Tortura.

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Cuando le hablas a la gente de dolor siempre piensa en algo físico, cuando no es así.
En muchas ocasiones nos referimos ha algo mental que nos atormenta de sobre manera, consiguiendo que el dolor corporal no sea nada parecido.

Hoy era Noche Buena, supuestamente se uniría toda la familia se compartirán regalos, hablarían por muchas horas y luego, hasta otro año.

Todos los años íbamos a casa de mi tía Isabel la cual, nos invitaba seguramente solo para echarnos en cara el buen sueldo del que disponían y dejarnos deslumbrados con su perfecta casa.

Quizá estaba equivocada, pero sus sonrisas siempre me parecieron tan falsas, sus gestos, su voz. Todo en ella me daba escalofríos.

—¡Iris!— gritó mi madre desde algún punto de la pequeña casa—¡Llegamos tarde!

Mire el pequeño reloj de mi muñeca para ver si lo que decía era cierto y no, no lo era, ¿Que manía tenía con decir que llegabamos tarde siempre?

—¡Queda media hora!—grité desde el baño lo suficientemente alto como para que lo escuchara.

No obtuve respuesta, por lo que continué cepillando mi enredado cabello.
Me lo peinaba todos los días, ¿Cómo tenía tantos nudos siempre?

Una vez terminé con este me dirigí hacia el armario, pero no me dio tiempo a abrirlo ya que, mi madre entró en la habitación con un vestido que colgaba de su brazo derecho.

Si esta mujer pensaba que me pondría un vestido, estaba muy equivocada.

Se acerco con una gran sonrisa que dejaba a la vista sus torcidos y amarillentos dientes a causa de fumar en exceso.

—Cariño, ¿te lo pondrás?—dijo estirando la prenda color rosa delante de mí.

No podía ponerme eso, era horrible. Nunca me gustó el color rosa en cambio a mi madre le encantaba.

—Odio el rosa—contesté.

—De pequeña te gustaba— habló mi madre de nuevo. Mire en su dirección arrugando el entrecejo.

—Nunca me ha gustado—Exclamé.

—Bueno, da igual, pontelo— abrí los ojos como platos ante aquella orden. Ella sabia que no me gustaba que me dijera lo que tenía que hacer.

Tiró él vestido encima de mi cama para después dedicarme una mirada autoritaria y salir por la puerta la cual minutos antes había entrado.

—¡No me voy a poner esa basura!—  grité antes de que se alejara y no lo escuchara.

Nadie tenia derecho a decirme que vestir.

Sus pasos volvieron a sonar en dirección a mi habitación. Su rostro estaba arrugado totalmente en signo de enfado, pero no me importaba.

Quizá me "castigara" sin ir a esa dichosa cena, pero mas que un castigo, seria un regalo para mí.

—Iris, ponte el vestido—volvió a ordenar.

Me dirigí hacia la cama para coger el  vestido y tirarlo en su dirección consiguiendo que cayera al suelo.


—Si tanto te gusta, te lo pones tú — contesté sentándome en mi cama.

Se agacho para coger el vestido y juro que por un momento me sentí mal, pero no duró mucho.

Se acercó hacia mi con el vestido entre sus brazos, lo dejó sobre la cama y no dijo más.

Cuando por fin pensé que se iría, un sonoro golpe impacto contra mi mejilla derecha. Consiguiendo a su paso un intenso escozor de esta.

Era la primera vez que mi madre me levantaba la mano, mire en su dirección para encontrarme con un gran arrepentimiento en su cara, pero no me importo, ya aguantaba bastante como para hacerlo también con sus golpes.

—No iré a esa cena— Dije para después levantarme de la cama e ir al baño para darme una ducha de agua fría que me hiciera olvidar esta tortura en mi pecho.





Notita:

Mucha gente me ha esta diciendo que el titulo de la historia está mal, pues mis queridos lectores, no es así, ya que:
Al usar el verbo ser con you es are, pero el verbo no va con you, va con dream. "Mi sueño eres tú": "my dream is you"
"Tú eres mi sueño": "you are my dream". Dream es singular y el verbo va junto a él, por lo cual es is, si fuera "my dreams" sería are, lo cual no tendría mucho sentido pero sería así. 
Bueno muchos besos y gracias por leerme.

A todo esto, solo quedan dos capítulos, preparad los pañuelos por que esto se va a poner intenso jeje.

Besos😍😍😍

My dream is you. (#PGP2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora