-Sólo tú.

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Último capítulo.
"Sólo tú"

[☁]

La vida suele estar llena de decepciones, las cuales caen en picada una tras otra.

—¿Crees que llueva?

Pero llega un momento, en el cual el cielo se abre, develando un color celeste nunca antes conocido. Lentamente las nubes se mueven, impactadas por la luz, y por un momento, el mundo parece llenarse de una extraña paz.
Al final, todo parece simplemente ser una pesadilla.

—Seguramente.

Bon volteó su mirada hasta encontrarse con un joven de baja estatura, con el cabello atado en una trenza. Ese ente extraño le sonreía levemente, algo típico en él.

—Me gusta la lluvia —le dijo suavemente, mientras se acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja.

Otra vez, esmeralda y carmesí se mezclaron en una leve conexión de miradas.
A veces los ojos expresan más de lo que crees.

—La lluvia me recuerda a tí.

Ese momento por un segundo pareció haber llegado. Las nubes se mueven débilmente, guiadas por un tititero invisible, mostrando unos leves rayos de sol. Pero claramente no era real, el cielo seguía siendo grisacéo y pequeñas gotas de agua caían anhelando tocar el suelo.
Aún así, para Bon era un día soleado, pues estaba con la persona que más amaba en el mundo.

Y Bonnie soltó una leve risita, apoyándose en el barandal. Hoy no traía puestos zapatos, por no decir que llevaba medias de dos colores diferentes.

—¿Por qué?

Una pregunta díficil, con miles de posibilidades como respuesta. Igualmente, Bon optó por sólo una, extrañamente, la más corta.
Estiró su mano, mientras las diminutas gotas la mojaban levemente.

—Porqué entra y se vá de un momento a otro, sin avisar —comenzó esbozando una leve sonrisa—, es olvidadiza, hasta olvida cuando debe bajar del cielo.

Bonnie apoyó su mentón en la palma de su mano, soltó una suave risita, esa vez su amigo no mentía.
El contrario devolvió su mano lentamente, para después mirar el cielo oscurecido.

—Y siempre cae en el momento indicado. Al final, termina mojándote completamente, sin que tú lo desees.

Habían trillones de cosas que le recordaba a quel joven, pero esa una de las más correctas. Era simplemente una descripción completa de él.

—Pero eso es lo divertido ¿no? -se rascó la nuca con un leve nerviosismo—, si la lluvia nunca cayese sobre tí, jamás descubrirías el arcoiris.

Bonnie había llegado a su vida sin que le esperase y gracias a ello su mundo se llenó de colores, desde una preciosa escala de azules hasta la gama de morado que notaba al observar atentamente al contrario.
Porqué en consecuencia, ahora cada cosa tenía un significado diferente. Los dibujos, la música, las luces, el baile, hasta el mismísimo café.

—Como siempre, tienes razón.

Nunca notamos como alguien cambia por completo nuestra vida. Y cuando lo hacemos, todo parece tener sentido, me expreso con un "parece" ya que no lo tiene, pero tampoco debe de tenerlo ¿no?

—Bonnie —le dijo en voz baja—. Solo tú puedes ser quien me muestre el arcoiris.

Y muchas cosas más.

—¿Sólo yo?

—Sólo tú.

Se dirigieron una mirada mutuamente, mientras la lluvia se deslizaba por el barandal, en una danza sin fin.
La mayoría de las parejas suelen declararse abiertamente y vivir aventuras juntos, llegando a casarse, tener hijos y simplemente vivir en tranquilidad en sus últimos años.

Pero ellos no eran "la mayoría"

"Gracias, me llamó Bonnie —le dijo sonriendo y le extendió su mano, bastante pálida, a la vista de todos"

—"Ah, si, soy Bon. —respondió de manera desisteresada agarrando su mano con cortesía"

Ellos eran una pieza de arte sin terminar y una poesía.
Eran un hermoso olor a lavanda mezclado con un bello aroma a miel.
Eran la combinación entre café y dibujos.

Saga de "Café y Dibujos"
Final.

"Nuestro arcoiris está más cerca de lo que pensamos"

-"Sólo tú"-B&BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora