ALIEN [VKOOK]

50

Siente un olor a humedad.

Los ojos le pesan terriblemente, la cabeza parece estarle pitando, el dolor en el pecho es fuerte, y aún así; siente un olor a humedad en el ambiente. Frunce el ceño e intenta recordar qué es lo que pasó, segundos después todas las imágenes de su madre llevándolo a ese aparcamiento subterráneo lo invaden como una ola, por lo que abre los ojos de inmediato. La vista parece tenerla desenfocada, así que sacude la cabeza intentando espabilarse y de paso, quitar esa somnolencia que parece no querer irse de su cuerpo.

Cuando se siente un poco mejor, suspira y observa el lugar en el que se encuentra, es una especie de sótano o algo parecido, las paredes están húmedas, no hay muchos muebles en la estancia y hay un sonido de goteo que le recuerda a Janggocheol. Evalúa la silla en la que se encuentra y vuelve a fruncir el ceño al ver que no se encuentra amarrado ni mucho menos, sin embargo intenta mover un poco el cuerpo y se sorprende al no poder hacerlo, como si una barrera invisible se lo impidiera.

Se da por vencido de seguir intentando a los pocos minutos, y está apunto de abrir la boca para gritar o llamar a alguien. No obstante, las palabras mueren en su boca y sus ojos se enfocan en la puerta del lugar, la cual está siendo abierta y atravesada por su madre.

¿Su madre?

La señora Jeon entra sola, se dirige hasta quedar enfrente de su atónito hijo y le sonríe como si no ocurriera nada, JungKook parece ahogarse con su propia saliva cuando habla.

—¿M-Mamá? —su mirada llena de confusión— ¿Qué...? ¿Qué pasa? ¿Qué hago aquí? ¿Qué haces tú aquí?

De acuerdo, entendía perfectamente qué hacía él en ese lugar —o al menos lo sospechaba— seguramente lo habían raptado de nuevo, esa era la explicación más lógica. Pero... ¿qué pintaba su madre ahí? No lo entendía, además, ¿porqué era él el único que no podía moverse mientras que su madre parecía conocer bien el lugar?

—JungKookie. —la mujer se acerca y acaricia su mejilla— ¿Estás listo para la verdad?

—¿Cuál verdad? —la comisura de su labio tiembla ligeramente— ¿Mamá de qué hablas? Vámonos de aquí, no te entiendo.

—No podemos, cielo. —niega suavemente con la cabeza— Verás, te necesito a tí aquí para atraer a tu noviecito.

JungKook abre más los ojos y echa la cabeza para atrás, librandose de las caricias.

—¿Mi novie...? —la mira asustado— ¿TaeHyung?

—TaeHyung, sí.

—¿Po-Porqué, mamá? —suena herido— Si él no te agrada como mi novio, hay otras formas, no así.

Ella suelta una risotada que hace eco en el lugar, JungKook la mira, temiendole por primera vez en dieciocho años.

Simplemente no conocía a esa mujer frente a él.

—¿Crees que esto es porque no me agrada como tu novio? —otra risa— Ay, amor, eres tan inocente. ¿No te das cuenta? Sé lo que es tu novio, sé que es un alien, sé que es un Nórdico, sé que es hijo de los presidentes de la Federación Galáctica, sé que creó un vínculo contigo, y lo más importante; sé que te ama y que haría cualquier cosa por tí.

JungKook suelta un jadeo ante la sorpresa y la mira más desenfocado que antes, eso no podía ser cierto, no podía. ¿Cómo lo sabía? ¿Desde cuando? ¿Porqué?

Esto es una pesadilla, no es real, no es real.

Por favor...

—Tú... —entrecierra los ojos— ¿Desde cuando lo sabes? ¿¡Cómo lo sabes!? —suena desesperado y es la primera vez en toda su vida que le levanta así la voz a su madre.