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HoSeok intenta lo más que puede mantener el cuerpo de SungJik firme, el chico podía parecer ligero pero la verdad es que si pesaba. Eso y sumándole el hecho de que estaba borracho hasta decir basta, hablaba solo y constantemente se reía de cualquier cosa.

Era un completo desastre.

Con mucha dificultad había logrado sacarlo del club, pero ahora intentaba parar un taxi maniobrando que el cuerpo del chico no callera irremediablemente al suelo.

Qué difícil era lidiar con un borracho.

Cuando un auto por fin parece deternerse frente a ellos, HoSeok inmediatamente aprovecha y se introduce con SungJik. No sabía la dirección del chico y este además parecía no tener idea ni de su nombre, por lo que decidió decirle su dirección al taxista.

Todo el camino SungJik se la pasa balbuceando incoherencias y HoSeok se pregunta porqué se ofreció como buen samaritano a llevar al chico. No le cae mal, de hecho le cae muy bien, pero es agotador hacerse cargo de una persona tan ebria.

Unos diez minutos después el taxi llega a su destino y Jung —de nuevo— hace maniobras para poder pagar y al mismo tiempo sostener al borracho, el taxi retoma su camino y HoSeok busca desesperadamente las llaves de su casa en sus jeans. Un miedo le recorre el cuerpo al pensar que las perdió, su madre definitivamente no le abriría y mucho menos su hermana, pero grande es su alivio al encontrarlas.

Suspira y camina lentamente con SungJik, a como puede abre la puerta e intenta no hacer ruido. Despertar a su madre no es una opción.

Con sumo cuidado dirige al chico hacia las escaleras y empiezan a subir con sigilo.

— HoSeokkie~— murmura SungJik mientras se sostiene fuertemente del cuello de Jung.

— ¿Qué pasa? — responde de igual forma. Sus manos tienen sujetada la cintura del chico con fuerza evitando que este tropiece, o peor aún, caiga.

— Hueles bien. — se detiene un momento y lo mira confundido, SungJik preciona el rostro contra la curva de su cuello y él intenta no darle mucha importancia.

— Gracias, supongo.

— De nada, supongo. — lo imita.

HoSeok ríe levemente y termina de subir las escaleras, lo dirige hacía su habitación e inmediatamente abre la puerta con temor a que su hermana lo escuche. Cierra con seguro y sienta al chico en la cama, este lo mira con los ojos fijos y brillantes. Como un niño.

— Duerme. — dice simplemente, camina hacia su clóset y saca ropa para dormir. Se la pasa a SungJik y este la recibe aún viéndolo atentamente.

— ¿Qué pasá? — dice de nuevo.

Jik se encoge de hombros y empieza a quitarse su ropa, HoSeok le da la espalda y también procede a quitarse la suya misma. El chico mira atento cada uno de sus movimientos, la forma en la que su espalda se tensa cuando se retira su camisa, sus omóplatos luciendo tan atractivos y su estrecha pero muy definida cintura. Se muerde el labio sin poder evitarlo, era una completa obra de arte. Y a él no le gusta el arte, pero no tiene ningún problema con apreciar a HoSeok por mucho tiempo.

Jung siente su mirada en él por lo que voltea, SungJik aparta la vista sonrojado y se apresura a vestir.

HoSeok intenta no darle mucha importancia a su actitud, deduce que es por el alcohol en su sistema.

Cuando termina de cambiarse, empieza a buscar sabanas extras y toma un almohada de su cama. SungJik, que lo había estaba mirando atento, frunce el ceño confundido cuando lo ve dirigirse a la puerta.

ALIEN [VKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora