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Ambos estábamos en el elevador, el silencio estaba trepado en nuestros hombros provocando que el ambiente fuera tan pesado e incómodo. Las puertas de la cabina se abrieron en el 4 piso, Johnny sujetó la bolsa de plástico y empezó a buscar en su bolsillo, de este sacó las llaves con las que abrió la puerta de su departamento, los pasillos de ese piso estaban en silencio, inclusive mis pasos retumbaron por todo el lugar.

Los dos dejamos nuestros zapatos en la entrada, el camino hasta la sala y yo me quede ahí quieta. Mientras Johnny acomodaba unas cosas en la mesa empezó a hablar.

"¿Quieres que veamos una película?" Me miró directo a los ojos, curveando un poco sus labios. "Puedes dormir en mi cama, yo voy a dormir en el sofá" sujetó el control de la pantalla, caminé muy incómoda, me senté en el sillón, él, en cambio se sentó en el suelo. Johnny abrió su mochila y sacó su portátil. Ahora el ruido a nuestro alrededor era las teclas de la laptop siendo apretadas y una película cualquiera de Netflix.

"Me podrías dar mis frituras?" Murmuré como si pretendiera no hacer ningún ruido. Me sonrió, me las extendió. Sus manos se movían rápido por el teclado, su vista viajaba por toda la pantalla, sus labios se movían leyendo lo que fuera que estuviera escrito en su documento de Word. Me encantaba la manera en que la luz le daba en el rostro, me encantaba como su flequillo negro caía ligeramente en su frente, ya ni siquiera prestaba atención a la película. Solo a Él.

Pero el jamás me miraría del modo en que yo lo estoy viendo a él en este momento, de hecho nadie en el mundo lo haría, estoy tan gorda que le doy mucho asco a mi madre y no solo a ella, a mi también. Mi ropa me comenzaba a apretar, estaba subiendo de peso, pero de algún modo no podía parar. Es obvio, es suficiente con ver a todas las idols de cualquier empresa de entretenimiento como para saber que yo jamás seré deseada, ellas tienen millones de seguidores en todo el mundo y yo tengo que esconderme detrás de mi teléfono para poder hacer amigos.

Dejé mi respiración fluir, no tengo que llorar, no enfrente de Johnny. Arrugue la envoltura de mis papas fritas, cerré la soda y me levanté.

"¿Dónde está el baño?" Pregunté en un murmuró, la ansiedad recorría mi cuerpo en forma de sudor frío. Volteó a verme con el ceño fruncido, suavizó sus facciones al verme. Señaló una puerta y ahí me dirigí.

Una vez más me encontraba frente al inodoro, la culpabilidad se expandía dentro de mi, imaginar todas las calorías que había consumido, el cuerpo de Lisa de BlackPink, no podía soportarlo un segundo más. Mi estómago se retorció. Vomité, deje que todo lo que había comido hace un momento había comido saliera de mi organismo, un pequeño sentimiento confortante se instaló en mi estomago, estaba vacío. En mi garganta se había quedado la acidez del vomito. Le bajé al inodoro.

Me mantuve sentada en el suelo del baño, sin mirar a un punto en específico

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Me mantuve sentada en el suelo del baño, sin mirar a un punto en específico. Recordaba las palabras que había usado mi madre.

"No se que te paso SunHye" agarraba los trastos de la mesa con furia y los dejaba en el fregadero "dime" murmuró "Yo quería que fueras una mujer exitosa, rica y me sales con la mierda de que quieres dejar de estudiar" gritó "si supieras lo mucho que tu padre y yo nos hemos esforzado por ti" negó recargando sus dos manos en la mesa. Todavía no acababa de cenar, un nudo se apretaba cada vez más en mi garganta, quise gritarle muchas cosas. "Si fueras un poco como tu prima, ella va al gimnasio, es una chica saludable y tú apenas y caminas de la escuela a la casa, ella va irse a estudiar a Estados Unidos no puedo imaginar el orgullo que tu tía a de sentir" sus palabras me dolían pero no llore, no quería parecer débil, me levanté de mi asiento y agarré mi plato para dejarlo en el fregadero. " Si dejas la universidad te vas a tener que ir de la casa" me miró seria. Sus ojos me decían que era verdad.

"¡Mejor me voy ahora!" Aventé el plato al lavabo. Caminé con sancadas largas y pisadas fuertes, me puse los primeros tenis que vi y salí sin más. Jamás creí que me encontraría con Johnny, a este punto ya estaba llorando, estaba deseando desaparecer o  tener a una madre más amorosa y comprensiva tal vez no estaría tan triste si ella me mostrara más su afecto.  

Ahora que lo pienso podría morir y a nadie le importaría un carajo mi ausencia, a todos les doy igual, solo soy la chica gorda que nunca habla.

Ahora que lo pienso podría morir y a nadie le importaría un carajo mi ausencia, a todos les doy igual, solo soy la chica gorda que nunca habla

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Tutor // Johnny Seo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora