Mis uñas se enterraron en la espalda del muchacho que se movía sobre mí. Me mordí con fuerza el interior de la mejilla, tratando en vano de emitir la maldición que tan escandalosamente planeaba salir de entre mis labios.
Hal gruñó y nuestros pechos vibraron al compás de tan varonil sonido que me erizó el vello del cuerpo. El chico continuó manteniendo aquel ritmo que lograba enloquecerme hasta límites desconocidos mientras me volvía un ser manejable entre sus manos.
Cerré los ojos y mis músculos comenzaron a tensarse de forma doloroso.
—Alice... —murmuró el chico cerca de mi oído dejando un reguero de besos por mi cuello.
Afiancé mi agarre entorno a su cintura sacudiéndome a su vez, aferrándome con mayor fuerza a su musculada espalda. Mi barbilla reposó sobre su hombro, postura que aprovechó para movernos a ambos, quedando sentados sobre el colchón y consiguiendo que sus movimientos alcanzaran mayor profundidad, robándome miserablemente el oxígeno.
Mi respiración era trabajosa, cada vez más errática, cada vez más complicada de mantener acallada. Estaba llegando al límite de mis posibilidades y era una dulce agonía que repartía oleadas de un placer doloroso por mi organismo.
—Clark... —pronunció con voz ronca que acumuló un palpito mayor en mis partes más recónditas provocando que me aproximara con mayor rapidez al final.
—FP... —balbuceé antes de que todo aquello implosionase.
Caí de espaldas sobre el colchón aún con el chico sobre mí. Aspiré roncamente aire y mis ojos se toparon con un par de oscuro que cuando parpadeé fueron sustituidos por otro par azulado. Entreabrí los labios despertando de mi accidentada fantasía en el momento que Hal terminó con un último empujón. Permaneció unos instantes más dentro de mí y sentí la evidencia de nuestra falta de protección.
Joder, Alice.
Cooper depositó un beso sobre mí frente antes de dejarse caer a un lado del colchón. Por mi parte seguía tratando de asimilar todo lo que en un segundo se había desencadenado.
¿Acaso yo...? ¿Qué clase de jugarreta me acababa de gastar a mí misma? ¿Había imaginado que...? Él y yo...
Me golpeé mentalmente ante aquello deseando que mi pequeño desliz no hubiese sido percibido por el chico que se recuperaba a escasos centímetros. Era una situación tan retorcida e incómoda que incluso olvidé las medidas no tomadas en todo aquello.
Hal se incorporó sobre el colchón, ofreciéndome una visión de su espalda algo marcada por mis propias uñas. Me mordí el labio, expectante, preparándome para lo peor. El muchacho no emitió palabra y tanteando la oscuridad del cuarto volvió a hacerse con sus calzoncillos.
—Hal —le interpelé sentándome arropada por las sábanas, con el ceño fruncido por la preocupación.
El chico se dio la vuelta y por la extasiada sonrisa que me dirigió pude suponer que no se había enterado de que pronuncié el nombre incorrecto en el momento menos apropiado.
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Piel de serpiente
Hayran KurguLas serpientes no cambian, solo mudan la piel que las recubre. -¿Cuál es tu problema? -Tú, tú eres mi problema, Alice. ---------------------------- Fanfic basado en la serie de la CW Riverdale.