En un lugar donde la definucion de alfa, beta y omega tebia mas importancia como papel que como sexo secundario.
Llega un viejo conocido a iluminarlos, sin saber que abrio una caja de pabdora en la cual el hijo del jefe y su hijo estaran envueltos
En una pequeña isla, apartada del resto del mundo, pero no cortaba comunicación con este.
Reinaba una viuda, pero muy poderosa y hermosa alfa, Mitsuki-sama, la cual tenía un carácter fuerte pero muy sabia al gobernar. Su esposo un beta inteligente y de buen corazón, Masaru-sama, desgraciadamente murió por una enfermedad desconocida, por este motivo ella hizo alianzas con islas y países cercanos para que pueda ayudar al desarrollo del pueblo.
En ese tiempo, el pequeño Katsuki, tenía 6 años y el observaba como los profesionales (beta y omegas), que provenían de otros lares llegaban a instruir a los aldeanos en estudios.
Para desgracia de estos profesionales que solo estaba en oficinas sentado sin más, al salir de expedición estos se perdían, caían por acantilado o devorados por animales.
Katsuki veía estas situaciones y no deseaba que el otro país mande a la "escoria" de su sociedad, comenzó a tomar un desprecio hacia ellos ya que eran débiles y muy poco dotados de fuerza de los betas y omegas.
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Pasaron muchos años, a decir verdad, fueron 15 años, Bakugo Katsuki tomaría el mando de Yuuei.
Katsuki con 21 años; un alfa PODEROSO en toda la extensión de la palabra.
Exteriormente es un joven corpulento con unos 182 cm de altura, su cuerpo era solo musculo, poseía una faz preciosa y que decir de sus ojos como dos rubíes, que al mirarte parecían atravesar tu alma como cuchillas.
Inteligente, fuerte y tenía muchísimas más habilidades en cada aspecto de su vida cotidiana, pero como todo, nada es perfecto en esta vida y Bakugo Katsukino era la excepción a la regla.
Cuando cumpla 22, lo cual será pronto, en menos de 8 meses, pero a pesar de que tomaba ciertas decisiones, su mamá siempre estaba ahí y vigilaba al "pequeño cabeza dura" de hijo.
A diferencia de su padre, Masaru-sama, él no tenía "amor al prójimo", los que no eran habilidoso o tenían algún punto fuerte a su favor, no eran más que escoria y nada digno de siquiera voltearos a ver.
A esta edad Katsuki ya contaba con un repertorio de "juguetitos antiestres", la mayoría de ellos eran los profesionales, ya que no tenía que verle las caras por mucho y cuando se iba muy rara vez regresaban.
La mayoría eran alfas, ya que al cumplir 18 años se impuso antes su madre diciendo que solo quería alfas dentro de los profesionales que venían a impartir clases a Yuuei.
Lamentablemente los jóvenes de su pueblo no se salvaban, hombre o mujer. Él los tomaba para su propia satisfacción, y nada podían hacer ya que se trataba de su "joven amo".
A Katsuki le importaba muy poco los sentimientos de estos ya que en el momento en el que él los tomaba era realmente un salvaje y un bruto total, le gustaba someterlos, que rueguen, no tenía compasión por ellos, eran víctimas de su salvajismo y lo demostraba con las marcas que el dejaba en su cuerpo.
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