Fluir

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Decidí dejar de soñar con expectativas con poco sentido y empecé a actuar en base al día a día. Comencé a ver las cosas como son y no hacerme tantos dramas por cosas insignificantes. Deje que el tiempo decida en base a lo que yo tenga ganas de esperar. Dejé de guardar mi corazón en una caja de cristal. Dejé de idealizar personas que no valen la pena, y así el trayecto fue dándome la razón, y mi historia continúa reescribiendose, pero esta vez yo tengo la última palabra.

Después de unos años intentando entender qué era el amor, decidí dejar de buscarlo. Y allí fue cuando comencé a encontrarme, dentro de risas nuevas, miradas fatales que hicieron que mi corazón volviera a sentir.

Entendí que no hacía falta hundirse en la rutina del sexo casual, y después al cruzarte en la calle disimular que no nos conocemos, como si fuera un pecado haber sentido una conexión alguna vez. Con los años comprendí que eso no era real, no era consistente con mis más profundos pensamientos, simplemente esa ya no era yo.

Y yo soy mi último pensamiento antes de dormir, soy los acordes de una canción que me hizo llorar o sonreír. Soy mi humor a la mañana, soy lo que el espejo no ve, soy lo que dicen mis ojos cuando esquivo miradas. Soy la sonrisa que no ves cada vez que coincidimos. Soy mis ganas de escribir y mis ganas de escuchar. Soy mi sentido común, mis ganas de dejar de pretender para comenzar a ser.

No busco predicar algo que todavía no he descubierto del todo, porque aún sigo parada tomando decisiones que me llevan a distintos lugares. Y aunque no lo creas a veces me estanco.

Y así es como debería ser siempre la vida, descubrirse día a día como un mantra que te ayuda a sobrevivir a las rutinas, las falsedades y las cosas superficiales que manchan al mundo de gris.

No quiero más eso de pretender ser lo que el otro espera, porque soy demasiado simple, demasiado a la antigua, demasiado yo. Demasiado mente, empatía y corazón. A veces quizás en exceso.

Demasiado veneno he vaciado como para que me des la espalda y quieras que caiga en tus razones y miedos irrelevantes.

Ya he plantado la raíz y ha comenzado a germinar, no quiero más mentiras, solo verdad. Dejar que las cosas sean como son, sin vueltas. No las necesito.

Lo que hoy siento y no puedo explicar, eso es lo que realmente vale, ya que es lo más puro y verdadero que existe dentro mío. Esa es la señal que siempre esperé, esa que siempre esperamos.

Fluir, simplemente fluír mientras el mundo sigue girando, mientras las relaciones siguen terminando y otras historias se encuentran recién comenzando.

Digo y decido en base a mis propias convicciones, no me arrepiento de nada que he sentido, no me arrepiento de nada que haya salido de lo más profundo de mis comprensiones. Pido perdón en ocasiones solo para evitar malos entendidos, no porque así no lo haya elegido.

Lo más probable es que así encuentre aquello que dejé de buscar, porque cuando uno fluye es fuego, y la energía no se detiene a esperar una respuesta, simplemente arde.

Lo que te escribí mientras dormíasWhere stories live. Discover now