La está tocando. La está haciendo daño.
Aquellos pensamiento me turbaron hasta un extremo casi doloroso y nublaron la poca razón que me esforzaba en mantener. No obstante Fred me sostuvo con fuerza, evitando que pudiese avanzar los pocos metros que nos separaban de ellos y estrechar mi puño en su asquerosa sonrisa venenosa.
—Tranquilo —masculló entre dientes— está jugando contigo, quiere medir tus reacciones. Fingir que ella te es indiferente es lo mejor que puedes hacer o si no estará en peligro constante.
Exhalé una profunda respiración detectando la obvia verdad de sus palabras.
—Tienes razón —accedí y mis ojos se toparon con los de Alice. La sorpresa inicial se había visto sustituida por una calma templada y fiera que me transmitió el mismo mensaje que Andrews. Debía tranquilizarme— Mejor sentémonos y esperemos a que este fantasma idiota se largue.
Fred asintió y se dejó escurrir en uno de los reservados, cercano a la puerta y a la barra. Fuera del local tanto serpientes como espectros parecían inquietos, confundidos. Emociones que podían desencadenar en otra violenta pelea si no se trataban con cuidado.
Habíamos firmado un pacto. Una tregua momentánea de paz que debía resolverse la semana que viene. Pero ninguna de los dos bandas parecía dispuesta a fiarse con tanta facilidad de la palabra del otro.
Gruñí con impotencia y desvié la vista hasta posarla en Fred. Este parecía ocultar bajo una capa de falsa serenidad la tensión que si se dejaba entrever en su postura corporal. Cada uno de sus músculos, al igual que los míos, se encontraban agarrotados, preparados a actuar en caso de que la situación lo acreditara.
—¿Y puedes explicarme en qué clase de líos te andas metiendo ahora, FP? —interrogó en un hilo de voz controlada.
—Cuanto menos sepas, mejor para ti —repuse con firmeza y eché un vistazo a la barra donde aquella escoria seguía demasiado cerca de Alice— Las cosas en el sur están convulsas últimamente, dejémoslo ahí, está infestado de cucarachas de esta calaña.
Fred presionó los labios en una delgada línea.
—Comprendo que le debes mucho a los serpientes, pero tu forma de vida apesta —farfulló cruzándose de brazos al tiempo que se recostaba en el cómodo asiento del reservado.
Opté por no añadir nada al respecto y hundí el rostro entre las manos, buscando un ápice de calma y paciencia para superar la velada que parecía esperarnos. A unos pocos metros el jefe de los espectros coqueteaba descaradamente con la camarera y su conversación, aunque atenuada, llegaba a mi pabellón auditivo.
—Apuesto que el batido de chocolate no es lo más delicioso que son capaces de hacer esas manos —ronroneó el abominable personaje con voz ronca.
—Quizás —se limitó a contestar Clark sin que su tono de voz flaquease ni un solo instante— pero es lo único que está actualmente a tu disposición probar.
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Piel de serpiente
FanfictionLas serpientes no cambian, solo mudan la piel que las recubre. -¿Cuál es tu problema? -Tú, tú eres mi problema, Alice. ---------------------------- Fanfic basado en la serie de la CW Riverdale.