-"Sólo tú"-B&B

-Arcoiris.

Octavo capítulo
"Arcoiris"

[☁]

Bon despidió a sus alumnos con una pequeña sonrisa, para después volver a su escritorio, pues tenía bastantes asuntos pendientes.
Escuchaba música con total tranquilidad mientras su mano derecha se movía en forma de ondas, escribiendo sin cesar.
Esa concentración perduró exactamente unos treinta minutos, ya que escuchó un ruido en el salón siguiente. Hoy todos los profesores tenían la posibilidad de quedarse para debatir sobre la conducta de los estudiantes o de otros temas triviales, pero también podían terminar documentos pendientes, por lo cual lo primero que pensó fue que a uno de sus compañeros se le había caído algun material y necesitaba ayuda.
Se levantó de un salto y caminó hasta la habitación continúa. Abrió con cuidado la puerta y se encontró con una persona de baja estatura situada detrás de un enorme atril en el cual descansaba otro objeto que Bon identificó como un cuadro de un tamaño similar a la estructura que lo sostenía.

Simplemente se quedó petrificado, en ese mismo lugar. Obviamente le había reconocido, pero al parecer, éste ni siquiera notaba su prescencia.

Se sentía tranquilo, observarle sin que él le mirase con furia.
Aún con todas esas emociones frías entre los dos, Bon seguía sintiendo miles de cosas por él y eso jamás cambiaría.
El joven de cabello morado volteó su mirada y el contrario se escondió rápidamente detrás de la puerta, con sólo una parte de su cabeza a la vista.

—¿Qué estará dibujando ésta vez? —se preguntó en un susurro, mirándole con curiosidad.

Su mente comenzó a divagar, como siempre hacía, llegando a preguntarse qué debía hacer para ganarse el perdón de Bonnie. Y la única respuesta lógica a la que llegó fue que no estaban destinados a estar juntos, el gris no podía estar en el arcoiris, ni la oscuridad en la luz.

Sin quererlo, tuvo una idea, una alocada y posiblemente desastrosa idea.
Volvió hacía un salón, para después abrir el armario con una llave dorada. Allí encontró gran variedad de elementos, desde marcadores, hasta restos de la decoración que se había usado en el baile escolar del año pasado.
Lo que más llamó su atención fueron unas luces blancas de navidad utilizadas en el evento antes nombrado.

—Realmente he perdido la cabeza por completo —dijo en voz baja, mientras negaba con la cabeza.

Tomó las luces entre sus dedos y, con ayuda de mucha cinta adhesiva transparente, la colocó por toda la habitación, intentando hacer el menor ruido posible, pues probablemente Bonnie ya estaba por terminar su pintura.
Unos cuantos minutos después, él lugar parecía estar en completa época de fiestas. Las luces lo recorrían completamente y brillaban de una forma que Bon consideró realmente majestuosa.
También las había colocado alrededor del pasillo, desde el salón de Artes hasta el suyo, para que Bonnie pudiese guiarse.

Suspiró, estaba jugando con su propio empleo, si la directora llegaba a ver ese espéctaculo, podía ir moviendo todas sus cosas a las cajas para llevarlas otra vez a su solitario departamento.

Tragó saliva y después de ello tomó un libro de su escritorio, para luego colocar una pequeña nota en él y, con mucha pena, lanzarlo hacía la puerta del salón contrario, creando un ruido bastante fuerte, que seguramente se había escuchado en las aulas delanteras.
Por otro lado, Bonnie se levantó confundido y abrió la puerta, encontrándose con ese peculiar objeto, observó con cautela la nota, cuyo destinatario era anónimo. Salió del lugar y caminó por el pasillo, iluminado por tenues luces blancas, que parecían haber escapado de un cuento de hadas.

Con pasos lentos, llegó hasta el salón siguiente. Y justo allí, parado frente a él, con el cabello todo despeinado y sus preciosos orbes esmeralda a la vista de todos, estaba Bon.
Ese joven que hace mucho tiempo solía volverle loco y el cual ahora le provocaba bastante tristeza.

—¿Bon? —preguntó abriendo los ojos de par en par.

Prendió una vieja radio sitúada en su escritorio y una música suave comenzó a sonar por todo el salón.

—Todo esto es mi culpa —comenzó, con la misma seriedad de siempre—. Pérdon, mi arcoiris.

Bonnie expresó una sonrisa triste, para después asentir con cuidado.
Llevaba días enfadado con Bon y realmente estaba cansado de evitarlo cada vez que le veía por los pasillos.

—Al final sigues siendo tú, Bon.

Él profesor de Historia estiró su mano con cuidado hacía Bonnie.

—¿Me acompañas en ésta pieza de baile?

Y, por alguna razón, no supo como decir qué no.
Entonces, con cuidado, tomó su mano y se colocó en la posición indicada para mayor comodidad.
Comenzaron con lentitud un pequeño vals, acompañados de la suave música que por segundos parecía desaparecer por completo.

Se sintió como en la adolescencia, con la sonrisa de un poeta y su más reciente creación.
O tal vez, sólo eran dos jovénes con personalidades peculiares que se complementaban mutuamente, uno era una pieza importante del otro.

Sus miradas se mezclaron por un segundo, develando una preciosa conbinación de rojo y verde, que seguramente perduraría a través de los tiempos.

Y en ese instante, ese pequeño salón fue testigo de la unión del color gris y el arcoiris.

[☁]

¡Hola, aquí Sun! Oficialmente se termina el pequeño hiatus en mi cuenta, por lo cual volveré a subir los capítulos como normalmente hacía, los lunes.

Hoy les dejaré una pregunta que algunas personas me preguntaron otro día y me gustaría que intentasen adivinar la respuesta. El ganador recibirá un One-Shot de 600 palabras, dedicado a la pareja de FNAFHS qué más les guste.

La pregunta es:

¿Cuántos años creen que tengo?

Voy a recalcar que sólo ganará la primer personita que lo adivine. Pueden poner cuantos números deseen, pero deben ser menos de diez.
Este pequeño concurso es para agradecerles por los doscientos seguidores ❤
Durará hasta éste sábado.

Por otro lado, vengo para recomendar la historia de: Foreversonamy llamada: "Felices para siempre" Si les gusta el BxB, seguro está les encantará.

¡Gracias por leer!❤

—Sin más, ni menos.
—Sun.