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Los cuatro se encontraban en el auto de TaeHyung, rumbo al departamento de este mismo. Ninguno decía nada por el momento, cada quién tenía suficiente con sus propios pensamientos.

TaeHyung tenía el ceño levemente fruncido, ese Gris sabía quién era el maltido soplón que ellos tanto estaban buscando, se sentía ansioso, necesitaba saberlo de inmediato o se volvería loco seguramente. Al principio no podía creerse que alguien los traicionara, simplemente eso sonaba mal, no había posibilidad en su mente de que eso fuera siquiera posible. Aunque claro, con el tiempo se dio cuenta de cuan equivocado e iluso estaba siendo.

Ahora que ese chico lo confirmaba no hacía más que alterarle lo nervios, él tanto que pensaba que todos eran similar a una gran familia que se ayudaban y todas esas cosas cursis.

Se sentía patético, se sentía traicionado. Bueno, lo segundo literalmente estaba pasando.

No queriendo darle más vueltas al asunto dejó el auto en el estacionamiento de su edificio y todos bajaron, caminan en silencio y cuando ya estan sentados en los sofás de su sala, empiezan a interrogar al Gris.

- ¿Quién es su líder? - pregunta YoonGi, directo y conciso.

- No lo sé, sólo algunos pocos han podido ver su rostro. Yo no por supuesto, sólo conozco a su mano derecha. Es un tipo llamado KiJoon, es un asco. - dice con desdén.

Los otros tres asienten, creyéndole.

- ¿Qué me dices de los Grises? - pregunta el moreno. - ¿Porqué ayudan y sirven a los Ciakars?

- ¡Eso no es así! - exclama casi con horror. - Bueno, puede que hayan unos cuantos que sí lo hacen por voluntad. Pero la mayoría estamos siendo cruelmente obligados, no podemos tomar decisiones propias; ellos tienen el control completo.

- ¿Qué? - TaeHyung suena sorprendido. - Yo siempre pensé que todos los Grises eran súbditos, por así decirlo, de los Ciakars. - frunce las cejas.

- Les aseguro que la mayoría estamos siendo obligados. - los tres lo miran atentos. - Desde hace muchísimos años.

- Increíble. - murmura Min, sin poder creerlo. - ¿Cómo fue eso posible?

- Nosotros somos de la constelación de Orión y del sistema estelar de Zeta. - asienten, ya sabiendo eso. - Los Ciakars invadieron nuestro planeta, nos tomaron como esclavos y desde entonces nos han tenido así. Nuestra raza no es fuerte en comparación a la de ustedes, no somos tan rápidos ni tan fuertes y no tenemos poderes extraordinarios como ustedes. Ellos se aprovecharon de eso y lograron controlarnos. Los pocos Grises que pudieron escapar y salvarse, viven camuflados entre los humanos, según tengo entendido. - termina diciendo y frunce el ceño.

¿Qué tan extraño y descabellado sonaba eso?

La mayoría de las cosas en las que creían no eran en realidad lo que deberían ser, eso quiere decir que están ignorando muchas cosas. No tenían ni idea de que algo como eso pudiera estar pasándole a la comunidad de los Grises. Entonces quiere decir que llevan siendo esclavizados y callados muchos años.

Tal vez demasiados.

Lo cual resumiria todo a que la única especie malvada sería la de los Ciakars, aunque bueno, con ese infiltrado; ahora cualquiera podría ser alguien malo y cualquiera podría ser alguien bueno.

- Eso tiene sentido. - dice NamJoon. Comprendiendo la situación en la que se encontraban ahora.

- ¿Cómo te llamas? - le pregunta TaeHyung, mirandolo directamente ocasionándole cierto miedo al chico.

- Ahm... ChangKyun.

- De acuerdo, ChangKyun. Ahora háblanos del infiltrado.

ALIEN [VKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora