Tercer capítulo
"Cada vez..."
[☁]
Bon suspiró con pesadez y tachó en un calendario el día dos de abril con un marcador rojo. Exactamente tres semanas desde qué Bonnie había vuelto para desordenar toda su vida.
Ese día nadie trabajaba en la ciudad, por un feriado nacional, lo cuál facilitaba si idea de un día tranquilo y sin preocupaciones.
Se vistió con un suéter color caoba, unos jeans, zapatillas negras, un abrigo en tonos azabache y por último, una delicada bufanda de lana del mismo color qué su suéter, pues hacía bastante frío.Cerró su departamento y partió con cuidado por las calles otoñales de abril.
Se detuvo en su cafetería favorita desde hacían diez años, para luego ordenar un capuccino y sentarse en una mesita dentro del local.
Se aspiraba el olor a café y dulces, el segundo aroma favorito de Bon, el primero era un singular olor a lavanda proveniente de un extraño chico de orbes bermellón.Tomó un sorbo de su bebida observando cómo las personas se divertían conversando en las mesas frente a él.
Cómo siempre, ese pensamiento llevó a preguntarse qué estaría haciendo Bonnie.—Soy un idiota —susurró cubriendo su rostro con sus manos, lleno de vergüenza.
Y cómo si hubiese pronunciado su nombre en voz alta, Bonnie atravesó la puerta de la cafetería con una sonrisa enorme, acompañado de un joven castaño, una chica rubia de cabello hasta la nuca y de un alto chico de ojos ámbar.
Bon no traía puesto el disfraz, por lo cuál se comenzó a desesperar rápidamente.—¿Cómo dijiste qué se llamaba tu nuevo amigo? —preguntó la única mujer del grupo.
—James, es un tipo muy agradable y genial.
La de orbes magenta soltó una risilla, mientras los tres se acomodaban en una mesa detrás de Bon.
El recién nombrado escuchaba con atención la conversación, puesto qué hablaban sobre él y su identidad falsa.—¿Seguro qué es solo un amigo?
Está vez fue Bonnie quién esbozó una sonrisa.
—¿Eh? No lo sé.
Cada vez qué el chico sonreía, Bon se sentía en el cielo. Era una sonrisa tan perfecta y melodiosa qué era imposible no sentirse feliz al verla.
El profesor de Historia enrojeció rápidamente y, temblando, tomó otro sorbo de su capuccino.—Parece qué alguien aquí tiene una vida amorosa
activa —comentó con tono de burla él de cabello color carmín.—Por lo menos tiene más qué tu, Foxy. —respondió la más baja.
La mesa estalló en suaves risas y quejas por parte del joven de orbes ámbar.
Bon sonrió con alegría, se sintió cómo en su adolescencia, observando a su amado junto a sus amigos, riendo y bromeando en conjunto.
Cada vez qué lo veía con ellos, sabía qué lo cuidarían, y qué estaba en buenas manos.
Así Bonnie sería feliz, alejado de James y Bon.Terminó su bebida y le pagó a la mesera, para luego caminar hacía la salida, observando el suelo de mármol.
Pero no contó con qué una persona lo reconocería.—¿Espera, tu no eres el mejor amigo de Bonnie?
Oh, no. El chico castaño sentado junto a ellos lo señaló con curiosidad.
Bon se volteó y, por primera vez en todo ese tiempo, observó a Bonnie con sus orbes esmeralda.—¿Yo?
A veces, no sabemos cuándo una acción vá a cambiar nuestra vida hasta qué simplemente sucede, algo así era la situación de Bon, su amistad con Bonnie se veía en riesgo de destrozarse simplemente por la curiosidad de un joven con ojos color cielo.
—¿Bon?
—Bonnie, hola —le dijo intentando no sonar demasiado nervioso.
El de cabello morado se levantó de un salto y corrió para abrazar a su amigo.
Cada vez qué Bonnie lo tocaba, era cómo sumergirse en un mar de estrellas con aroma a lavanda.O mejor dicho, su mar de estrellas con aroma a lavanda.
—Te extrañé mucho —susurró con una enorme sonrisa.
Bon le diría la verdad, no podía mentirle a su enamorado y jamás lo haría otra vez.
—Ey, Bonnie. ¿Te dije qué soy profesor de historia?
Pero lo haría a su manera, no sería un reencuentro de amantes, sino de un escritor y de una poesía.
Se sorprendió al ver qué su mejor amigo soltaba una suave risa, qué pareció decorar el ambiente de brillo.—Bon, siempre supe qué eres tú, en tu casa ví tu vieja guitarra.
No era exactamente el "amo del disfraz" ¿Entonces Bonnie solo le había seguido el juego todo este tiempo? ¿Qué clase de broma pesada era esa?
—¿Entonces por qué no me lo dijiste antes?
—Quería reecontrarme contigo sin qué esos estúpidos lentes estorbaran —comentó en voz baja.
Y en ese instante, hizo puntitas con los pies y le dio un pequeño beso en la nariz.
Dos de los amigos del joven quedaron plasmados, pero el más alto se limitó a subir el pulgar en señal de aprobación y seguir tomando su malteada.Pero, toda la bella imagen de la cafetería se desvaneció en un sencillo párpadeo. Un segundo más tarde se hallaba en su departamento, con el despertador sonando a toda máquina y las sábanas esparcidas en toda la cama.
Un sueño, uno particularmente precioso.
—¿Todo eso fue mentira?
Estaba decidido a volverlo realidad. Necesitaba develarle su identidad a Bonnie para por fin poder confesarle sus sentimientos, pero primero, quería pasar más tiempo con él.
Apagó el despertador con un pequeño golpe y se levantó, todavía en pijama.
Se peinó y vistió, para luego colocarse los lentes oscuros y su desgastado gorro.Bajó hacía las calles y compró um pequeño ramo de polaris, para después subir y tocar la puerta frente a su departamento.
—¡Hola James! Estaba a punto de irme al trabajo —le dijo un joven peinado con dos rodetes al costado de su rostro.
—¿Vamos juntos?
Le entregó el ramo con una pequeña sonrisa y luego, bajó junto al qué una vez fue su pareja.
Cada vez qué no podía hablarle a Bonnie siendo sincero, su corazón se rompía un poco más. Pero era capaz de hacer todo por su mar de estrellas.

ESTÁS LEYENDO
-"Sólo tú"-B&B
Fiksi Penggemar-"Nuestras vidas son cómo dos líneas recorriendo su camino por separado, pero de alguna manera, siempre se vuelven a encontrar" -Los días de la llegada del otoño se vivían muy deprimentes para Bon, pero eso cambia al encontrar otra vez al amor de su...