Los efectos colaterales

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El tiempo vuela y el es el sol. El tiempo tiembla y el es la Luna. Mi sangre fluye y soy la luz. Mi corazón late y me apago.

Lentamente voy desapareciendo.

Se va mi mente.

Se desprende mi piel, se desarma mi alma y solo queda decir adiós.

Son los efectos colaterales del amor, los que me adhieren a cada canción.

Mientras el tiempo pasa y la desnudez me abraza, tan solo espero volver a ser yo la que tome el control, la que sepa decir que no.

La música se va junto con la tarde, como todas las cosas que se quedan dentro mio. Como las que quedaron dentro tuyo.

Mi pecho se oprime, y no encuentro salida, porque la acción es mía, debo ser yo la que no.

Llueven ideas y mi cabeza se desprende, se van mis ojos, mis manos ya no funcionan, me voy.

Y por fin, dentro de este universo recuerdo lo que es sentir.

Es que a veces hay que dejarse ir para comprender que las intenciones no son equitativas a las intensidades.

La verborragia grita mi verdad y ya no tengo fuerzas para escribir.

Es que a veces hay que dejarse ir para entender que no es uno, porque ceder no es de cobardes, sino de valientes.

Lo que te escribí mientras dormíasWhere stories live. Discover now