Bestia Domada

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Poniendo al omega en su cama y sin perder tiempo, como hacía con todos "sus juguetes", rápidamente lo embistió; el cuerpo del omega lo recibía bien, ya que este en su celo ya está más que lubricado

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Poniendo al omega en su cama y sin perder tiempo, como hacía con todos "sus juguetes", rápidamente lo embistió; el cuerpo del omega lo recibía bien, ya que este en su celo ya está más que lubricado.

—¡Ahh!, su majestad — gemía aquel omega

—¡Callate!, omega de mierda — reclamo el alfa, odiándose a sí mismo porque lo disfrutaba en demasía.

Las embestidas del alfa eran brutales, y tan profundas que llegaban a encrispar al pequeño omega.

El éxtasis del alfa llevó a tope cuando se dio cuenta que el omega, ahogaba sus gritos y gemidos en su almohada.

De un momento a otro, se despegó de las almohadas y vio a su majestad — Su majestad es tan brutal, como debe ser un macho alfa poderoso.

Se lo dijo mirándolo a los ojos, con sus esmeraldas empañadas de lágrimas que le estaba provocando el placer que le daba el alfa, esto no hizo más que cegarse a ese instinto de los alfas tienen de complacer a su omega

—Ahh su majestad... me aahh — soltó su último suspiro y arqueando la espalda al sentir el orgasmo.

En ese espasmo, el omega se contrajo y apretó a su majestad, lo cual hizo que él también llegará al orgasmo, dejando su semilla en él.

El joven amo cayó rendido en la cama, boca arriba, tratando de recuperar la cordura tras la libido que ese Omega le había dado.

El joven Omega aprovechó la situación para subir al abdomen del Alfa; éste se sobresaltó al sentirlo, aquel Omega de ojos esmeralda, el cual miraba con lujuria aquellos ojos color rubí.

—Tranquilo su majestad, le daré un trato digno de un alfa poderoso, digno de usted... Katsuki

Al oír su nombre de labios de ese omega lujurioso su cuerpo reaccionó con una gran erección, que el omega al percatarse, decidió baja para darle la atención debida.

El joven amo no hacía más que disfrutar, el instinto se apoderó totalmente de él, ya no pensaba, solo disfrutaba de aquella atención que el omega le estaba ofreciendo, al sentir que pronto eyacularía, comenzó a convulsionar, el omega al darse cuenta engullo toda la virilidad del alfa y dejo q llenará su boca y garganta

—Ahhhhh... mierdaaaaa — grito su majestad, arqueando la espalda sobre la cama y sosteniéndose de las sabanas.

Sin perder tiempo alguno, el omega se sentó en el sexo del alfa al cual, ya lo tenía en el cielo de tanto placer.

—Majestad siendo un alfa poderoso y fuerte, haga de este omega un verdadero desastre.

Diciendo eso, se penetró el mismo... un gemido, casi un aullido salió del alfa; el joven omega espero que su cuerpo se acomodará dentro de él.

Al poco tiempo comenzó a saltar en esa posición, poco a poco iba más adentro, daba en ese punto en donde el omega comenzó a perder la razón y entregarse a su instinto. La excitación era tal que el omega comenzaba a jalarse los cabellos.

Mi Alfa Destinado「Omegaverse」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora