has desechado con los años, tienes una última oportunidad de recuperarlo, si no, tanto yo como ellas, sólo seremos sombras en tu mente—Sabía que a lo largo de los años, cada cosa que me decían que no valía o era fea, la alejaba de mi, intentando que desapareciese.

My dream is you. (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora