—Esto puede ser bastante diferente al Southside High pero te aseguro que te adaptarás rápido —repuso resueltamente Fred mientras me guiaba a través de los pasillos atestados de personas.
Asentí de forma distraída buscando entre aquella multitud una mata de cabello rubio en particular. Pero parecía haberse esfumado junto al chico del norte.
—¿Sabes? Sería un auténtico detalle que alguien se dignara a escucharme de vez en cuando —aseveró mi amigo con un tono cómico filtrándose entre la aparente seriedad de sus palabras.
No pude evitar soltar una carcajada ante el comentario y asentir.
—De acuerdo —pronuncié arrastrando de manera cansina las vocales— tienes toda mi atención, Freddie.
Este hizo un gesto de disconformidad ante la burlona forma en la que me había referido a él. Sacudió los hombros con genuino fastidio antes de volver a cuadrarlos y extender un brazo hacia delante, señalando un punto remoto.
—Al principio creí que tu traslado sería agradable pero... —sonrió— empiezo a pensar que así tendré que soportar tu incordiante personalidad durante ocho horas todos los días.
—No seas tan duro. Hay demasiada... novedad.
Mis últimas palabras fueron acompañadas de un registro de una de las chicas que caminaban apaciblemente por los pasillos. Una densa mata de cabello castaño algo revuelto le caía, acarciándole los hombros y una sonrisa coqueta acompañaba su gesto en cuanto cruzamos la mirada.
—Ya —Fred alzó las cejas— sigue fingiendo que te interesan el resto de chicas.
Sacudí la cabeza frente a su pequeño discurso y fue mi turno de fruncir el ceño con incredulidad.
—Estás loco —refuté— Este antro está plagado de jóvenes sexualmente activas más que dispuestas a compartir conmigo un poco de diversión y nunca he sido del tipo de hombre que rechaza las buenas compañías, Andrews.
—No, eras el tipo de hombre que disfrutaba con esos desvaríos de depredador sexual —puntualizó, ajustándose las correas de la mochila sobre los hombros.
—¿Y serías tan amable de ilustrarme acerca de por qué ese hombre ya no existe para ti, compañero?
Los ojos castaños de Fred adquirieron un matiz compasivo antes de pronunciar con un tono de voz controlado y concienzudamente suave:
—Porque ese tipo estúpido, irreflexivo, descarado y mujeriego está enamorado hasta los huesos de Alice Clark.
La tensión se apoderó de mí durante unos instantes en los que se me hizo difícil tragar. Inconscientemente volví a escrudiñar los pasillos como si temiese que en cualquier momento pudiera aparecer colgada del brazo de aquel niñato pijo.
Pero ella no estaba ahí.
Y yo estaba exagerando.
—Siempre tan imaginativo —me limité a contestar con la suficiente dureza como para dar por zanjado el tema.
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Piel de serpiente
FanfictionLas serpientes no cambian, solo mudan la piel que las recubre. -¿Cuál es tu problema? -Tú, tú eres mi problema, Alice. ---------------------------- Fanfic basado en la serie de la CW Riverdale.