Capítulo 1

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La luz del sol que se colaba por la cortina de la ventana le pegó directo en el rostro y terminó por perturbar su sueño. Molesto, se removió entre las sábanas de su cama y abrió los ojos sintiendo su cara reseca por las lágrimas que había derramado la noche anterior. Dio unas cuantas vueltas antes de quedar boca arriba mirando el techo. Se mantuvo así por lo que parecieron horas hasta que decidió que era momento de levantarse para que su hermano y su madre no se preocuparan, ya que él usualmente estaba despierto desde que el amanecer pintaba el cielo. Elevó su torso para sentarse y se estiró, bostezando. Se encontraba muy agotado, como si sus fuerzas hubieran abandonado su cuerpo a través del llanto que liberó. Además, sus pensamientos no le habían dado tregua, tanto que incluso sus sueños se vieron perturbados.

Estaba a punto de pararse para arreglar su cama cuando escuchó unos ligeros golpes en la puerta de su habitación.

—Adelante —dijo con voz ronca.

—Buenos días —entró un animado Taehyung con la gran sonrisa cuadrada que lo caracterizaba plasmada en su rostro, aunque Yoongi no veía nada de bueno esa mañana—. Escuché que ayer llegaste tarde a casa, ¿mamá te regañó? —preguntó mientras se sentaba al borde de la cama.

La pregunta tan inocente sólo hizo sentir peor a Min, el vívido recuerdo sobre lo ocurrido después de que su madre lo reprendiera por haber llegado tarde a casa provocaba un ardor en su pecho. Realmente quería decirle a Tae lo que había pasado, sentía la necesidad de desahogarse con alguien, pero no quería que se preocupara demás por él y que llegara a hacer cosas estúpidas por tratar de evitar lo inevitable.

—No te preocupes por eso Tae —respondió Yoongi desanimado. Algo de lo que el contrario se percató.

—Tranquilo hyung, estoy seguro que pronto se le pasará el enojo a mamá —el menor trató de animarlo, causando una sonrisa en el contrario, una que sólo él era capaz de dibujar en su rostro. La inocencia de Taehyung lograba tocar hasta el corazón más frío del mundo, de eso estaba seguro.

Ambos guardaron silencio, disfrutando de la compañía del otro mientras cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos. La conexión que tenían como hermanos era algo que ellos no podrían explicar fácilmente, su relación y confianza eran cosas que muchas personas deseaban en su vida pero que pocas llegaban a encontrar, y eso era algo de lo que se sentían orgullosos. Siempre había sido divertido mirarse a los ojos y tratar de adivinar qué era lo que rondaba por la mente del contrario, aunque esta vez Yoongi rehuyera su mirada de la conexión.

El pelinegro trató de no ser tan obvio porque estaba seguro que Tae le conocía tan bien que sabría que algo le mortificaba, pero al parecer su esfuerzo no fue suficiente, ya que el chico frente a él le miró con genuina preocupación.

—Estoy... —habló con el propósito de arreglar la situación, siendo interrumpido por un fuerte ruido que surgía desde el exterior.

El sonido de ruedas derrapando en la tierra logró romper la atmósfera dentro de la habitación. Ambos se dirigieron una mirada curiosa y, sin pensarlo, se acercaron a la ventana para observar lo que pasaba afuera.

Lograron divisar una camioneta negra estacionada frente a su cabaña mientras un hombre musculoso de cabello naranja bajaba de esta. Vieron a su padre acercarse a este y darle un apretón de manos, ambos hombres notándose ligeramente incómodos pero con intenciones de cumplir todo el protocolo. Parecían estar hablando por un momento, antes de que su padre señalara la camioneta del lado del copiloto. Entonces Taehyung pareció entender de qué se trataba todo ese asunto.

—Son ellos, hyung, son los leones —dijo el chico con emoción, sorprendiendo al contrario, ¿cómo es que él sabía sobre eso?—. El otro día escuché a papá decir algo sobre que los leones vendrían y mamá me contó sobre la alianza con ellos —agregó, respondiendo a la pregunta que Yoongi jamás hizo—. Cada vez que los leones cambian de alfa en su manada, los guepardos tienen que entregarle a un omega de la familia del líder —canturreó como si fuera algún lema o algo parecido, sintiéndose orgulloso de sí mismo ante la expresión de incredulidad de su hermano.

AlianzaWhere stories live. Discover now