Al final te das cuenta que lo pequeño siempre es más importante. Las conversaciones a las tres de la mañana, las sonrisas espontaneas, las fotos desastrosas que te hacen reír a carcajadas, los canciones que simplemente adoras escuchar para ti, las películas que ves a solas, las frases que lees y solamente tú sabes que te llegó al corazón, o un café que te tomas contigo mismo... Eso es lo que verdaderamente vale la pena; las cosas diminutas que causan emociones gigantescas.
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Gritos de la Mente
De TodoCierra los ojos e imagina que estas cosas las has gritado en silencio.